Lunes, 02 Diciembre, 2024

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El mártir de los influencers

Rodolfo ‘Fofo’ Márquez tenía motivos para considerarse intocable, hasta que su ‘suerte’ culminó gracias a, irónicamente, esa atención que tanto perseguía en redes sociales
Opinión

Juana Adriana Rocha Luna

El mártir de los influencers

Rodolfo ‘Fofo’ Márquez tenía motivos para considerarse intocable, hasta que su ‘suerte’ culminó gracias a, irónicamente, esa atención que tanto perseguía en redes sociales

“Neta, soy dios, conmigo nadie se puede comparar, no hay ser humano más perfecto que yo. (…) Soy aparte poderoso, soy intocable”: palabras del influencer Rodolfo ‘Fofo’ Márquez cuando aún gozaba de su libertad y sobre todo, de la impunidad que el dinero puede comprar.

“Temo por mi vida, no quiero morir en la cárcel. Si quieren me puedo hincar aquí para que todas las mujeres que están en la sala me pateen”: palabras del mismo sujeto, en la audiencia de vinculación a proceso por tentativa de feminicido.

‘Fofo’ Márquez no esperaba que se revelara el video donde aparece golpeando a una mujer de 52 años, tampoco esperaba ser detenido por los hechos, y mucho menos esperaba (como evidencian las fotografías donde aparece sonriendo tras su aprehensión) que pisaría la cárcel, donde su estancia podría prolongarse más de 40 años.

 

 

¿Intocable?

Rodolfo Márquez tenía motivos para considerarse intocable. En julio de 2022 cerró la circulación en el puente Matute, en Guadalajara, con el fin de grabar contenido para TikTok (donde tiene 1.3 millones de seguidores). ¿Cómo lo logró? Con la ayuda de amigos que con sus autos de lujo bloquearon el paso al resto de los automovilistas. Autos de lujo, cabe mencionar, que se descubrió participaban en arrancones nocturnos.

En un video que se viralizó en recientes días, ‘Fofo’ confiesa un altercado con un policía en Estados Unidos, “lo golpeé, le hice una llave y eché a correr. Estoy un poco preocupado, porque aquí en Estados Unidos no es como en México, que la haces y no te pasa nada”.

La exhibición en redes de animales exóticos, joyas, fiestas, viajes, discursos misóginos y clasistas, continuó después de estos episodios, y sin la difusión del video de la agresión a Edith Márquez Velasco, otra vez, tal como él confiaba, no habría pasado nada.

La golpiza ocurrió el pasado 22 de febrero en un estacionamiento de Naucalpan. El motivo: Edith dañó por accidente el espejo del auto de ‘Fofo’ con su camioneta. No extraña que el caso no trascendiera de inmediato. El temor que generó en la víctima una respuesta tan desmesurada y brutal, el temor de enfrentar a un personaje con tanto poder y privilegios es suficiente para paralizar a cualquiera y optar por el silencio.

Sí, Rodolfo Márquez tenía motivos para considerarse intocable, hasta que su ‘suerte’ culminó gracias a, irónicamente, esa atención que tanto persigue en redes sociales.

 

 

Memoria corta

La opinión pública aplaude la caída de ‘Fofo’ tal como hace tres años fue celebrada la detención de Yoseline Hoffman, ‘YosStop’. La youtuber pasó cinco meses en prisión por difundir el video del abuso cometido a una menor de edad, Ainara Suárez.

Aunque es un buen síntoma que los influencers reciban castigos ejemplares más allá de la ‘cancelación’, es innegable que la satisfacción es mayor cuando involucra personajes que ya eran repudiados por el tipo de contenido que manejan. El escarnio se potencializa y entre la tormenta mediática podría perderse lo importante: la gravedad de los delitos cometidos.

Otras figuras públicas, con mayor aceptación, como el conductor Adrián Marcelo, el standupero ‘Mau’ Nieto y el youtuber ‘Rix’, han sido acusados de abuso y sus seguidores no dudaron en defenderlos.

Incluso en los casos de ‘Fofo’ y ‘YosStop’ hay quienes aún consideran que los cargos en su contra son exagerados.  

Las opiniones se dividen entre quienes condenan a los creadores de contenido y quienes se identifican con ellos o hasta aspiran a ser como ellos. Esto refleja el estatus que han alcanzado los influencers, el poder que millones de personas les han dado, y explica por qué se sienten capaces de salirse con la suya digan lo que digan, hagan lo que hagan.

La memoria en el cibermundo es corta. ‘YosStop’ volvió a las plataformas con un podcast llamado ‘Por ella’, de enfoque feminista. En cuanto recuperó su libertad, Hoffman no desaprovechó ninguna oportunidad de contar su historia, la versión donde ella fue víctima. Todo sea por las vistas, los likes, por monetizar, por mantener el mejor negocio de la era digital: la propia imagen, sea positiva o negativa.

 

 

Uno de tantos

La carta que la mamá de ‘Fofo’ publicó pidiendo el perdón para su hijo ha sido duramente criticada. En primer lugar, por el hartazgo de una sociedad habituada a que los ricos ganen siempre. En segundo lugar, porque es injusto responsabilizar a la madre por los actos de un hombre adulto, para quien los excesos y abusos son motivo de orgullo. En tercer lugar, porque la constante violencia hacia las mujeres es una de tantas heridas abiertas en nuestro país, y por fortuna, son cada vez más las voces que se alzan para condenarla y exigir justicia.

Es patético y risible que Márquez pensara que recibir una golpiza por parte de las mujeres presentes en su audiencia remediaría lo que hizo a Edith; que pensara que la ‘ley del talión’ lo eximiría. Su suplica no refleja arrepentimiento, sino temor de enfrentarse a todo lo que implica su encarcelamiento, un escenario que jamás imaginó.

‘Fofo’ no es el mártir de los influencers, es un hombre violento como tantos que van por la vida causando daño, y que pudo provocar aún más si la fama de la que tanto alardeaba no le hubiera jugado en contra.

Todo potencial feminicida merece el mismo rigor, merece estar en manos de las autoridades, merece castigo.

LO SUPERFLUO: La mediatización de este caso inició valiosos debates en torno a quiénes son famosos, por qué y qué ejemplo dan a las nuevas generaciones.

LO PROFUNDO: Las funciones de todo ‘circo mediático’ son cortas y lamentablemente en pocas ocasiones, fuera del amarillismo y las tendencias, se aprende una lección.

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