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Charritos en Silao

Economía y Sociedad
Opinión

Héctor Andrade Chacón - Sociedad y economía

Charritos en Silao

En menudo problema se ha metido el sindicalismo charro que anida en la Confederación de Trabajadores de México (CTM).

Pasándose por el arco del triunfo la nueva legislación laboral y los apartados laborales del tratado comercial entre México, Estados Unidos y Canadá, TMEC, en el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Industria Metal-Mecánica, Sidero-Metalúrgica, Automotriz y proveedores de autopartes en general, de la energía, sus derivados y similares de la República Mexicana “Miguel Trujillo López” se les ocurrió destruir boletas de una votación de los trabajadores de la Planta de General Motors para legitimar el contrato colectivo de trabajo. No sólo eso, no permitieron que autoridades laborales recogieran la documentación a salvo de la votación.

Pero vayamos por partes, no ha sido la representación sindicar de CTM en Guanajuato la involucrada en el desafortunado hecho que por disposición de Luisa Alcalde Luján, titular de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) ya cuenta con denuncia penal ante la Fiscalía General del Estado de Guanajuato, a cargo de Carlos Zamarripa Aguirre, sino un sindicato que responde al senador priista Tereso Medina Ramírez, secretario general de la Federación de Trabajadores de Coahuila. No hay que olvidar que GM tiene una planta armadora en el municipio de Ramos Arizpe Coahuila.

En Guanajuato, es curioso, Héctor Hugo Varela Flores, dirigente estatal de la CTM, que no detenta el contrato colectivo de trabajo con General Motors, ha sido impulsor de reformas en la entidad para que la justicia laboral esté armonizada a tiempo con las reformas nacionales y ha puntualizado que todos los sindicatos deben estar alineados en el cumplimiento del T-MEC, donde puede haber inspecciones de las naciones asociadas, no solamente la mexicana.

En General Motors, los dirigentes del sindicato “Miguel Trujillo López” obstruyeron la actuación de 16 inspectores del trabajo y 7 observadores del Centro Federal de Conciliación y Registro Laboral, en un proceso donde debían votar 6 mil 494 trabajadores, apenas acudieron a sufragar 3 mil 435, pues se encontraron boletas destruidas y las que estaban a salvo no fueron entregadas.

A todo este sainete, se precisa entre las autoridades laborales, amén de la acción judicial que se ha solicitado y las repercusiones que habrá de carácter administrativo, se tendrá que poner luz al fondo del asunto, el famoso contrato colectivo de trabajo, el cual tendría una fuerte oposición entre los trabajadores, que acudieron a emitir su aprobación o negativa en voto secreto, por vez primera, pues parece ser que lo negociado por los liderazgos con la empresa no tuvo eco.

Se espera también la posición de GM.

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