La 4T y el Ejército: clima de cambios

1.- La 4T y el Ejército: clima de cambios

A estas alturas, la determinación para cambiar el modelo policial empleado en Guanajuato parece definitiva, gane quien gane las elecciones del 2 de junio. En el caso específico, hablamos de un atraso de más de dos décadas respecto al marco que impera en otros estados pero principalmente en el ámbito nacional, donde también se pretenden cambios trascendentes.

La coyuntura parece estar al calce para la situación que se vive en Guanajuato. La evidente política militarizadora de la seguridad empleada por el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, estaría por llegar a su fin con el cambio de sexenio si gana, paradójicamente, Claudia Sheinbaum Pardo, quien ha fincado todo su proyecto de seguridad en la figura de Omar García Harfuch.

La reciente versión que indica que el general y secretario de la defensa nacional, Luis Cresencio Sandoval se ha distanciado de López Obrador, al grado de tener que acercarse con García Harfuch -a quien intentó bloquear como aspirante a la Secretaría de Seguridad- dado que es el enlace con el Ejército y quien presentará los perfiles para la Sedena, en caso de que gane Claudia.

No se puede dejar de lado que este sexenio, si hubo una dependencia favorita para López Obrador esa fue la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA). Por eso concentró en ellos la operatividad de la Guardia Nacional y lo convirtió en la constructora más socorrida del gobierno. Ahora, tal parece que su titular se halla en el rincón más alejado del poder.

De manera que el Ejército podría ser relegado de la política de seguridad nacional y eso no escapa para entidades como Guanajuato donde su presencia y movilidad es intensa y permanente, pero sin atinar todavía a su pacificación. Hoy de lo que se habla en campañas y en el fuero legislativo local, es de modernizar a las policías y capacitarlas en la investigación.

Ahora bien, hablamos de una coyuntura que no deja de ser apetecible para los exintegrantes de la extinta Policía Federal. Estos, al menos en Guanajuato, se han desplegado en diferentes municipios principalmente de la región Laja Bajío auxiliados en sus relaciones por la Secretaría Ejecutiva del Sistema Nacional de Seguridad Pública, Sophia Huett López.

En la parte legislativa, el diputado del PAN, Martín López Camacho, ha retomado las gestiones para reformar y actualizar la ley policial de Guanajuato que, de hecho, dejaría la mesa puesta para que la próxima gobernadora realice cambios y ajustes casi de inmediato. Claro, falta que el propio grupo parlamentario del PAN muestre verdadera voluntad.

Así es como una coyuntura política ha fortalecido a Omar García, el más famoso de los exfederales, frente a un Ejército Mexicano que se acabó sus fichas para influir y entregar resultados. Guanajuato es un estado clave por lo que estas correlaciones le incumben… y mucho.

2.- IEEG: maltrato y precarización al periodismo

Ahora la explotación y precarización del trabajo periodístico ha llegado al Instituto Electoral del Estado de Guanajuato (IEEG) que preside Brenda Canchola Elizarraz. El trato diferenciado que aplicó a los comunicadores que reclutaron para conducir los debates electorales, estalló ayer en un llamado de atención enérgico.

Resulta que de acuerdo a la unidad de transparencia, el IEEG gastó 7 millones 158 mil 497 pesos para la organizar los debates; 3 millones 690 mil se fueron en un pago a TV4 Guanajuato para que organizara 22 debates a diputaciones locales y 46 municipales; la otra mitad, fue para el debate por la gubernatura.

Aquí es donde empieza lo que indignó al gremio periodístico, pero más a los comunicadores que se sintieron utilizados. Por 46 minutos de moderación se le pagaron 63 mil 800 pesos a presentadora de Noticias, Paola Rojas; 30 mil 864 pesos a la conductora Alejandra Magaña, por 30 minutos de moderación y 30 mil 864 a Bellatrix Razo por 28 minutos de moderación.

Por otro lado, en los debates para los 22 debates a diputaciones locales y 46 municipales participaron 34 comunicadoras y comunicadores que no recibieron remuneración alguna incluso cuando algunos de ellos moderaron entre 14 y 10 debates.

Justo por eso llamó fuerte la atención la respuesta de Brenda Canchola ante esta inconformidad, pues responsabilizó al proveedor del IEEG, en este caso TV4, por haber erogado esos pagos. No admitió que fue el IEEG directamente el que reclutó y capacitó a los moderadores que, según ellos, trabajan “por amor al arte”, tampoco aceptó que hubo un trato diferenciado.

Así que un nuevo y ríspido tema ha estallado entre la prensa y el IEEG, una relación de por sí desgastada.

3.- Morena: “violentadores” aferrados

Cuando todo podría salir mal con la candidatura de Jorge Antonio Rodríguez Medrano, salió peor.

Ayer el Consejo General del Instituto Electoral del Estado de Guanajuato (IEEG) aprobó la sustitución de Fernando García Valtierra por su hijo, Julio César García, en la segunda posición, luego de que este fungiera como su coordinador político de la campaña pero sobre todo luego de haber sido condenado por violentar a su expareja.

La maniobra, burda como muchas, planteó la sustitución el 27 de mayo del presente año, el propio Fernando García Valtierra presentó su renuncia ante el IEEG, siendo ratificada de inmediato. Casualmente, Morena ya tenía toda la documentación requerida para la sustitución.

Julio César García fue regidor del Ayuntamiento capitalino de 2015 a 2018, durante la administración del alcalde priista Edgar Castro Cerrillo, y en 2017 fue vinculado a proceso por agredir físicamente a su expareja.

En mayo de 2018, en el Poder Judicial del Estado, se dictó una sentencia por un año y ocho meses de prisión a Julio César García. Sin embargo, no entró a la cárcel, pues obtuvo el beneficio de conmutación. Fue desaforado por el Congreso del Estado a petición de la Procuraduría de Justicia para poder llevar a cabo el juicio en su contra.

Así que no conforme con casi dinamitar una elección, ganarse al descrédito de sus pares, de perder litigios… Rodríguez Medrano da muestras de sólo tener interés en cuidar sus cuotas, como la de Julio Cesar García.

CONTRA RETRATO

Francisco Javier Galván Camargo

Fue un integrante de la Confederación de Trabajadores de México (CTM) que no se subordinó al poder central estatal. Tan es así, que hace seis días se sumó con todo y la estructura que lideraba a la campaña de Israel Mosqueda Gasca como candidato a la alcaldía de Valle de Santiago. Ahora, en un mutis que se mantuvo hasta el cierre de esta columna, se ha confirmado de forma extraoficial su asesinato.

Francisco Javier Galván Camargo, era líder del Sindicato de Empleados Municipales y Obras Públicas, así como delegado de la CTM en Valle de Santiago. Aún con esos cargos, ni siquiera el dirigente estatal cetemista, Hugo Varela Flores, confirmó o emitió algunas palabras sobre el caso. También era funcionario de la dirección de educación, pero el alcalde Alejandro Alanís Chávez, tampoco reaccionó.

El crimen no es para tomarse a menos. Fue privado de su libertad en la madrugada por sujetos armados, cuando se encontraba en el domicilio de sus padres en Cortazar, municipio incluido en las zonas de riesgo electoral, y posteriormente fue localizado en la carretera a Jaral del Progreso. Aunque recibió atención médica falleció.

Tampoco era menor la cantidad de adeptos que sumó a la campaña morenista, pues el sindicato que representaba lo conforman alrededor de 300 empleados del municipio de los 700 existentes en la plantilla laboral.

Por ahora ni siquiera Morena ha tenido mayor pronunciamiento. Ya veremos hoy. Lo cierto es que no se podría desligar un crimen de este tipo, del clima de violencia e inseguridad que privan en Guanajuato; reflejo de su propia crisis, ahora alcanzando esferas políticas a todos lo niveles.