Sábado, 11 Enero, 2025

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Los malos de la película GameStop

Crédito vs Capital
Opinión

Staff LC Camargo

Los malos de la película GameStop

Estimado lector, si usted es de los que piensa que los precios de las acciones de las empresas que cotizan en los mercados de valores siempre incorporan la mejor información sobre los valores fundamentales y que cualquier cambio es solamente debido a nueva información confiable y precisa, lamentablemente tengo que decirle que ese tren partió hace mucho tiempo.

Más allá de lo acontecido la semana pasada, que registró el inicio del mayor enfrentamiento entre Hedge Funds y Retail Traders con las acciones de la empresa GameStop (NYSE:GME), ha puesto nuevamente en el aparador, una de la prácticas de inversión más controversiales y de alto riesgo, como lo es la denominada posición corta o venta en corto de acciones. En el presente artículo, no me enfocaré en definir esta práctica, pues mucho se ha escrito al respecto, sino me enfocaré en su aportación al mercado.

Los inversionistas suelen valerse de diferentes técnicas de análisis y diversas fuentes de información para evaluar si el precio de una acción representa su valor íntrinseco, desde la compararativa con pares de la industria,  revisión de la información financiera, factores de riesgo, tecnología, tamaño del mercado, ciclo económico y hasta estimar la demanda futura para validar el potencial de crecimiento, pero la era de las redes sociales y el ascenso de los influencers representa el pináculo de las finanzas conductuales que no siempre obedecen a estos métodos.

Hay quienes consideran que es negativo para los mercados que los inversionistas al detectar que el precio de una acción no corresponde con el valor determinado en su análisis, decidan adoptar una posición de cobertura o especulativa según sea el caso, vendiendo acciones en corto  (Sell High/ Buy Low), pues no es bien visto, que ellos obtengan ganancias cuando todos los demás inversionistas pierden.

Además de los beneficios ampliamente conocidos como estrategia de cobertura y provisión de liquidez a los mercados, la presión que ejerce una posición corta en una compañía, es la de alinear los intereses del management con sus accionistas, pues lo lógico es disipar  a través de un buen desempeño las dudas planteadas por esos inversionistas no convencidos del rumbo de la empresa.

Lo anterior beneficia a todos los inversionistas, pues actúa como contención ante la sobrevaluación y también ejerce contrapeso al exceso de confianza que produce la psicologia de masas ante la recomendación de ciertos activos búrsatiles por parte de influencers que entre sus filas ahora también incorporan a reconocidos emprendedores, como es el caso de Elon Musk.

Recordemos que algunas posiciones cortas han desembocado en el descubrimiento de fraudes corporativos como fue el de la fintech Wirecard (FRA:WDI) en junio del año pasado, WorldCom (NASDAQ:MCIP) en 2003 y el celebre caso de ingenieria contable de Enron (NYSE:ENE) en 2001 que también hizo caer a la firma de auditoria Arthur Andersen.

Asimismo hay célebres inversionistas en corto que escépticos ante la exuberancia irracional, pronosticaron grandes crisis búrsatiles como Michael Burry y John Paulson en 2008 con la crisis subprime, John Templeton en 2000 con la crisis dotcom, Paul Tudor James en 1987 con el Black Monday  sin olvidar al legendario Jesse Livermore en 1929 con la Gran Depresión.

Por naturaleza el inversionista promedio siempre tenderá a ser alcista, pues nadie invierte esperando pérdidas, el caso en curso de GameStop probablemente desembocará en nuevas regulaciones y los inversionistas en corto continuarán siendo los malos de la película, por lo que espero que los reguladores resistan la tentación de restringir las posiciones cortas, sería sumamente dañino, especialmente en una epoca en la que los mercados han roto todos los records al alza en plena pandemia y que han incorporado en sus silogismos para evaluar el riesgo, que solamente se vive solo una vez #YOLO.

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