Alcaldes electos ante la inseguridad definen comandante
El panorama de la innovación. La Guardia Nacional (GN), la fuerza paramilitar (policial) más importante en el territorio nacional creada en la primera mitad del sexenio de la 4T y con alrededor de 100 mil elementos dedicados a la prevención hasta los operativos, tienen un Alto Mando de 37 personas, de las cuales únicamente 5 comandantes están acreditados para ejercer como policías, porque fueron capacitados.
Desde la guerra de Felipe Calderón en el sexenio 2006- 2012, la moda que pegó fuerte entre los gobiernos, estatal y municipal albiazules en el estado ha sido colocar militares de carrera como secretarios o directores generales de seguridad pública; arribó a León en el gobierno de Ricardo Sheffield, la mayor Guadalupe Anguiano, sin experiencia en operativos. Después llegaron al estado policías federales desplazados por AMLO; entre militares, policías estatales y federales, se conformó la seguridad.
Los relevos de titulares de las fuerzas de Seguridad Pública municipal en la entidad, resulta la constante en las renovaciones de los poderes. Indistinto del resto de los cargos en las administraciones, pareciera que los alcaldes y sus cofrades tuvieran mucha prisa para la designación a fin de liberarse del conflicto. La decisión se ha vuelto compleja tomarla para el inicio del trienio 2021- 2024 el próximo 10 de octubre, debido a la inseguridad prevaleciente que la nueva autoridad prometió superar.
Un puesto que exige la confianza del ayuntamiento y una persona instruida, dispuesta y capaz de profesionalizar al personal de la policía, requiere tiempo para encontrarlo, mesura y una concepción precisa de seguridad pública exigida con base a las necesidades. Sin soslayar que Guanajuato está marcado a nivel nacional por sus ciudades violentas.
En el transcurso de las sustituciones lo estratégico no lo podrá superar el pragmatismo vulgar de la clase política que ha venido aceptando de manera tácita las condiciones impuestas por la criminalidad, a pesar de haber sido afectada; antes que siga el carrusel de los solicitantes de la chamba más importante en seguridad en los municipios, se entienda que los gobiernos de acuerdo con las leyes deberán proporcionar a la población seguridad pública, no seguridad privada a ciertos sectores ni seguridad personalizadaguaruras- para los políticos y sus coadjutores.
Desde la guerra de Felipe Calderón en el sexenio 2006-2012, la moda que pegó fuerte entre los gobiernos, estatal y municipal albiazules en el estado ha sido colocar militares de carrera como secretarios o directores generales de seguridad pública; arribó a León en el gobierno de Ricardo Sheffield, la mayor Guadalupe Anguiano, sin experiencia en operativos. Después llegaron al estado policías federales desplazados por AMLO; entre militares, policías estatales y federales, se conformó la seguridad.
Las academias ahora tendrán que ser formadoras de profesionales y sus mandos medios para la reestructuración de las fuerzas con una idea de futuro. Se requiere mejorar la norma jurídica, a favor de las policías y familiares, y menos de los intereses externos y de la práctica política partidaria; donde la formación contenga derechos humanos, estudios jurídicos básicos hasta maltratos, sin los reajustes laterales y tardíos.
El Congreso del Estado debe reaccionar con velocidad a fin de detener las viejas prácticas viejas que tienen sometidas y limitando la actuación de los policías poniendo en riesgo el personal; algunos elementos han sufrido atentados y perdido la vida, esa será una misión fundamental. Se debe mejorar el salario y prestaciones tomando en consideración la esperanza por mejorar como motor de impulso de la profesionalización.
Los cuerpos policiacos- los paramilitares- dependen de los presidentes municipales, integrantes del Cabildo y funcionarios de primeros niveles; son útiles la confianza, administración y logística. Sobre esa estructura deberá entenderse la entrega de la seguridad pública, privilegiando los beneficios a la sociedad sobre los personales, particulares y partidarios. Antes de que en León, Silao, Irapuato, Salamanca, Celaya y otros más, alcaldes y equipos les surgieron “coyotes” para proponerles candidatos.
Sin ninguna consideración técnica ni profesional, las solicitudes de los posibles secretarios o directores – depende del municipio ya los tienen en sus mesas. Incluso los alcaldes salientes quieren dejar herencia, en diversas áreas de la administración en especial en seguridad como hizo la celayense, Elvira Paniagua, quien recomendó al secretario Miguel Ángel Simental al alcalde electo Javier Mendoza para que lo mantenga en su puesto con el fin de darle continuidad a su proyecto de seguridad.
El pecado capital en el proceso. Al armado de las recomendaciones se enlistó el gobernador, Diego Sinhue Rodríguez, quien el 5 de agosto se tomó la libertad de llamar nuevamente la atención de Mendoza Márquez para encargarle “sea Miguel Ángel Simental” quien siga en seguridad. Algún alma debió decirle al jefe político estatal panista que los excesos dañan las relaciones políticas; heredó a Alvar Cabeza de Vaca en la Secretaría de Seguridad Pública, entonces conoce las consecuencias de sostener un mando policiaco.
En el caso del fiscal del estado, Carlos Zamarripa, encargado hace años de la procuración de justicia, es también un producto “acabado” de la herencia y repetición que desde Palacio Nacional le piden al gobernador Rodríguez su renuncia de una manera reiterada, pero lo defiende por el trabajo, interés partidario o personal, pero es intocado. El panista Diego Sinhue, no quiere que se metan con su personal pero tomó la tribuna para enaltecer a Simental.
Topografía.
Altimetría. Surge un tapado. A sólo seis días de que cierre el periodo de inscripción de suspirantes a la presidencia y secretaría general del comité estatal del PAN, empezó a producirse la “onda grupera” con las movidas que la caracterizan pues son varios quienes pretenden ser líder estatal porque el segundo puesto está convencidos lo tiene Pilar Ortega, desde que integraron la primera fórmula. A la promesa de que Eduardo López Mares, podría ser presidente y anda recolectando firmas de apoyo, le saltaron varios encapuchados.
La mayoría de los nuevos buscadores están esperando la reintegración del gobernador, Diego Sinhue Rodríguez, a sus actividades la semana que inicia mañana, para presentar sus deseos por presidir al panismo rumbo a la presidencial y gubernatura estatal en el 2024, sobresalen en esta oleada, el diputado local, Alfonso Borja, de la cuadra 3M, propiedad de Miguel Márquez y el subsecretario Alfonso Ruiz Chico que podría ser otro enviado de la casa estatal.
Con los nuevos interesados las réplicas brotaron: 3M quiere mantener el control partidario cuando DSRV pretende jubilarlo. El exgobernador Márquez, comenta en las oficinas del partido, tuvo su oportunidad de buscar la presidencia nacional de Acción Nacional, pero lo suyo ha sido negociar para quedarse con algo, aunque sean las migajas, cuando antes no repartió por el control total. De seguir el conflicto de hombres por la presidencia, Pilar Ortega está “decidida” en brincar y quitárselos.