Viernes, 10 Enero, 2025

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La diputada de Morena y el grito en el desierto. Álvar comparece en lo oscurito

Palabras Mayores
Opinión

Miguel Zacarias -Palabras Mayores

La diputada de Morena y el grito en el desierto. Álvar comparece en lo oscurito

“Es vital para el tema de pesos y contrapesos, vemos constantemente cómo Cámara de Diputados y Cámara de Senadores reciben en el pleno al secretario de Salud, al secretario de Seguridad, todo mundo desfila por ahí independientemente de que sea o no glosa del informe, es una constante y les piden cuentas porque ese es el deber ser de un Congreso y sí es importante insistir en este tema respetuosamente”

Alma Alcaráz

Ufano, seguro de sí mismo, de sus resultados, de la efectividad de su estrategia, del respaldo que tiene del gobernador, de las insuficiencias que ve en la Federación, de las debilidades que aprecia y conoce de las policías municipales, se vio al secretario de Seguridad, Álvar Cabeza de Vaca arribar al Palacio Legislativo a una reunión privada con los diputados locales.

Respondió secamente a algunos cuestionamientos del reportero Alejandro Ramblas y entró al recinto.

Adentro, aguantó a pie firme las críticas y cuestionamientos de los diputados locales. Las mismas que ha escuchado en casi diez años que lleva en el cargo, más de la mitad de los cuales ha escuchado una y otra vez el “renuncie, secretario”.

Un viejo ritual que ya conoce Cabeza de Vaca, empoderado como nunca en la entidad.

Ahí, frente a los diputados, se quejó de las policías municipales.

Y volvió a hablar de sus resultados, de las calificaciones a las Fuerzas de Seguridad del Estado, de sus buenos salarios, de las detenciones, del maravilloso tándem que forma con el fiscal Carlos Zamarripa.

Su cuestionamiento a los cuerpos policiacos municipales fue inmisericorde, aunque sí malabareó un poco cuando le preguntaron si había otro caso como Juventino Rosas, con una Policía contaminada totalmente del crimen organizado.

Incluso dijo que ellos podían saber cuando algo así pasaba en una corporación aunque sus facultades son limitadas.

A fuerza de que son repetitivas, las comparecencias de los titulares de la estrategia de seguridad en Guanajuato ante el Congreso del Estado, en lugar de representar un trago amargo para ellos, se han convertido en un trámite -a lo mucho incómodo- que despachan con un poco de paciencia.

¿Ganó algo nuevo la oposición en el Congreso local con la comparecencia del pasado viernes de Cabeza de Vaca o no le quitaron una pluma a su gallo cuando ha ido ante el Congreso local?

Fueron seis horas de diálogo en el que el funcionario lo hizo a su estilo, hasta regañón y desdeñoso de los cuestionamientos hacia el Estado. Incluso, llamando la atención de los legisladores de que tendrían que reclamarles más a sus alcaldes que son los primeros responsables de enfrentar a la delincuencia.

Cabeza de Vaca se dio el lujo de decir que ni siquiera la prevención del delito es responsabilidad absoluta de la dependencia que encabeza, sino intersecretarial.

En otras palabras, capoteó el temporal, se empleó a fondo un poco más frente a algunos diputados con más empaque como Yulma Rocha y Gerardo Fernández y se regodeó con los más rebeldes que son los morenistas.

Hay una burbuja que blinda al secretario de Seguridad del Estado, hoy reforzada por su viejo conocido, Luis Ernesto Ayala. Nada lo perturba. La mayoría lo cobija con un formato que manda la rendición de cuentas a lo oscurito.

Mientras a nivel federal acabamos de ver a los secretarios de la 4T desfilar ante el Congreso y exponerse a los cuestionamientos y hasta desplantes de los diputados federales del PAN, en Guanajuato, el partido en el poder le da todas las facilidades al secretario de Seguridad para que se luzca ante los diputados.

¿Por qué allá si se puede y aquí no? No se trata de tener el show ni de preguntar qué hemos ganado con las ‘chorromil’ comparecencias anteriores de Cabeza de Vaca. Probablemente se ha ganado poco. El punto es destacar la zona de confort en la que el funcionario rinde cuentas.

Y la oposición tiene que aceptar. Acepta. Es eso o nada. En Guanajuato, los adversarios del panismo bailan al son que les tocan desde Palacio de Gobierno. Les dicen ‘no’ a todo y avanzan en la neutralización de sus cuestionamientos.

No es la primera ni la última vez que la aplicarán. El panismo gobernante seguirá recurriendo a la misma técnica para no desgastar en exceso a funcionarios que con nueve y 11 años en el cargo respectivo ya se saben de memoria la técnica para ablandar a los que llegan con ánimo de camorra. La arrogancia como respuesta.

Y de esa forma, el PAN desvía la atención. La culpa es de los alcaldes, del sistema, de la Guardia Nacional. Escurrir el bulto y repartir culpas. La especialidad de la casa.

Hace unos años eran las mujeres estelares de la bancada del PAN en el Congreso local y ahora el destino las ha colocado en la gloria y también en el purgatorio o muy cerca del infierno del desempleo.

Elvira Paniagua, Libia Dennise García y Beatriz Hernández Cruz integraban la bancada panista en el Congreso local entre 2015 y 2018. La primera de ellas se fue a gobernar Celaya y no le fue bien. La segunda buscó la reelección y ahora es secretaria de Gobierno. Es a la que le ha ido mejor. La tercera renunció al PAN y fue a gobernar Salamanca, pero se peleó hasta con los de casa.

Paniagua puede celebrar el rescate que le hizo el gobernador para llevarla a una Subsecretaría de Gobierno. Libia Dennise ahora es hasta precandidata en 2024 y Hernández Cruz tiene que picar piedra muy lejos del PAN, cerca del PT de Fernández Noroña. Vaya declive.

CARLOS MEDINA: CUANDO PATEABA EL PESEBRE DE LA SEGURIDAD

La crítica que más les duele a los gobiernos panistas en Guanajuato es la que sale de sus propias filas y en no pocas ocasiones es a la que han estado más expuestos.

Y si no, que le pregunten a Luis Enrique Ramírez Saldaña, quien hace exactamente cuatro años era colocado en el banquillo de los acusados por el entonces síndico del Ayuntamiento, Carlos Medina Plascencia.

“Muy bien, compadre, nomás que vamos viendo su nivel de incompetencia, y quiero decir muy claramente y asumo la responsabilidad: para mí es un incompetente el secretario de SP. ¡Ya estuvo suave de que quiera endosar la responsabilidad a quienes no la tenemos!”.

Y así completaba su arremetida:

“Yo creo que no tiene por qué sufrir este desgaste la administración, por la incompetencia e incapacidad del secretario de Seguridad Pública y el equipo que trajo de Irapuato (…) El Municipio no merece que estén sucediendo este tipo de cosas, y si nos remitimos a sus palabras cuando recién ingresó a la SSP, de que en seis meses daría resultados, pues yo les podría decir que sus resultados son muy magros o negativos”.

Unos días antes, Ramírez Saldaña emplazaba a los miembros de la Comisión de Gobierno y Seguridad Pública que le ayudaran a agilizar la compra de los chalecos, lo que hacía responsable de la demora al Comité de Adquisiciones, que presidía Carlos Medina.

Un par de semanas antes, se hablaba en la administración de una intentona del grupo cercano de López Santillana de tumbar al tesorero Gilberto Enríquez, muy cercano a Carlos Medina.

Las críticas de Medina Plascencia estaban salpicadas de jiribilla porque tenía el interés de que el gobierno municipal mantuviera un software para seguridad que López Santillana no quería.

Pero el exalcalde no enfrentaba a Medina abiertamente, como tampoco lo hacía Luis Ernesto Ayala y entonces la oposición con Sergio Contreras y Salvador Ramírez Argote capitalizaban a su favor esa guerra intestina.

Esos ingredientes de descontrol en casa, una figura como Medina agitando el avispero y adversarios al PAN más avezados en el Cabildo, ponían en predicamento al secretario de Seguridad que no tenía el manto protector desde Palacio de Gobierno como lo tiene ahora Mario Bravo.

¿DIEGO SINHUE 2024? O MANTENER A FLOTE AL PAN

En la temprana disputa por el 2024, el PAN a nivel nacional parece confirmar las contradicciones y debilidades que paulatinamente lo han desplomado a un lejano segundo lugar en el espectro electoral del país.

Esta semana emergió una fisura más en el blanquiazul que exhibe -sobre todo- la debilidad de sus liderazgos y su escasa estatura política que facilitan la labor a la 4T que, con todo y sus yerros, limitaciones y retornos al pasado, aparece sólido en el arrancadero rumbo a la elección presidencial.

Marko Cortés -que está muy, pero muy lejos de ser el personaje que un partido que quiere dar la batalla a Morena requiere- fue ventaneado por un pronunciamiento en el que se mostró más que pesimista frente a las posibilidades de su partido rumbo a 2024 y chocó frente al gobernador de Aguascalientes, Martín Orozco.

Cortés habría admitido que su partido tenía prácticamente perdidas cinco de las seis gubernaturas en disputa el año entrante y, de inmediato, sus detractores saltaron a la palestra.

Y en ese discurso, según el mandatario hidrocálido, Cortés habría dicho que el PAN también tenía pocas expectativas para ganar la presidencial, pero citó que debían convencer a Diego Sinhue Rodríguez Vallejo y a otros mandatarios estatales de abanderar la causa blanquiazul en la boleta.

Y el gobernador de Guanajuato no se deja querer. Y puede ser un rechazo estratégico, típico de quien quiere ser, pero ve que no es el tiempo de pronunciarse. Aunque la verdad, a como están las cosas en el escenario de arranque, Rodríguez Vallejo preferiría ser cabeza de ratón en Guanajuato que cola de león en lo nacional.

Embarcarse en una aventura al 2024 implicará para el nominado del PAN un gran sacrificio si se trata de alguien que hoy tiene un cargo de elección como Sinhue. En el ámbito nacional, ir contra la 4T no es la mejor ruta para ningún gobernador.

De por sí, Guanajuato aparece en la lista de los castigados en materia presupuestal, declarando la guerra con un gobernador precandidato, la cosa estaría peor.

Hoy se perfila para los siguientes tres años un escenario de mayor debilitamiento y división en el PAN a nivel nacional que obligará a los de Guanajuato a definirse por privilegiar mantener a flote la nave local y consolidar al estado como un bastión azul.

Con un PAN limitado en opciones frescas (no se ve cómo Ricardo Anaya pueda prender como no lo hizo ya en 2018), el panismo guanajuatense querrá prolongar la resistencia a la 4T en la entidad.

Frente a la debacle y mediocridad de sus actuales dirigentes nacionales, sálvese el que pueda.

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