Viernes, 10 Enero, 2025

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Aldo y Juanita no pierden el tiempo

Opinión

Don Giovanni

Aldo y Juanita no pierden el tiempo

1.- Aldo y Juanita no pierden el tiempo

 

Desde al menos tres sexenios, el máximo poder político en Guanajuato ha significado desempeñarse en la gubernatura y al mismo tiempo fungir como líder de facto en el PAN, de forma directa o por interpósita persona, pero siempre a la cabeza de las estructuras oficiales que terminen generando las mayorías partidarias que acatan las directrices y disposiciones del líder político de turno.

Con Juan Manuel Oliva (2006-2012) no faltaron los grupos antagónicos, pero nadie podía dudar de que este logró mantener cierto control del partido a través de Fernando Torres Graciano, e incluso mantener mucho margen de maniobra para el relevo que representó en su momento Gerardo Trujillo Flores. Eran otros tiempos, pues aún se mantenían en auge las contiendas internas en el blanquiazul.

Para el sexenio de Miguel Márquez Márquez (2012-2018) las cosas cambiaron. El purisimense fue cooptando las estructuras de su antecesor y fue reduciendo las internas, so pretexto de evitar divisiones. Vaya, para el 2018 el dominio de partido le era pleno y salvo algunos casos que no tuvieron remedio, designó de forma directa a diestra y siniestra incluyendo al candidato que le sucedió.

El estilo personal de Diego Sinhue Rodríguez Vallejo (2018-2024) fue distinto aunque con el mismo fundamento. Concesionó a su jefe de gabinete, Juan Carlos Alcántara, todas y cada una de las operaciones y designaciones. El dirigente estatal Eduardo López Mares se convirtió en un operativo cuya obediencia, usted lo sabe, le valió su lugar en el Consejo del Poder Judicial.

Ahora la llegada de Libia Dennise García Muñoz Ledo parece obedecer otra lógica. El grupo oficial en torno a Diego Sinhue ha decidido no soltar el dominio del partido y, como le dimos a conocer en su momento, han lanzado al diputado local Aldo Márquez Becerra para buscar la dirigencia estatal, en un clara muestra de que pretenden seguir detentando el poder político.

No es cualquier postulación. Además de hacerse acompañar en la fórmula por la otrora estratega política, Juana de la Cruz Martínez, Aldo aún sostiene varios hilos de la Secretaría de Desarrollo Social y Humano (Sedeshu), de manera que aún con Libia en la gubernatura, estos mantendrían buena parte del control operativo. Al menos al inicio del sexenio, no podría haber “sana distancia”.

Con el hermetismo de la gobernadora electa, es difícil saber si en los acuerdos a los que llegó con los operadores de Diego Sinhue -con los que pidió independencia total para su gabinete a cambio de que estos dispusieran plenamente de cada una de las candidaturas- se integró el tema del Comité Directivo Estatal, lo cierto es que ya adelantan pasos y no se ve quien se las complique.

Así que por lo pronto, con una Pilar Ortega Martínez esperando alguna negociación política y una Alejandra Reynoso Sánchez sin posibilidad alguna en la competencia interna, Aldo y Juanita no pierden tiempo y ya se encuentran en plena gira por los comités municipales del PAN. Saben muy bien que la mesa la tienen servida.

2.- Rigoberta Menchú: discursos y crudas realidades

 

Pocas veces guardan tanta sincronía las observaciones de una activista internacional sobre México y Guanajuato, con la cruda realidad… en tiempo real.

Ayer, paradójicamente en un evento pagado con recursos públicos como “Voces por la Paz”, la premio Nobel, Rigoberta Menchú, advirtió del azote que sufren buen parte de los países en latinoamérica empezando por nuestro terruño: los grupos criminales están acechando y en algunos casos ya han usurpado el poder’.

“Hoy por hoy deberíamos quitar esa capucha de estado para tratar de empezar a visualizar los narcoestados (...) no es una responsabilidad civil que armas de alto poder se estén cruzando con manos de gente que se supone que son fuera de la ley, se supone que son ilícitos. Es muy preocupante”, dijo al advertir un lamentable repliegue de los gobiernos ante este fenómeno.

Mientras las palabras de la activista indígena resonaban en el Poliforum de León, en Celaya se enfrentaba la resaca de una jornada de violencia que el miércoles convulsionó a la ciudad con cuatro ataques que dejaron testimonio de la capacidad de fuego que conservan los grupos criminales en la región, capaz de encuartelar a las corporaciones de seguridad.

Para mayor confirmación del discurso, justo por la mañana el presidente Andrés Manuel López Obrador achacó la violencia registrada a la liberación del hijo de ‘El Marro’, líder del Cártel de Santa Rosa de Lima, pensando más en su agenda política contra el Poder Judicial, pero intrínsecamente admitiendo los alcances del grupo delincuencial.

Para mayor paralelismo, Rigoberta Menchú hizo un sentido llamado a caminar junto a las víctimas, como requisito primario para avanzar en un establecimiento de la paz. Justo después hizo aparición el secretario de gobierno, Jesús Oviedo Herrera, quien tiene justo esa labor asignada, para negar insistentemente que la fuerza pública no está rebasada. Palabras vanas, ante una cruda realidad.

3.- La progresiva reducción de la industria del calzado

 

La crisis de la industria zapatera en México es una realidad. Se trata de un escollo que no sólo ha impactado a los productores de piel, también ha permeado en el resto de sus variantes y materiales dejando en claro que, incluso evidenciando prácticas desleales de China, las tendencias negativas no cesan.

Un sólo dato es lapidario. Al cierre de 2019 existían 9 mil 673 negocios dedicados a este negocio en México, cifra que cayó a 9 mil 550 empresas para mayor de 2024, de acuerdo con datos del Directorio Estadístico Nacional de Unidades Económicas (DENUE) del Instituto Nacional de Estadísticas y Geografía (Inegi).

Es decir, en cinco años, se perdieron 123 negocios dedicados a la producción de calzado, ya sea de piel, tela, plástico, hule, huaraches o de otro tipo de materiales a nivel nacional. Particularmente en León, nuestra meca del zapato de piel, 35 empresas cerraron debido a la competencia desleal.

Es ante este panorama que cerrará el sexenio. De forma particular, la Secretaría de Desarrollo Económico a cargo de Ramón Alfaro Gómez, se dice tranquila debido a la diversidad de opciones que el ecosistema industrial ofrece, pero esa postura contrasta con la preocupación que por ahora los zapateros han manifestado con el acopio de pruebas de comercio desleal.

En un matiz que es más bien el de un agravante, están los empleos perdidos. En cinco años se perdieron 14 mil 958 puestos de trabajo en el sector, al pasar de 112 mil 440 a 97 mil 482 en la actualidad, según los datos del Inegi.

El tiempo se agota para algunas empresas y el traslape de gobierno no ayuda mucho. Se trata de una crisis que, además de marcar los tiempos, exhibe las vulnerabilidades de un mercado mexicano que se halla sin herramientas para competir.

CONTRA RETRATO

Héctor Díaz Ezquerra

 

Su llegada a la Comisión Estatal de Búsqueda de Personas (CEBP) causó controversia por su trayectoria enfocada a la administración y las finanzas. Por eso su gestión quedó marcada por una pronunciada y costosa curva de aprendizaje con la que se dejará una estructura que todavía debe avanzar mucho para lograr la eficiencia que las víctimas requieren.

Héctor Díaz Ezquerra, titular de la CEBP, ha cumplido ya cuatro años y las opiniones entre colectivos no podrían ser más contrastantes. Si para unos se convirtió en un apoyo que les brinda seguridad para coordinar las búsquedas en campo, para otros es un funcionario inexperto que ha “cumplido” a medias el objetivo para el que fue contratado.

Otra cosa fueron los limitados presupuestos. A diferencia del titular de la Comisión Estatal de Atención Integral a Víctimas (CEAIV), Jaime Rochín del Rincón, Díaz Ezquerra aceptó sin mayor reacción el presupuesto que se le ha asignado desde 2021 a la fecha. Salarios, equipo, apoyos, todo queda en juego con una bolsa limitada.

En últimas fechas, colectivos de búsqueda han reportado que ya han encontrado con mayor frecuencia cuerpos dentro de pozos de agua, como fue el caso del reportero Víctor Jiménez y otras personas en Villagrán, por ello están a la espera de una máquina que les servirá para rescatar cuerpos que han sido depositados en pozos de agua en desuso, un modus operandi que, admitió, se ha vuelto recurrente.

Díaz Ezquerra terminará así una gestión que sin duda ha dejado resultados, pero no con el ritmo y el trato que las víctimas necesitan. Un funcionario que en el camino debió aprender las dimensiones del problema, los limitados recursos oficiales y el desesperado llamado de las buscadoras de personas desaparecidas.

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