APLANADORA AZUL EN EL CONGRESO: APABULLADA Y SILENCIOSA EN INICIATIVAS

CONTRA LA PARED. A un mes y medio de haber arrancado la actual legislatura, el corte de las iniciativas presentadas en el Congreso local es ampliamente desfavorable para la fracción mayoritaria que ha enmudecido literalmente frente al activismo de las fracciones opositoras.

LOS MÁS. El balance dice que Morena ha presentado ya 21 iniciativas, cinco puntos de acuerdo y siete de ellos por obvia resolución. La fracción del PRI ya presentó seis, un punto de acuerdo y cuatro de obvia resolución. El Verde mientras tanto con dos diputados: ocho iniciativas y dos puntos de acuerdo de obvia resolución.

GIGANTE DORMIDO. El PAN mientras tanto con sus 21 diputados, solo ha propuesto dos iniciativas, tres puntos de acuerdo y seis de obvia resolución.

El COLMO. Hasta Movimiento Ciudadano que solo tiene una diputada tiene más iniciativas que los panistas: tres; además, ha propuesto un punto de acuerdo y otro de obvia resolución.

DONDE MANDA CAPITÁN… Eso sí, el PAN atendió de inmediato la instrucción, perdón, la propuesta del Ejecutivo con las dos iniciativas que envió Diego Sinhue Rodríguez Vallejo pata atender el tema de movilidad y las licencias.

CUESTA ARRIBA. Y esto, solo es el reflejo en datos duros de lo que le he comentado en este espacio. Las tremendas dificultades de adaptación de la nueva bancada panista y su coordinador con un nuevo entorno.

LECCIONES. La escasez de iniciativas es fruto en buena medida de la fuga que experimentó el PAN de su equipo de asesores de las dos últimas legislaturas a otros cargos en el ejecutivo y en algunas administraciones y de la compleja adaptación de los nuevos que acaban de llegar, comandados por un Luis Mario Aguilar y Maya, acostumbrado al trabajo de etiqueta pero no a la talacha legislativa.

UNA MÁS. Estamos a punto de llegar a la discusión de leyes de ingresos y paquete fiscal estatal y la mayoría panista, sigue aprendiendo mientras echa a perder.

COCTEL. Las pifias de Katya Soto, queriendo armar reuniones con “prohibición” de acceso a los diputados; de Susana Bermúdez tratando de sacar “fast track” una propuesta del Ejecutivo sin diálogo; lo difícil que ha sido sintonizar al coordinador de diputados y a la secretaria de Gobierno; las quejas de los coordinadores de oposición de las formas de Luis Ernesto Ayala y la incomodidad de diputados panistas que se quejan de lo difícil que es cuajar un trabajo en equipo, tienen su origen en el mismo dato ya previsible.

DANDO TUMBOS. La complejidad para ensamblar un nuevo equipo técnico y un grupo de legisladores (varios de ellos, experimentados) con un coordinador que aprende con dificultades a capitanear a sus pares. Como dicen en mi pueblo, ya va siendo hora…

LA DEL ESTRIBO…

“Es por eso que, y con la finalidad de ser empáticos y sensibles ante la situación y en total colaboración con la autoridad municipal con quienes hemos estado en comunicación directa desde el inicio de la controversia, el Club Campestre de León ha tomado la determinación de renunciar al beneficio en comento, sin que con ello convalidemos el haber actuado de manera dolosa y fraudulenta por lo que hemos manifestado ante las autoridades correspondientes nuestra disposición para realizar el pago de la contribución sin el factor del beneficio, retornando el monto correspondiente al descuento otorgado”.

Así dice el comunicado del consejo de Administración del Club Campestre a sus socios que da cuenta de su decisión de devolver al municipio los más de 2.4 millones de descuento por concepto de impuesto predial que tanta polémica provocaron desde hace semanas.

El síndico Arturo Sánchez Castellanos hizo la denuncia pública y solicitó una investigación a la Contraloría Municipal con resultado pendiente tras el aval del exdirector de Desarrollo Rural, Rodolfo Ponce, para otorgar un descuento “por tratarse de un predio (el campo de golf) con fines agrícolas”.

La alcaldesa Alejandra Gutiérrez pidió públicamente la devolución de los recursos. Entre los socios del club hubo opiniones divididas. Al final se atendió el llamado de la alcaldesa a regañadientes. Y eso es revelador. Lo hacen “por imagen”. No por convicción. El asunto no termina aquí.

ALEJANDRA GUTIÉRREZ: ¿LA EXCEPCIÓN A LA REGLA DE LAS QUEJAS?

Un ritual de cada tres años que consiste en que un alcalde se queja en mayor o menor medida del cochinero que les dejó en el trienio anterior su antecesor.

Fue el gobierno de Héctor López Santillana en su segundo trienio, el que rompió por razones naturales con ese vicio y costumbre que han compartido casi todos los alcaldes de León en este siglo.

Eso sí, López Santillana terminó como casi todos. Más, menos, acorralados por sus propios vicios y fantasmas. Lo hizo en su momento Ricardo Alaniz en 2003 contra lo que oliera a Luis Ernesto Ayala, su antecesor. En 2009, Ricardo Sheffield quiso sacar algunos trapitos al sol del trienio de Vicente Guerrero y hasta usó el slogan de “un cambio para seguir ganando”.

En 2012, cuando el gobierno de Bárbara Botello arrancaba, se dio la mayor embestida contra uno de los programas estrella de la gestión de Ricardo Sheffield (el financiamiento público al Observatorio Ciudadano) y luego, en 2015, López Santillana hacía lo propio contra Botello, una embestida que por cierto aún no termina.

Hace nueve años el gobierno barbarista se lanzaba duro y sin cortapisas contra de Portos, la empresa que tenía bajo su responsabilidad el manejo de cámaras y sistemas de seguridad en la ciudad.

Ese día, el todavía flamante secretario de Seguridad en León, el general Miguel Pizarro, informaba que desde abril de ese año la empresa no entregaba reportes al gobierno municipal y que sus cámaras y sistemas GPS tenía muchas fallas.

Se trataba de una de las herramientas más importantes que en su momento presumió el gobierno de Sheffield.

Exactamente tres años después, López Santillana ejecutaba su deslinde del barbarismo pues se quejaba de las herencias incómodas de la gestión de Bárbara Botello.

“En el proceso de transición nos informaron lo que ellos quisieron, como ellos quisieron y fui muy cuidadoso en agradecer la disposición. Ya que tomamos el control de la administración encontramos que la información que nos dieron no estaba completa ni debidamente contextualizada”, reclamó entonces.

“Les podría decir que hay un total desorden en muchísimas áreas, en la parte del personal, en la parte financiera, en la parte de los recursos materiales, rentas de inmuebles, cuando tenemos oficinas o espacios propios, que lo único que hacen es encarecer el costo de operación de la administración”, afirmaba.

No nos hemos topado en esta de Alejandra Gutiérrez con un deslinde de ese calibre respecto a López Santillana aunque la depuración de la Policía debe serlo pero la exdiputada ha sido cautelosa en no ser dura en las palabras de las omisiones del pasado.

EL ZAPOTILLO: LOS SANTOS ÓLEOS PARA LEÓN

Luego de presenciar el evento celebrado ayer en Temacapulín, Jalisco en el que con la presencia de todo el gabinete, el presidente Andrés Manuel López Obrador anunció el plan de apoyo para las poblaciones que iban a ser inundadas para concretar la presa El Zapotillo, no hay duda de que para León esta alternativa de abasto está literalmente sepultada.

Porque no solamente es el compromiso de que no se inundarán Acasico, Palmarejo y el propio Temacapulín sino la atención a la petición de que se audite el proyecto como lo solicitaron los pobladores y el anuncio presidencial de que los recursos de la federación se entregarían directamente a los habitantes para que ellos los aplicaran y rindieran cuentas a la comunidad de obras de reparación.

Es decir, la esperanza que podría haber en Guanajuato de que en tres años, la llegada de un nuevo gobierno federal signifique la posibilidad de reactivar el acueducto, hoy se aleja irremisiblemente.

Las formas y los dichos que empleó el presidente en Temacapulín, incluso inaugurando una nueva forma de entregar apoyos al dejar en manos de los pobladores el manejo de los recursos, es la muestra de que no se quieren dejar cabos sueltos.

León no tendrá agua de El Zapotillo. Mientras, el gobernador de Jalisco Enrique Alfaro apareció nuevamente apabullado frente a los propios ciudadanos que gobierna, sin la oportunidad de hablar lo cual paradójicamente, debió agradecer el mandatario que fue abucheado cada que fue mencionado.

Una victoria redonda para la 4T que desarmó así aquella alianza que intentaron y anunciaron Diego Sinhue Rodríguez Vallejo y el propio Enrique Alfaro hace más de un año para rescatar El Zapotillo y garantizar agua para León y Guadalajara.

Los abucheos a Alfaro dejaron claro que ni siquiera eso que apareció como una traición al acuerdo con Diego Sinhue le significó una victoria para su causa. Una tormenta perfecta desde Palacio Nacional que deja ahora al gobernador guanajuatense implorando una cita para que el jefe del ejecutivo federal le diga cuál es la alternativa que habrá para el estado.

Frente a los hechos consumados y el son que toca la 4T, no hay rebelión posible. Resucitar El Zapotillo para el siguiente sexenio con el apabullante mensaje lanzado ayer desde el corazón del proyecto, es poco menos que imposible.