Sábado, 11 Enero, 2025

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Luis Ernesto Ayala: se va hasta marzo

Pólvora e infiernitos
Opinión

Staff LC Camargo

Luis Ernesto Ayala: se va hasta marzo

UN MES MÁS. Al final, el secretario de Gobierno Luis Ernesto Ayala Torres renunciará a su cargo hasta el último día que la ley electoral le permite permanecer en él antes de irse a la contienda electoral: el 5 de marzo.

UN PASITO. Existía alguna posibilidad de que el también exalcalde leonés, se marchará una vez que se confirmara su candidatura a diputado local por el III distrito en León, cosa que debió ocurrir anoche mismo en la permanente del CEN.

LOS TIEMPOS. Pero todo parece indicar que el número 2 de Palacio de Gobierno se irá hasta los primeros días se marzo por lo que, quien se perfila como su relevo, la diputada Libia Denisse García Muñoz Ledo, tendrá que aguantar unas semanas más y marcharse unos días después de que arranque el período ordinario de sesiones que será el próximo 16 de febrero.

AIRE. Habrá pues unas semanas de espacio para que la maquinaria partidista y burocrática del panismo se articule con los cambios en el gobierno y los ajustes en el partido.

QUE SI, QUE NO. En el PAN, hay opiniones encontradas en torno a si el salto de Ayala al Congreso, si gana la elección es un premio o un castigo. En el gabinete es el número 2 aunque en los hechos solo lleva la operación política mientras el secretario de Seguridad Alvar Cabeza de Vaca y el Fiscal Carlos Zamarripa se cuecen aparte en el tema de seguridad.

SIGUIENTE MISIÓN. Si gana su distrito y se hacen buenos los pronósticos, será el coordinador de la próxima bancada panista en el Congreso local y tendrá el papel de interlocutor con el poder legislativo con un mayor espacio de protagonismo que lo que ha mostrado como secretario de Gobierno.

LA INCÓGNITA. Sería su debut en el terreno parlamentario porque hasta ahora solo cargos en el gobierno ha desempeñado. Falta ver si llega y qué tipo de legislatura le toca encabezar. Hoy, el PAN tiene una mayoría que le permite aprobar casi cualquier cosa con el apoyo de aliados propios o de otros partidos. El 6 de junio podría ratificar esa condición o modificarla.

LA DEL ESTRIBO….

Ayer por la mañana, algunos medios nacionales comenzaron a manejar los nombres de calderonistas que se perfilaban para ser candidatos a diputados federales azules y que se votarían en la permanente vespertina del CEN.

Entre los nombres que manejaron destacaba el de Juan Miguel Alcántara Soria a quien encartaban como el potencial elegido en el distrito 9 con cabecera en Irapuato en donde el panismo guanajuatense propuso a Jorge Romero Vázquez, extitular del Instituto de la Juventud.

Al final, todo quedó como lo enviaron desde Guanajuato y no pasó de un fallido radiopasillo. Al final, queda la reflexión en el PAN de que ante la crisis de cuadros y frente al desafío monumental que representa para ellos la 4T, la nueva camada de liderazgos no da todavía el ancho.

Por eso, la salida más fácil es articular una alianza convenenciera con el calderonismo y regresar al protagonismo a los Gil Zuarth, Ramírez Acuña y las Margarita Zavala. Alcántara sonaba a un buen perfil de la vieja guardia azul pero se topó con pared.

Vamos a ver si segundas partes resultan buenas pero sobre todo efectivas para el panismo en este 2021.

RECORDAR ES VOLVER A GRILLAR

La debacle del PRI: 8 años de caída consistente

Hace 3 años, el entonces senador priista Miguel Angel Chico comenzaba a perfilar su renuncia al PRI al tiempo que se consumaba la candidatura de Gerardo Sánchez García a la alcaldía.

Un par de años antes, en 2016, el ahora diputado federal por Morena se tomaba un café con Alejandro Arias quien había sido su rival enconado durante varios años en el tricolor.

Chico y Arias se reconciliaban porque tenían entonces un enemigo común en el PRI: Gerardo Sánchez García quien se agenciaría la candidatura a gobernador en 2018.

La misma candidatura que de rebote ganó Miguel Chico en 2006 solo para perder claramente frente a Juan Manuel Oliva. No tan estrepitosa como la derrota de Gerardo Sánchez frente a Diego Sinhue en 2018.

Ambos priistas habían hecho una alianza en 2014 para quitar el control del partido a Francisco Arroyo y compañía. Pero la alianza no duró más que un año y se diluyó tras la elección de 2015.

“Me siento desatendido por el partido porque como aspirante también a gobernador nunca tuve una reunión previa con la dirigencia nacional y fui informado de la elección por el propio Gerardo Sánchez.

“Me informó que él era el candidato y que me citaba al día siguiente en el Comité Nacional, yo le dije que esa no eran las formas, eso lo tenía que haber realizado previamente el dirigente del PRI, Enrique Ochoa”, declaraba Chico un día como hoy hace 3 años.

Ya Sánchez García había armado su propia rebelión y amenazó con hacer insoportable la candidatura de Meade y de quien            quedara para Guanajuato si él no era el nominado.

“Yo lamento mucho que estén manejando las cosas así en el PRI. De ninguna manera, doy mi sentir, mi malestar, soy un senador de la república e independientemente de que no lo fuera, soy un militante del partido que como todos merecemos una atención”, apuntó Chico Herrera.

En 2006, Chico había pactado una alianza con Bárbara Botello.

Miguel Angel Chico era el dirigente estatal del tricolor en abril de 2007 y lanzó una embestida legal en contra de su antecesor Wintilo Vega y sus 2 colaboradores más entrañables, el propio Arias Avila y Antonino Lemus.

Ni Chico, ni Wintilo, ni Botello están ya en el PRI. Gerardo Sánchez está desaparecido y Arias, listo para los santos óleos.

LA IMAGEN DEL DÍA

Justino da la voltereta; Bye al precandidato marquista

Alguien en la cúpula panista guanajuatense cometió un doble pecado en el revire que les dio ayer la comisión permanente del Comité Ejecutivo Nacional que reivindicó al salmantino Justino Arriaga Rojas como candidato a diputado federal en el distrito 8 con cabecera en Salamanca y bajó al priista que habían propuesto.

El primero es de origen pues sabían que tenían que amarrar bien en el CEN la venia para que aprobaran el candidato que los jerarcas guanajuatenses querían; pero el segundo es mayor, de soberbia porque hace días que sabían que no traían todas las canicas en la permanente y aún así se exhibieron.

En Guanajuato, colocaron a Arriaga Rojas en el lugar 3 en un claro mensaje de que querían a cualquier candidato menos a él. Y al final, el exalcalde ganó la partida. Y es cierto, es solo una entre 14 candidaturas de mayoría y 2 plurinominales pero que para los jerarcas del panismo guanajuatense es un golpe al orgullo porque no están acostumbrados a que les corrijan la plana.

De manera particular, el dirigente estatal Román Cifuentes queda zarandeado porque como dirigente del partido es el responsable político de que las designaciones prosperen tal como se proponen en Guanajuato.

Si bien es cierto, la sesión de la permanente donde se aprobaron las propuestas, fue dirigida por Eduardo López Mares a quien no se le conoce por sus dotes conciliadoras, la operación política previa es de Cifuentes.

Y el hasta hace unos días desconocido Agustín Robles fue empujado por algún padrino al que le quedaron mal. Se dice que era una posición del exgobernador Miguel Márquez con la venia del ejecutivo en turno, Diego Sinhue.

Si esto es cierto, Márquez acumularía otro descalabro al patrocinar un externo. Ya le pasó en su sexenio cuando quiso hacer diputado federal al exrector de la UG, Arturo Lara y se topó con pared también.

Volviendo al tema, en el panismo guanajuatense, hay quienes aseguran que en un principio, Justino dudó en ir por la candidatura y fue hasta que se consumó la alianza con el PRD y con el PRI, que le entró con fe. Como quiera que sea, tampoco será fácil refrendar el triunfo.

Román Cifuentes tiene el consuelo de que es el primero de Guanajuato en la lista de plurinominales panistas; la secretaria ejecutiva del gobernador, Diana Gutiérrez está en una posición que también le asegura una curul en San Lázaro.

El suplente de Cifuentes es el propio priista Robles. Sería poco gratificante para él que en un futuro, se convierta en una suerte de “Juanito” azul y tenga que dejar su lugar a su suplente y lo regresen al Estado a algún cargo.

Dicen que él prefiere quedarse de jefe estatal en Guanajuato que ir a San Lázaro pero para como se pusieron las cosas, no sabemos si el gobernador Diego Sinhue quiera mantenerlo ahí.

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