Sábado, 11 Enero, 2025

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Casillas medio llenas, casillas medio vacías

Las ventanas
Opinión

Cecilia Durán Mena - Las ventanas

Casillas medio llenas, casillas medio vacías

Depende a quién le pregunten, pero la fiesta de revocación de mandato a la que convocó el presidente López Obrador, tiene sus matices. Lo cierto es que AMLO anda presumiendo que tuvo más votos que los que Ricardo Anaya alcanzó a juntar en la elección presidencial —no sé si el mandatario debiera andar presumiendo eso— y la oposición se alegra de la poca convocatoria que tuvo el proceso electoral recién vivido.

Entre las casillas medio llenas o medio vacías, hay focos que se encienden en el tablero de control de la gente en el poder y debieran de estar prendiéndose las alertas entre quienes se sitúan o se ostentan como oposición. Todo llama al análisis. Porque en el fondo de su corazón, en el silencio de su intimidad, los personajes del círculo rojo han de andar haciendo cuentas y moviendo la cabeza de un lado al otro. ¿Cómo es que se han perdido tantos votos? Y, seguro en su fuero interno, López Obrador estará cuestionándose por qué sus seguidores no le respondieron con la fuerza que esperaba.

Por su parte, la oposición también estará haciendo sus anotaciones. Andarán acariciando al gato y relamiéndose los bigotes. Deberán de estar valorando que la consulta del domingo les trae una noticia importante: se les está abriendo una oportunidad importante. Los propios morenistas les han estado construyendo un puente de plata que deben aprovechar. Es en este momento en el que pueden generar protagonismo, visibilidad y agradecerle al partido reinante todo lo que están dejando ir.

Con algo de visión, los dirigentes políticos que no son afines a la 4T podrían arrancar una fase para seducir y conquistar en el debate público. Ahora que los personajes principales del quehacer político quedaron tan alicaídos al ser exhibidos como gente que no le tiene respeto a la ley, la oposición podría elevar el tono de los argumentos tanto en el Congreso, en las elecciones estatales y en las presidenciales y buscar el respaldo de buena parte de quienes desdeñaron la revocación y no sólo de los pocos que votaron en contra en ese ejercicio.

Ver nota: AMLO: ‘Sí, son la mitad de los votos, pero con menos casillas

Esas casillas medio llenas y medio vacías están hablando del sentir de buena parte del electorado. No hay un interés generalizado en hacerle el caldo gordo a personajes ególatras; no hay una simpatía que aguante variables económicas que son adversas; ni amor que vaya en contra del propio bolsillo.

Claro que en Palacio Nacional ya se echó a andar una estrategia para interpretar los números y para decirnos qué debemos de entender sobre la fiesta que se organizó Don Andrés y denominó revocación de mandato. Tan rápido como desde el mismo domingo, hizo lo que sabe hacer y le sale tan bien: los revistió de triunfo los resultados de su consulta; además ya les puso nombre y los etiquetó: es cosa de nada, es límite inferior mínimo. Lo estaremos escuchando y hablando sobre los éxitos en la movilización.

Y, si en Palacio Nacional están haciendo lo que les corresponde, del otro lado ya deberían de iniciar con un análisis de los fallos, las insuficiencias y, sobre todo, las decepciones. La cuestión es qué harán los opositores con el resultado de la consulta. En la oposición hay una luz que se les está encendiendo. Claro, aunque todos están en cierto lado de la raya, no todos son lo mismo.

El PRI, PAN y PRD tienen una posibilidad magnífica que es sostenerse unidos y cuidarse de andar con patadas por debajo de la mesa y de traiciones; son esa palanca que puede frenar este nacionalismo energético, esta arbitrariedad legislativa, este romper la ley a placer. Movimiento Ciudadano que parece una especie de actor de monólogo, que va en solitario y que puede jalar el fiel de la balanza a un lado o al otro. Y, desde luego están los actores del pasado como Agustín Cárstens, Ricardo Anaya, José Antonio Meade, Margarita Zavala o cualquiera que en lo propio o en grupo surja independientemente de su pasado o actual adscripción y levante la voz a favor de México.

Claro, todos decimos que estamos a favor de México. Los 16 millones de votos para el presidente no representan un número que impresione ni que se pueda presumir con facilidad; no es tampoco uno a minimizar. Puestos en perspectiva y dependiendo a quién le pregunten, la fiesta de revocación de mandato a la que convocó el presidente López Obrador, tiene sus matices.

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