Hacia un gobierno empático y solidario
HACIA UN GOBIERNO EMPÁTICO Y SOLIDARIO.
También en la política el cambio es una ley, que debe optimizarse mediante la profundización en la democracia aproximándola al mandato constitucional de perfeccionarla como forma de vida.
Los partidos políticos tienen una magnífica oportunidad de incrementar la confianza de la ciudadanía en el proceso electoral que se avecina, buscando a quienes confiar la defensa de sus postulados fundamentales, apoyados en la tecnología moderna, pero sin utilizarla como instrumento para defraudar la confianza en sus candidatos depositada.
Las convicciones deben fortalecer la conciencia ciudadana en el proyecto democrático, cuyo instrumento fundamental son los partidos políticos.
Lograr unidad en lo fundamental para vivir intensamente la democracia, organizando a la sociedad y rescatar a las instituciones políticas que fueron vulneradas por el egoísmo y la prepotencia. Perder el miedo a la verdad y entronizar a la empatía y la solidaridad como valores fundamentales para mejorar la convivencia social.
Democratizar la economía para que un número cada vez mayor de actores, puedan beneficiarse del desarrollo económico, mediante el incremento al cooperativismo, reeducando para concientizar a la población de la necesidad de llevar la democracia a todas las actividades de la vida social, comenzando por la familia, a donde debe volver la jerarquía, pues cuando no hay unidad en el mando tampoco habrá los resultados apetecidos; para que la escuela sea promotora de la democracia y no de la anarquía, que desvirtúa sus fines.
Iniciar a los educandos en la solidaridad y la empatía para que puedan apreciar a la persona humana en su diversidad y encontrar caminos de entendimiento.
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Es necesario volver a los orígenes, para que las leyes sean aplicadas con el espíritu que fueron creadas y no usarlas como instrumentos de confusión y ventaja para los más fuertes.
Pero lo anterior será factible, si logramos que la inmensa mayoría del pueblo se sume a esta gran cruzada.
Los legisladores deberán argumentar a sus representados, que tanto como legislar, es importante representar y auditar la economía de las instituciones. Se deberá tomar conciencia de la solidaridad que merecen al unísono, las familias y los instrumentos de gobierno, como los guardianes del orden y, quienes se encarguen de cumplir y hacer cumplir las leyes, lo harán con especial celo.
Debemos entender los rezagos que la pandemia y los errores al interpretar la historia, no han llevado a los caminos de desigualdad y hemos convertido a una sociedad próspera, como la leonesa, en generadora de un lamentable número de gentes que no tienen segura la comida, menos aún, el esparcimiento y la salud física y mental.
Sin salud y con hambre física y fisiológica, no es posible considerar que se tiene una vida digna.
los próximos gobiernos deberán abundar en funcionaros y empleados empáticos y solidarios, para promover la democracia en donde una ciudadanía consciente sea difícil de ser convencida de la necesidad de hacer involucionar las instituciones.
Será posible ascender en la democracia y la justicia social, si todos nos desempeñamos con el celo ciudadano que debemos.
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JRP