MC y PAN: Coincidencias y diferencias en las soluciones
Visiones Uno revisa los planes económicos que proyectan por un lado, la panista Libia Dennise García y por otro, la emecista, Yulma Rocha y sorprende por los varios puntos en común que poseen en las temáticas que abordan aunque con diagnósticos opuestos del cuál es el punto de partida en este sexenio y la visión que se tiene del estado.
Contrastes y similitudes. Evidentemente, Libia ve un vaso medio lleno mientras que Yulma lo aprecia medio vacío. Ambas apuestan a la necesidad de diversificar la economía, refieren el nearshoring, la promoción del emprendimiento, la economía del conocimiento.
Más. También ambas reconocen el problema de los bajos salarios que se pagan en el estado. Libia propone acuerdos con empresas mientras que Yulma de la promoción de políticas de salario digno.
Encuestas. Desde luego, Libia en su calidad de candidata del partido en el poder tiene el handicap en contra de representar el continuismo, pero la ventaja de ser la puntera en las encuestas. Yulma puede tener el mérito de ser una opositora que reconoce las bondades de la estrategia que sigue el gobierno actual pero la adversidad de tener hoy, escasas probabilidades de triunfo.
El meollo. Mucho ojo con la propuesta de Libia Dennise para transformar Fondos Guanajuato en un ente que detone mayores posibilidades de financiamiento para personas y empresas, algo que no cuajó en este sexenio porque la dependencia está adscrita a la Secretaría de Finanzas y Administración con la tutela del secretario Héctor Salgado Banda. La clave está en la descentralización de Fondos.
Por cierto. Y ojo, Salgado Banda tiene porra oficial de cercanos al entorno dieguista aunque la candidata a la gubernatura no ha dicho si estaría dispuesta a dejar a quien alguna vez fue su jefe en el ISSEG.
La del estribo...
La viralización de la agresión de guardias del bar ‘Chabola’ de León que difundieron medios locales y que llegó a los nacionales provocó que el síndico José Arturo Sánchez Castellanos pusiera sobre la mesa la posibilidad de retirar los permisos de operar a la empresa de seguridad privada a la que pertenecen los guardias.
Es el poder de las redes sociales lo que inevitablemente nos lleva al cuestionamiento de si ese tipo de agresiones son un hecho aislado o más común de lo que pensamos.
DIEGO SINHUE-VILLARREAL: UNA ALIANZA PECULIAR
En su momento, era una alianza indispensable para el entonces candidato a la gubernatura, Diego Sinhue Rodríguez Vallejo quien se acredita el mérito de haber terminado con los grupos al interior del PAN.
Digamos que el inicio de la era de los dedazos con Miguel Márquez comenzó a doblegar o ablandar a los grupos que solían confrontar al oficialismo azul de tal modo que en su momento orillaron al único gran rebelde que realmente quedaba en el PAN, Ricardo Sheffield, a marcharse a Morena.
Pero eso fue una reacción a una acometida de Márquez quien tras un mal cálculo en 2015 que le obligó a cambiar la jugada en León con su candidato a la alcaldía favorito que era Diego Sinhue, en 2018 apretó tuercas para cerrar los caminos de rebelión de Sheffield y no dejarle otra alternativa que salir del PAN.
Ese fue el golpe maestro a lo que quedaba del bronx azul. En realidad, sentar a la mesa de la negociación a los Villarreal (Ricardo y Luis Alberto) ya era pan comido porque ellos no tenían el espíritu kamikaze de Sheffield. Aún más, quizá Diego Sinhue pagó muy caro el valor político de los Villarreal si tomamos en cuenta que 3 años después entregaron la plaza al PRI.
Rodríguez Vallejo hizo todo lo posible para complacerlos pese a que el entonces candidato presidencial Ricardo Anaya no quería a Luis Alberto en su elenco de candidatos a diputados federales por sus antecedentes como coordinador.
Originalmente, en 2018, Ricardo Villarreal buscaría la reelección como alcalde y Luis Alberto iría en la boleta federal. Pero Anaya fue tajante.
Y la única opción era el cambalache de candidatura entre hermanos. Que Luis Alberto fuese candidato a alcalde y Ricardo a la candidatura a diputado federal.
Ricardo Villarreal era uno de sus alcaldes panistas mejor calificados y quizá la muestra más clara fue que nadie nunca dentro del partido objetó su nueva postulación.
Los panistas no pensaban en los electores. La lógica del dieguismo era dejar contentos a sus candidatos. Los perfiles no importaban. En Guanajuato, la marca pesa y los sacará flote, decían.
Pero no resultó lo mismo un Villarreal que otro. En 2018 ganó Luis Alberto la alcaldía y su hermano, la diputación. Los 2 ganaron. En 2021, los 2 Villarreal buscaron la reelección y solo Ricardo logró ganar en las urnas. Luis Alberto mordió el polvo frente a su histórico rival, el priista Mauricio Trejo.
No tener oposición dentro del PAN tuvo como costo entregar San Miguel de Allende al PRI. En teoría no debería doler porque PRI y PAN son uno mismo ahora. Pero no. Ahí sí se van a dar con todo y sin simulaciones.
LA NARRATIVA OFICIALISTA Y LA INSEGURIDAD: EN LA MAÑANERA COMO EN GUANAJUATO
En la narrativa oficialista para tratar de vender como un avance la evolución de las cifras de homicidios dolosos en el país, las autoridades de todos los niveles no cejan en el empeño.
El informe mensual del gobierno federal presumió en voz de la secretaria de Seguridad, Rosa Icela Rodríguez una baja de asesinatos en todo el país en la comparación del arranque de 2024 con respecto al 2023 en donde Guanajuato no es la excepción aunque 3 de las ciudades de esta entidad (León, Apaseo el Grande y Celaya) muestran incrementos, a contrapelo de lo que ocurre en las cifras generales.
Si tomamos como referencia que en febrero de 2022, es decir hace casi 2 años, se registraron los mismos 231 homicidios dolosos del mes anterior y que salvo los meses de agosto (218), noviembre (207) y diciembre (229) de 2023, los otros 21 meses registraron una cifra más alta que la del mes anterior, podemos decir que la baja ya es más consistente.
Hay un dato que gustan presumir tanto el gobierno de Andrés Manuel López Obrador como el de Diego Sinhue Rodríguez Vallejo: la comparación de los homicidios que se registraban en el arranque del sexenio en 2018 con los de 2024. En ambos casos, las cifras van a la baja.
Y más favorable es el balance en ambos casos cuando la referencia es al pico que se alcanzó en 2020 y que ha venido consistentemente a la baja en los 3 siguientes años.
Cuando el gobierno federal hace la referencia a la violencia en cada sexenio desde la gestión de Carlos Salinas de Gortari, nunca hablan de las cifras absolutas de asesinatos en cada administración sino de la comparación de la cifra total del primer año de cada sexenio con la del último.
López Obrador habla de una disminución del 22% y su secretaria de Seguridad, Rosa Icela Rodríguez dice que es la mayor baja en los últimos años. Algo similar a la referencia favorita de Diego Sinhue Rodríguez, el mandatario guanajuatense que gusta de comparar la baja que se ha registrado a partir de 2020 hasta 2024.
Lo que nunca dicen ambos es que sus respectivas administraciones concentran la mayor cifra de asesinatos en la historia de cada uno de los ámbitos en los que ejercen el poder.
Y si Guanajuato no sale del primer lugar en incidencia de este delito es porque la baja de homicidios dolosos se ha dado casi en la misma proporción en lo federal que en lo estatal.
Y es cierto que en índice por cada 100 mil habitantes, Guanajuato mantiene el sexto lugar. Pero la variación en ese rubro ha sido mínima.
La gran diferencia en el discurso es que mientras la candidata favorita de López Obrador, Claudia Sheinbaum, no hace la más mínima crítica a la estrategia federal y hasta dice que va a reforzarla, la que definió Diego Sinhue Rodríguez Vallejo machaca su frase de "un nuevo comienzo" que tuvo como punto de partida el anuncio de que no seguirán ni el secretario de Seguridad, Álvar Cabeza de Vaca ni el fiscal, Carlos Zamarripa.
Y ahí está la gran diferencia, por demás previsible. La apuesta por la continuidad de Diego Sinhue a favor del dueto, se convirtió en un lastre no para él que ya va de salida sino para el panismo gobernante que tiene 33 años en el poder. Sheinbaum repite la narrativa lopezobradorista de culpar al neoliberalismo. Libia Dennise no tiene referente para ponerlo de villano favorito porque los que comprometió relevar llevan 12 y 15 años en el cargo.