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La oportunidad norteamericana

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Editor Web

La oportunidad norteamericana

El ascenso de Joe Biden a la presidencia de los Estados Unidos este miércoles, significará un parteaguas en la relación de esta nación norteamericana con el mundo, pero particularmente con México, uno de sus tres principales socios comerciales, con quien ha comenzado a tener serias diferencias en torno a la industria energética nacional, donde hay inversiones estadounidenses y donde no se están respetando aspectos marcados en el Tratado Estados Unidos-México-Canadá (T-MEC) por parte del actual gobierno federal.

Joe Biden encarna la agenda progresista en aquella nación, destacando entre sus puntos el apoyo a medidas en pro del medio ambiente, como el uso de las energías limpias, uno de los aspectos donde México había abrazado su participación en años anteriores, atrayendo inversión extranjera y donde ahora, por oscuras decisiones que abarcan el favorecimiento de grupos económicos y políticos adscritos al gobierno federal, se ha dado marcha atrás con el aumento en el uso del carbón, uno de los métodos de producción energética que más ha incidido en el calentamiento global. Los acuerdos con los Estados Unidos comprometen el uso de energías limpias, así que lo permitido en la era Donald Trump al gobierno de la Cuarta Transformación, no lo será en esta nueva administración Biden y con ello habrá impactos en varios órdenes.

Sin embargo, hay una gran oportunidad de negocios con el gobierno demócrata que hoy toma posesión: la llamada política “compra lo estadounidense” o “Buy American”, que pretende sustituir las importaciones chinas. Estados Unidos desea depender mucho menos de los productos del gigante rojo y concentrarse en fortalecer su industria y a la vez la región. Parte de esta doctrina pretende influir en sus socios del T-MEC para que también disminuyan su consumo con China y lo aumenten con Estados Unidos. Esto tiene como fondo disminuir el déficit comercial estadounidense con los orientales, primordialmente.

La sustitución de importaciones abre entonces una puerta para que los mexicanos puedan abarcar lo que China ya no podrá introducir, pero se necesita la conjugación estratégica de objetivos y metas entre el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador y el sector privado, por ahora distantes, pero que pueden encontrar un nuevo punto de encuentro a partir de la incursión de Tatiana Clouthier como nueva secretaria de Economía. La norteña está tratando de adaptarse pronto a su cargo y sobre todo en tener las alianzas que por ahora no existen o fueron rotas.

Para los propósitos geoestratégicos de los Estados Unidos la participación de México es esencial por simplemente compartir 3 mil kilómetros de frontera y tener una gran población de mexicanos y sus descendientes en su territorio. Además, le representa puerta y cerrojo para América Central. De ahí que es altamente probable que use a sus más experimentados diplomáticos para reencaminar la relación con el gobierno mexicano y sutilmente frenar el intento de la Cuarta Transformación por romper el proyecto de integración económica norteamericana de libre mercado, a cambio del retorno a un nacionalismo petrolero de los años setenta del siglo 20.

Para los guanajuatenses la circunstancia ofrece la oportunidad de inserción, pues cuenta con la ventaja de una industria más desarrollada que buena parte de México y puede hacer del sector automotriz el vínculo para la instalación de otro tipo de sectores de alta tecnología, que pueden proveer a los Estados Unidos, sustituyendo lo hecho en China.

La sustitución de importaciones chinas por parte de Guanajuato es uno de los caminos que comienza a explorar el gobierno del estado para apuntalar la industria automotriz y así cumplir con el T-MEC respecto al porcentaje de partes que debe tener la producción local y nacional para poder ser exportada a Estados Unidos. El esfuerzo debe ampliarse a otros sectores ante lo que se viene.

Pero, el esfuerzo de Mauricio Usabiaga Díaz Barriga, secretario de Desarrollo Económico Sustentable, junto con el titular de la Coordinadora de Fomento al Comercio Exterior (Cofoce), Luis Ernesto Rojas Ávila, tiene que darse en una dinámica de fomento a todo el sector productivo local, no solo a los de siempre, los que cuentan con mayor capital y relaciones. Debe hacerse un esfuerzo integrador, de micros a pequeños, fomentando un cambio de cultura empresarial y hasta de trato a los trabajadores, desde el nuevo paradigma T-MEC. Inclusive, debe rescatarse a aquellos que han caído en desgracia por la pandemia. Si se logra, Guanajuato entonces si podrá competir con Nuevo León, donde los negocios de los regios, no los extranjeros, son de otro nivel.

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