¿Le sobran o le faltan?
Los revendedores son un gremio que, a pesar de su poca discreción, opera en total impunidad. Ticketmaster sostiene que vende un máximo de ocho entradas en sus preventas exclusivas para clientes Banamex. Pero los fans que compran en línea, con el corazón y tarjeta de crédito en mano, siempre se quedan sin boletos. El senador Ricardo Monreal intentará salvarlos.
Juana Adriana Rocha
Esta es la historia de cómo el escándalo de una influencer llegó hasta el Senado de la República y culminó en una demanda cuyas consecuencias están por verse.
“La más jubilada”, así se declaró Miroslava Valdovinos, alias @CigarrosDeMiel, influencer que hace un par de semanas ofrecía a través de Twitter 108 boletos para el festival musical Corona Capital. El costo de los boletos iba desde los 3 mil 690 hasta los 9 mil 800 pesos.
La publicación se viralizó y llovieron en la red social las denuncias por reventa. La joven se defendió argumentando que el propio festival le proporcionó los boletos para distribuirlos.
Sin embargo, el 25 de agosto desde las cuentas oficiales del Corona Capital y Ticketmaster, su versión fue desmentida. “No caigan en estafas”, advirtió el community manager del Corona, “revender es ilegal”, enfatizó Ticketmaster.
Valdovinos desapareció del mapa virtual, aunque el escarnio continuó aún después de que cerró Twitter, Facebook, Instagram, TikTok… Pero la cancelación de la influencer solo colocó bajo la lupa un tema siempre rodeado de especulaciones.
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El imperio de Ticketmaster
“¿Le sobran o le faltan?”, es el grito a las afueras de toda sede de grandes conciertos y partidos de futbol. Son los revendedores de boletos, un gremio que a pesar de su poca discreción, opera en total impunidad.
En su página oficial, Ticketmaster sostiene que vende un máximo de ocho en sus preventas exclusivas para clientes Banamex; de forma regular, seis, ocho, 10 o hasta 12 boletos por persona dependiendo del evento, “buscamos combatir la reventa, reducir el acaparamiento y garantizar una adecuada distribución de los boletos para todo el público”.
¿Cómo obtuvo Miroslava Valdovinos 108 entradas? ¿Cómo las obtienen el resto de los revendedores? En los últimos días, internautas han expuesto a otros particulares y páginas que se dedican a ofertar boletos a sobreprecio.
Ticketmaster es también la plataforma donde se adquieren las entradas al Festival Internacional Cervantino. El pasado 28 de junio, en sólo 15 minutos se agotaron las oportunidades para ver las presentaciones de Joan Manuel Serrat, Lila Downs, Caifanes y Café Tacvba.
Estos episodios son frecuentes. Fans con el corazón y tarjeta Banamex en mano, siempre se quedan sin boletos. En febrero bastaron horas para que volaran 276 mil, algunos hasta de 9 mil pesos, para ver al reggaetonero Bad Bunny; SOLD OUT once meses antes del concierto.
El monopolio de la cultura y el entretenimiento en este país, lo controla Ticketmaster.
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Un senador ‘se trepa al tren’
“Doctor Monreal, yo a usted lo amo”. Así versa un meme en respuesta al anuncio que lanzó en Twitter el coordinador de Morena en el Senado el 27 de agosto, aprovechando el tema en boga. ¿A quién le viene mal un poquito de popularidad entre ‘los chavos’ cuando sepersigue la presidencia?
Ricardo Monreal presentó una iniciativa de reforma al artículo 76 de la Ley Federal de Protección al Consumidor. Su intención es frenar el abuso en los precios y la reventa, y eliminar comisiones, cobros por impresión, cobros por entrega del producto, entre otros cargos.
Por su parte, el 30 de agosto Ricardo Sheffield Padilla, titular de la Profeco, llamó a una acción colectiva en contra de Ticketmaster, pero solo para denunciar cancelaciones inesperadas de eventos o negativas de reembolso.
Sheffield se deslindó definitivamente del escándalo, del que sin tapujos se colgó Monreal, cuando Ticketmaster demandó penalmente a Miroslava Valdovinos. “Dado que la empresa tomó acción, ya no es necesaria intervención de Profeco en ese caso”, declaró a ‘Milenio’.
El mismo medio revela que de acuerdo con la Policía Cibernética, este 2022 las denuncias por reventa se triplicaron. Pero la Profeco se lava las manos.
También al lavado de manos se sumó Grupo CIE, corporativo a cargo del Corona Capital, que no emitió postura alguna.
En su sitio oficial, la empresa invita a quienes se quedaron sin boletos para su festival, a registrarse y “esperar noticias”, mientras en Ticketmaster las entradas están agotadas. ¿Será que re-revenderán los que no logró colocar la influencer cancelada?
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