Viernes, 10 Enero, 2025

13 ℃ Guanajuato

Necesaria empatía de los políticos con el Estado

Hace falta que el amor a la patria de la clase política lleve a una depuración en sus filas, para deshacerse de los mercenarios que pudieran haberse...
Opinión

Tomás Bustos Muñoz

Necesaria empatía de los políticos con el Estado

Hace falta que el amor a la patria de la clase política lleve a una depuración en sus filas, para deshacerse de los mercenarios que pudieran haberse infiltrado y, sin esos lastres, asumir la responsabilidad que le obliga en los momentos críticos que vive la humanidad, a causa del reacomodo económico de las potencias hegemónicas.

Los políticos de nuestro tiempo requieren de una reeducación para asumir su responsabilidad social. Como tarea urgente, necesitan conocimiento profundo del manejo mundial de la economía y de las consecuencias desagradables que ha traído consigo, teniendo como punto de partida, la realidad económica de México.

No puede ser empático y solidario con la población, quien no conoce las consecuencias de fenómenos como la desigualdad social, entendida como impedimento para acceder a una sociedad más justa, mediante el fortalecimiento de los criterios de equidad y justicia.

Es preciso entender que los rezagos en la salud por carencia de alimentos; que los espacios reducidos en los hogares; el pobre impulso a la educación para la salud; el empeoramiento de la salud mental de la población, entre otros, son factores que impiden e impedirán el acceso a las oportunidades que plantea el reacomodo económico de las potencias mundiales.

No será ocioso pensar en los límites que existen para garantizar a la población del mundo, acceso a lo indispensable para sobrevivir y llevar una vida digna, capaz de aprovechar las características en las que se apoya la dignidad de la persona humana, que requiere el ejercicio de su racionalidad y colmar las expectativas de ser libre y feliz.

Teniendo en cuenta lo anterior, es necesario replantear en la necesidad de reducir sustancialmente el acceso a lo superfluo, para aspirar a eliminar la miseria y propiciar la austeridad como forma de capitalizar, para fortalecer las actividades económicas que lleven bienestar a todos por la seguridad colectiva.

De nada sirve vivir en la opulencia en medio de una sociedad agobiada por el hambre física y la fisiológica que impiden la satisfacción o mitigación de las necesidades fundamentales de todos los seres humanos con quienes nos vinculamos o encontramos todos los días.

Los altos índices de criminalidad tienen origen en las enfermedades físicas y mentales causadas por la insuficiente ingesta de alimento y la situación de miseria que genera también muertes prematuras por suicidio u homicidio.

El político que actúe en adelante, para detener la debacle en la que nos ha colocado la situación crítica que se vive, por el abandono de la persona humana considerada como tal, deberá asumir su responsabilidad, sin eludir la obligación ética de representar a la sociedad; promoviendo leyes que organicen a la sociedad en lo fundamental y se abata el abandono de la población, por parte del gobierno, argumentando que no les corresponde asumir responsabilidad amplia  ante algún problema social,  argumentado la clásica respuesta ..y yo por qué?

Los partidos políticos, habrán de promover una amplia solidaridad ante quienes resulten electos por voluntad popular., y evitar que funcionarios incompetentes, requieran de organizaciones “autónomas” para cumplir y hacer cumplir las leyes.

El derecho positivo deberá contener instituciones que se dediquen a defender la estricta aplicación de la ley, así como el espíritu que animó su existencia. Es cierto que el derecho debe respetarse, por seguridad, pero los privilegios deben suprimirse para evitar el trato desigual y favorecer con ello, la relación armónica entre la población.

Temas

  • Reflexión ciudadana