“Hay que trabajar mucho para salir de esas listas que no son nada honroso hay una gran cantidad de norteamericanos que viven en Guanajuato, que nos visitan en San Miguel de Allende o en empresas y haremos un trabajo con los tres niveles de gobierno para salir de esas listas. Yo sé que se puede”
Diego Sinhue Rodríguez Vallejo
Consolidada como segunda fuerza política en Guanajuato muy por encima del PRI que cada día va más en decadencia y del Verde (su aliado nacional que pagó las consecuencias en Guanajuato de la cercanía con el lopezobradorismo) pero también, lejos del PAN que ocupa la primera posición todavía con cierta comodidad, Morena se apresta para iniciar un nuevo ciclo en el estado con emociones encontradas y muchas pugnas abiertas.
Ahora solo gobernarán 3 municipios pero es probable que tengan hasta 8 diputados en la siguiente bancada luego de que al arranque de la pasada legislatura, la alianza que encabezaron ganó 6 espacios pero uno cedieron al PT que no se portó nunca como opositor a la mayoría.
Y luego esos 5 que quedaron se convirtieron en 4 por la renuncia a la bancada de Josefina Salas Bustamante
Ahora podrían ser el doble pero Morena podría enfrentar nuevamente su eterno fantasma: el divisionismo, la fractura permanente y el fuego amigo. Ya hay visos de ello en el horizonte.
Este partido ya dio muestras en el trienio en curso que su vocación es el enfrentamiento interno.
No solo fue la forma en que se diluyó la bancada (aunque sumaron a 2 panistas a su causa, sin éxito electoral) sino el enfrentamiento de Alma Alcaraz y Ernesto Prieto en la dirigencia estatal que finalmente ganó este último que no tiene mucha vocación por la institucionalidad a juzgar por la impugnación que hizo a la designación de David Martínez como segundo en la plurinominal.
La paradoja es que Prieto podría entrar si Morena gana una séptima plurinominal.
Y si el salmantino entra, podríamos ya imaginarnos una bancada que los incluya a él y a Alma Alcaraz aunque ojo, hay quienes le traen ganas a la exdirigente para que sea sancionada por presuntamente apoyar a Beatriz Hernández, postulada por PT a la alcaldía de Salamanca para enfrentar a César Prieto.
Aun está lejos la definición pero también se especula que Hades Aguilar, la número 1 en la lista, cercana al superdelegado Mauricio Hernández, podría ser la coordinadora.
Y como no hay agravio que quede sin revancha en Morena, ya se dice que la senadora Martha Lucía Micher, de los pocos liderazgos que abiertamente apoyaron a Ricardo Sheffield en León, pactaría una alianza con el expanista, inconforme con la impugnación a la candidatura de su marido por parte de Prieto.
Ese es el panorama que priva en Morena que pese a la división, pudo ganar Silao y retener Salamanca aunque los más críticos, dicen que la cosecha sabe a muy poco con los decenas de miles de apoyos que repartió la 4T en el terruño.
En el PAN se habla con mayor insistencia y morbo del retorno del exgobernador Miguel Márquez al protagonismo cada vez más mediático y partidista en un acontecimiento inédito en las filas del panismo.
Inédito porque nunca antes se había hablado de la sombra del exgobernador en turno en el siguiente sexenio del que está en funciones. Márquez anduvo en actos de campaña, avaló proyectos y quiere influir en la sucesión 2024. Anotado está que quiere hacer repelar a Diego Sinhue.
LAS DERROTAS DEL PRI: EL MURO TRIANUAL DE LOS LAMENTOS
Podríamos armar sin ningún problema, un catálogo de frases de liderazgos del priismo guanajuatense con olor a fracaso tras cada proceso electoral
En 2009, tras la primera intentona fallida por conseguir la alcaldía de León, hace 12 años, Bárbara Botello se reunía con su grupo compacto y anunciaba que en 3 años estarían de regreso para volver a buscar lo que se les había perdido.
Muchos se burlaron de ella en el PRI y en los medios, pensamos que era una balandronada más. El destino, las circunstancias y una atinada campaña provocaron que 3 años después celebraran la caída del PAN tras 24 años de hegemonía en León.
Seis años después, Botello cuyo gobierno era causa directa de la derrota sufrida en aquel momento, tenía una salida para compartir culpas tras el fracaso de Angel Córdova en su afán de refrendar el triunfo logrado 3 años antes.
“Tenemos que empezar a decir lo que ha hecho la actual Administración, el PRI le cumplió a los leoneses”, dijo tras la derrota, la para entonces diputada federal electa a los más de mil simpatizantes reunidos entre los que se encontraban quienes todavía formaban parte del gabinete, quienes eran regidores electos y el delegado en funciones de presidente, José Guadalupe Pedroza Cobián.
Un año después en 2016, Manlio Fabio Beltrones anunciaba su renuncia a la dirigencia nacional del PRI tras perder 7 de 12 gubernaturas en disputa entre ellas 4 que nunca había perdido en más de 7 décadas.
“Hay que decirlo fuerte y claro, en muchos de los casos los electores dieron un mensaje a políticas equivocadas o a políticos que incurrieron en excesos, que no tuvieron conductas transparentes y que no actuaron de manera responsable”.
Y si bien, fue autocrítico, Beltrones descargaba algunas culpas en el gobierno en turno: “ante la sanción de la sociedad es oportuno parafrasear a Luis Donaldo Colosio: ‘Lo que los gobiernos hacen, sus partidos lo resienten’.
Aquél 2015, en su cuenta de Facebook, el ahora secretario general del PRI Alejandro Arias Avila anunciaba que un grupo de militantes (no dijo nombres) financiaría un estudio cuantitativo y cualitativo sobre la derrota del PRI en León.
“Con la finalidad de conocer el sentir ciudadano que se manifestó tan brutalmente en las urnas a tan solo 3 años del cambio de partido y con las altas expectativas generadas”, dice el comentario.
Todo esto, decía el exdirigente del Movimiento Territorial, con el afán de “no trivializar ni mitinizar (de mitin)”, la derrota que se sufrió en esta ciudad.
Es el mismo Arias que es el segundo de a bordo del PRI que entregó los peores resultados de su historia. En el hoyo y cavando.
LUIS ERNESTO AYALA: EL GOLPE DE REALIDAD
Con la bancada perfectamente definida porque serán 21 diputados y ni uno más y perfilado ya el coordinador de la siguiente mayoría blanquiazul en la persona de Luis Ernesto Ayala Torres, el exalcalde y exsecretario de Gobierno tendrá que asimilar pronto los límites de su nuevo rol.
Y más vale que tome conciencia de que lo que le espera en su nueva encomienda está lejos del glamour de una alcaldía o de una secretaría en cuyos cargos, el mandón es él y nadie más.
Ser jefe de bancada en el panismo guanajuatense no es toser, cantar y repartir órdenes porque, para empezar el coordinador es líder entre iguales y no el patrón de todos.
Y si no, que le pregunte a Ector Jaime Ramírez Barba en la pasada legislatura, lo que tuvo que batallar y los trancazos que se tuvo dar para entender que en una bancada hay muchos egos a la espera de ser atendidos y que las cosas no se dan por imposición.
No habrá problema para que se cumplan los designios del primer panista del estado (Diego Sinhue Rodríguez). Ya sabemos que al estilo del viejo PRI, el jefe del ejecutivo mete mano en todos lados. Y esta no será la excepción,
Ayala Torres ya debe estar metido en el manual de operación de nuevo jefe de bancada no solo de que la labor legislativa es distinta a la ejecutiva sino que, el grupo que llega a coordinar es bastante compleja.
De entrada hay varios diputados que se reeligieron y que tienen más tablas en esa labor que él como es el caso de Armando Rangel, Cristina Márquez, Rolando Alcántar y Miguel Angel Salim entre otros.
Y todo comenzará desde la mismísima nómina. Los coordinadores no tienen la única palabra para contratar asesores y jefes de departamento. Ayala Torres llega de la secretaría de Gobierno en donde gobernaba a sus anchas y tenía su staff de colaboradores bien definido.
Alberto Padilla que es su suplente, estará seguramente en la primera línea. Esteban Ramírez, excontralor leonés y hasta el veterano Alfredo Anda Páez ya no están en la secretaría de Gobierno y no sabemos si querrán otro cargo en la legislatura. Y si Ayala les abre la puerta o encuentran un refrendo a su permanencia en la nómina.
No será en automático porque hay que consensuar al interior de la bancada blanquiazul. Ayala Torres se quedó con las ganas de ser el candidato a la alcaldía de León en las pasadas elecciones y estará en la posición para encartarse como candidateable a la gubernatura en 2024.
Pero lo primero que deberá entender es que el entorno es distinto. Que le va a costar más trabajo porque en la aplanadora azul no estarán todos a sus órdenes.
