Viernes, 24 Enero, 2025

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La ruta del fentanilo

En México nadie está a salvo de los daños que dejan no sólo el consumo sino la venta y distribución de sustancias y estupefacientes
Opinión

Juana Adriana Rocha

La ruta del fentanilo

La ruta del fentanilo

Mientras nuestras autoridades plantean acuerdos internacionales para luchar contra el tráfico y consumo de drogas, ninguna estrategia local parece funcionarles. Las adicciones son una sombra que pesa sobre todos los jóvenes sin suficientes oportunidades.

“México no fabrica precursores químicos, vienen de Asia”, afirmó el pasado jueves Rosa Icela Velázquez, titular de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana. La funcionaria reiteró así las declaraciones del presidente López Obrador, acerca de que nuestro país no fabrica fentanilo, en la cumbre de seguridad celebrada en Washington entre autoridades de México, Estados Unidos y Canadá.

Pero este viernes el Departamento de Justicia del vecino del norte acusó a 28 miembros del cártel de Sinaloa del tráfico, distribución y elaboración de dicha sustancia en una conferencia encabezada por el fiscal general Merrick Garland. Los tres hijos de Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán salieron a relucir.

¿De dónde viene?

El pasado 14 de abril Anne Milgram, directora de la DEA, reveló los resultados de una exhaustiva investigación a la red de ‘Los Chapitos’, dirigida por Ovidio, Jesús e Iván Archivaldo Guzmán Salazar.

Se descubrió que el clan se asoció con compañías chinas que producen los precursores, los ingredientes base del fentanilo. A través de intermediarios en Centroamérica, los químicos eran transportados a México. En nuestro territorio, la célula criminal fabricaba en laboratorios clandestinos el polvo y pastillas que posteriormente se distribuían en Estados Unidos.

De acuerdo con Milgram, ‘Los Chapitos’ y su gente mezclaban el fentanilo en medicamentos como el Xanax y el Percocet, para hacerlo más adictivo. Este opioide sintético se considera 50 veces más potente que la heroína.

Este ‘modus operandi’ se hizo público un día después de que Rosa Icela Velázquez, junto con el canciller Marcelo Ebrard, presentara ante sus homólogos estadounidenses y canadienses una estrategia de colaboración para frenar la crisis que ha causado el fentanilo (de la que intentó deslindar a México).

Rosa Icela habló de aumentar las incautaciones de precursores químicos, drogas y armas, continuar con la detención de líderes criminales, desmantelas sus redes financieras, y bajar el consumo de sustancias sintéticas.

En Estados Unidos, se estima que el negocio del fentanilo cobra hasta 200 muertes al día. El tema genera tensión entre dos naciones, una que siempre suele responsabilizar a agentes externos de sus desgracias, otra que no ha podido evitar el fortalecimiento del narco en décadas.

Amenaza latente

Mientras nuestras autoridades plantean acuerdos internacionales para luchar contra el tráfico y consumo de drogas, ninguna estrategia local parece funcionarles. Las adicciones son una sombra que pesa sobre todos los jóvenes sin suficientes oportunidades.

Aunque el consumo de fentanilo no es uno de los principales entre los mexicanos, no se debe minimizar su amenaza.

Entre 2018 y marzo de 2023 la Secretaría de la Defensa Nacional aseguró seis toneladas de esta droga. En 2022 se detectó a 300 personas en tratamiento por su adicción a ella.

¿Cuál es la situación de nuestro estado? A finales de marzo, durante la glosa del quinto informe de Diego Sinhue Rodríguez Vallejo, el secretario de Salud, Daniel Díaz afirmó que el fentanilo está lejos de ser la sustancia ilegal de mayor consumo en Guanajuato.

Sin embargo, reconoció la necesidad de emprender acciones preventivas para evitar que su uso incremente.

¿Qué acciones? El gobierno estatal insiste en la promoción de ‘Planet Youth’, cuyo impacto continúa rodeado de incógnitas. La semana que culmina Daniel Díaz viajó a Guatemala para hablar del programa. El secretario expuso las cifras correspondientes a la entidad.

Es preocupante el rango de edad en que comienza el consumo de alcohol y tabaco. El 21% de 130 mil jóvenes encuestados probó el alcohol antes de los 13 años, el 9% fumó por primera vez, también antes de los 13. Ambas sustancias, se nos dice hasta el cansancio, son la puerta para otras más fuertes y adictivas.

La otra cara de la moneda

Antes de que la DEA revelará el rol que cumple México en la producción del fentanilo, el presidente López Obrador entabló comunicación con autoridades de China, y habló de otras formas de controlar la proliferación del químico.

El pasado lunes sostuvo que tras consultar a expertos se determinó que es posible reemplazar el 35% del fentanilo de uso médico (utilizado en anestesia y tratamiento de dolores crónicos).

“Aunque tenemos el control, que no se tenía antes, sobre el ingreso del fentanilo con usos médicos, de todas formas, al estar prohibido ya no habría ninguna posibilidad de que pudiese importarse y lo sustituimos por otros analgésicos”, justificó AMLO.

El doctor Alejandro Macías denunció en su popular cuenta de Twitter que ya comenzó el desabasto del medicamento en hospitales de México. Explicó, además, que el opioide fabricado con precursores de manera clandestina no tiene ninguna relación con el fentanilo destinado al sector salud.

Las reacciones entre los detractores del presidente no se han hecho esperar, se le acusa de poner en marcha otra de sus ‘ocurrencias’. López Obrador habla de ‘control’ cuando México continúa a merced del crimen organizado y el centro del país es territorio que se disputan al menos tres cárteles.

LO SUPERFLUO: Después de darse a conocer la ruta del fentanilo, Estados Unidos espera mantener a su población a salvo de la mortal droga.

LO PROFUNDO: En México nadie está a salvo de los daños que dejan no sólo el consumo sino la venta y distribución de sustancias.

JRP

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