Congreso local: Secretario general con sello de Aldo Márquez
CLARITO. Pues sí. Todo parece indicar que el exsubsecretario de Desarrollo Social y Humano y quien fuera suplente de Aldo Márquez, Javier Torres Mereles será el secretario general del Congreso en la nueva legislatura. Torres Moreles no es un personaje que sea ni cercano al presidente de la Junta de Gobierno del poder legislativo, Jorge Espadas Galván ni tampoco a la gobernadora Libia Dennise García Muñoz Ledo por mucho que haya sido subsecretario con ella en SEDESHU.
PADRINAZGO. Es cercano al presidente del partido, Aldo Márquez Becerra con quien colaboró. El presidente del blanquiazul en Guanajuato pesa.
ANTECEDENTE. En otras palabras, el deslinde que hubo de Libia García al no darle ninguna posición en el gabinete a Charly Alcántara, se revierte con esta posición en un cargo destacado en el poder legislativo. Es mucho menos que una secretaría de estado pero es la posición más apetecida de los cargos institucionales del Congreso.
SEÑALES. Eso habla mucho de los nuevos equilibrios en el panismo gobernante. De entrada, el partido no es el patio trasero del gobierno ni su oficialía de partes.
MÁS. También suena fuerte en el Congreso local la llegada de Sofía Ruiz a Apoyo Parlamentario en lugar de Mario Sopeña. Sofía era la segunda de a bordo y ella sí, un personaje muy cercano al coordinador panista.
MOMENTO. En las comisiones, esta mañana a las 9 de la mañana hay una reunión de trabajo previa a la Junta de Gobierno en la que los integrantes de la misma esperan llegar a acuerdos para definir los presidentes de las 19 comisiones.
PERFILADOS. En el PAN, está amarrada la de Gobernación y Puntos Constitucionales para Juan Carlos Romero Hicks y es probable que el PAN retenga Igualdad de Género ahora que se decretó la alerta de género en el estado.
PUEDE SER. También, el blanquiazul peleaba con denuedo la presidencia de Medio Ambiente para la exsecretaria Isabel Ortiz Mantilla. El PRI podría mantener la de Asuntos Electorales para Ruth Tiscareño y Movimiento Ciudadano que aspiraba a Igualdad de Género podría quedarse con la de Juventud.
LA DEL ESTRIBO…
Por cierto. Es un buen signo que mujeres de todo signo político se congratulen por la llegada de una mujer a la presidencia de la república. Una muestra de respeto y suma que, si se entiende y se profundiza en la práctica puede ser el punto de partida para un futuro promisorio en acuerdos más allá de signos partidistas.
RICARDO SHEFFIELD: OTRA VEZ CUESTA ARRIBA
Frontal y no pocas veces visceral, Ricardo Sheffield Padilla ha cultivado la virtud de la tenacidad en su trayectoria política. Dentro del PAN y ahora en Morena, en varias ocasiones ha estado en la lona y cerca del nocaut de la política y se ha levantado.
Ocurrió en 2009 cuando pudo levantarse después de una derrota en la contienda interna por la candidatura a alcalde frente a Vicente Guerrero (qepd). En pleno dominio de Juan Manuel Oliva, Sheffield venció a Miguel Salim en 2009 y fue candidato a alcalde.
Su candidata Mayra Enríquez (qepd) perdió la nominación en 2012 frente al propio Salim y Sheffield, pareció condenado al ostracismo. Pudo levantarse desde la diputación para hacer la vida de cuadritos la nominación oficialista que inicialmente era para Diego Sinhue Rodríguez Vallejo como candidato a alcalde de León. Su revuelta interna y el veto de Carlos Medina hicieron que llegara de emergente Héctor López Santillana.
En 2018 volvió a rebelarse pero ya no había salidas de emergencia ni premios de consolación dentro del PAN y se fue a Morena donde fue candidato a gobernador aunque no le alcanzó para mucho. Comenzó a trabajar desde entonces su nuevo nominación para 2024 pero en 2021, la forma en que se enredó la designación del candidato en León, lo empujaron a ser él mismo el candidato pese a que no estaba en sus planes.
Él quería poner la candidatura pero no ser él.
Perdió pero pudo resurgir de las cenizas primero para pactar una alianza con Mauricio Hernández que hizo enojar mucho a la familia Prieto y a quien ya se perfilaba como un nuevo referente dentro de Morena, Hades Aguilar Castilllo.
Merced esa alianza, Sheffield Padilla y Mauricio pudieron ganar el consejo estatal y controlar la dirigencia estatal. En la disputa por la candidatura a gobernador desplazó sin mayor problema a Ernesto Prieto Ortega y a Antares Vázquez, morenistas fundadores que nada pudieron hacer para evitarlo.
Cuando supo que la candidatura era para mujer, supo moverse para buscar que la nominada fuese (en aquel momento) una incondicional suya: Alma Alcaraz.
Y lo fue; pero apenas arrancó la campaña y vino el enfriamiento de la relación y la ruptura. Alcaraz se alió con Martha Lucía Micher Camarena y con el mismísimo Ernesto Prieto Gallardo con quien años antes litigó el control de la dirigencia estatal.
Hace un año, en una mañanera, el ahora expresidente Andrés Manuel López Obrador daba un mensaje a Sheffield que se despedía de la Profeco
"Agradecerle mucho, mucho. Desearle que le vaya bien. No podemos hablar solo de Ricardo porque hay otras compañeras, compañeros que también participan en lo que tendrá que darse. No puedo hablar del tema pero es fácil de imaginar”.
Era la candidatura que no logró. A un año de distancia, otra vez, Sheffield sin el cargo que buscaba en el gabinete y otra vez con el viento en contra con las tribus morenistas en Guanajuato va a contracorriente. No será la primera ni la última vez.
TIEMPO DE LAS MUJERES: ¿MEJORES TIEMPOS PARA GUANAJUATO?
Habrá quienes piensen que nada va a cambiar en la relación de la 4T con Guanajuato con la llegada de Claudia Sheinbaum a la presidencia de la república.
Los que dicen que es más un simple deseo que un análisis basado en evidencias. Puede ser. Pero más allá del gran espacio que dedicó en su discurso la nueva titular del ejecutivo federal al expresidente Andrés Manuel López Obrador a manera de reconocimiento y el homenaje al llamado “humanismo mexicano”, hay un tono de sensatez en el mensaje de Sheinbaum Pardo que invita a la ilusión moderada de que Guanajuato ya no será el gran excluido.
La pieza que bordó Sheinbaum tiene un inocultable selló triunfalista como si los avances que ha tenido México en el sexenio fuesen directamente proporcionales al porcentaje de su votación en la elección presidencial y de la representación que tienen Morena y sus aliados en el Congreso federal. No es para tanto.
En efecto. A tono con ese avasallamiento en las urnas, no hubo mención a la oposición política. En sintonía con el sexenio que se fue, persistió la obsesión de los efectos del sexenio calderonista como si no hubiesen pasado 12 años de que abandonó el poder. La situación de violencia en el sexenio con más homicidios dolosos en lo que va de este siglo se omitió a contrapelo de los avances en materia de desarrollo social.
La presidenta se regodeó en las cifras de su triunfo y en la popularidad con la que cerró el presidente para remarcar como en el sexenio obradorista se rompieron con políticas públicas de atención a los más desprotegidos, algunos mitos que en los sexenios anteriores permearon en nuestro país y que al final, la mayoría de los votantes respaldaron con su voto el pasado 2 de junio.
Durante un sexenio, López Obrador ignoró a Guanajuato como destinatario de apoyos y proyectos para su administración. Una y otra vez embistió en pronunciamientos por la inseguridad. Pero hoy, a pesar de su profesión de fe por el lopezobradorismo, hay guiños de sensatez en el discurso de la presidenta que alimentan la idea de que la larga noche que vivió Guanajuato de ser el patito feo para la 4T, puede terminar. Quizá no en el discurso pero sí en los acercamientos y acciones previas a la llegada de Claudia y Libia a sus cargos.
Si el tiempo de las mujeres significa sentido común, reconciliación y apoyo sin distingo partidista, que la época que se inaugura, sea para bien.