Palabras Mayores
DE SU RONCO PECHO
“Entonces, quiero regresar con esa madurez, con esa humildad, con esa generosidad o ya no va a mandar de vacaciones a los principios o ya no es a la mejor opción que se tenga en aquel momento, Peña Nieto o José Antonio Meade y lo digo con cariño hacia él. Nadie sobra pero está bien que aportemos conocimientos… pero no es posible que en un momento estemos siendo queridos y en otro, nos mandan a la congeladora porque a final de cuentas la institución es una”
Carlos Medina Plascencia
El exgobernador pide humildad y anuncia bloque de exgobernadores azules
DIEGO SINHUE: 2 AÑOS; INSEGURIDAD, PANDEMIA Y RECORTES
Condicionado por la estrategia centralista del gobierno de Andrés Manuel López Obrador que ha roto con el paradigma del reparto tradicional de recursos a los estados del país, beneficiando a los de mayor rezago social y menor aportación al PIB en perjuicio de entidades como Guanajuato, los 2 años de Diego Sinhue Rodríguez Vallejo como gobernador tienen que valorarse entre los claros de la gestión en salud y los grises y oscuros que deja la inseguridad.
Rodríguez Vallejo ha tenido que remontar varias adversidades. La más dura, la ruptura de la convicción federalista que benefició al PAN-Gobierno de Guanajuato en los 2 primeros sexenios de este milenio y que mantuvo una inercia razonable en el de Enrique Peña pero que con López Obrador tiende a desaparecer y que se pondrá peor si se atienden las señales del ambiente.
Después del cisma que en lo político representó la peculiar alternancia en Guanajuato y el “boom” que encarnaron las gestiones de Carlos Medina y Vicente Fox en la transición mexicana a la democracia en 1991 y 2000, hoy se puede aquilatar a la distancia que, con sus asegunes, entre 2000 y 2018 los gobiernos de Juan Carlos Romero, Juan Manuel Oliva y Miguel Márquez gozaron de un razonable apoyo de los presidentes en turno.
Los recursos que llegaron, ayudaron a que la economía de la entidad creciera, a que se consolidaran los efectos del “boom” automotriz y se construyeron obras importantes.
Justo ahora que, con dudas, el gobernador Diego Sinhue se suma a la batalla contra la 4T en la política de reparto de recursos, podemos decir que pudo ser insuficiente el apoyo de anteriores gobiernos federales a Guanajuato pero que, comparado con el actual, estaba en la gloria.
Contra eso lucha (a veces no con mucha convicción) el gobernador Diego Sinhue y los integrantes de la Alianza Federalista en una batalla que parece perdida.
Mientras, la otra batalla, la de la inseguridad que sigue siendo un lastre para el gobierno local, arroja resultados agridulces. La coordinación entre estado y federación ha mejorado sustancialmente. Se logró la captura de un personaje que se había convertido en una obsesión para la Federación y el Estado pero tal como se esperaba, eso no significó la pacificación o la disminución permanente de la violencia.
Ahí están los hechos y los números en las últimas 2 semanas. Cerca y lejos de Santa Rosa de Lima. Con o sin relación con ese cartel. Ese será un problema de todo el sexenio.
Y quién lo iba a decir, la atención en materia de salud a la pandemia por Covid19 que ha golpeado inmisericorde la economía nacional, se ha convertido en la nota positiva de Rodríguez Vallejo.
Las cifras también ahí están. Con sus respectivos resbalones, Guanajuato ha demostrado la fortaleza de su sistema de salud. Más pruebas, hospitales reconvertidos a tiempo, baja mortalidad, primera oleada bajo control, manejo local de semáforo epidemiológico.
Rodríguez Vallejo se abre paso en la 4T que avasalla sin contemplaciones. Se ve menos cómodo que el Bronx de la Alianza Federalista (El Bronco y Corral) pero tendrá que aprender en la dinámica del garrote y la zanahoria. No puede declarar la guerra abierta pero tampoco poner, siempre, la otra mejilla.
EL FONDO DE LOS MOCHES O NADA ES ETERNO
Hoy los gobernadores y alcaldes de todo el país, principalmente los opositores a la 4T aunque también algunos de estos, se quejan de la falta de recursos para infraestructura y vialidades y del centralismo asfixiante con el que se ejercen los recursos.
Y tienen buena parte de razón. El gobierno de Andrés Manuel López Obrador se ha ido al otro extremo y ha estrangulado los recursos que enviaba antes el gobierno federal a través de partidas como la de Zonas Metropolitanas, Fortalece o fondo de Moches o el que aún sobrevive: el FORTASEG.
Porque la 4T ha capitalizado a la perfección el desprestigio del lado oscuro de algunos fondos para cuestionar la forma en la que se asignaba el presupuesto en años anteriores.
Hace 3 años, en el ocaso del sexenio de Enrique Peña Nieto, el entonces coordinador parlamentario priista quería vender como una gran concesión de los legisladores la renuncia al Fondo de Fortalecimiento de Municipios y Entidades Federativas, conocido como Fortalece y coloquialmente, identificado como el de los moches. Ese fondo equivalía a mil millones de pesos y sería destinado a la reconstrucción de las zonas afectadas por el sismo.
Se trata de la partida en la que cada uno de los 500 diputados tiene acceso a 20 millones para apadrinar obras en los municipios o distritos de donde son originarios y que incluye, pavimentación de calles, adecuación de espacios públicos entre otros.
“El PRI plantea la desaparición del Fortalece, ni un centavo a ninguna diputada ni diputado para poder disponer de ello, el dinero no sobra; la Comisión de Presupuesto tendrá la oportunidad de reasignar y dar prioridad a la reconstrucción nacional”, justificó.
Y abundó: “Es más, ni crear siquiera el fondo, para que ninguna diputada o diputado de alguna fracción pueda sugerir el destino de esos recursos.”
Unas semanas después, en una reunión con gobernadores, diputados panistas encabezados por Marko Cortés demandaban sustituir ese Fondo por otra partida similar.
Al parecer los mochos buscan moche, pero esa partida que @AccionNacional desvirtuó y corrompió, no debe seguir”, posteaba Camacho Quiroz en un tuit.
Hoy, alcaldes priistas y panistas lamentan la escasez de recursos que la 4T canceló. Los excesos del pasado contra los excesos del presente. He ahí el gran problema. No hay gradualismo. Del blanco nos fuimos al negro.
CONTRA LAS CUERDAS
Tienen razón quienes dicen que Morena se cuece aparte como partido político en el gobierno. En muy poco se parecen sus problemas y contradicciones a las que vivieron en su tiempo, PAN y PRI desde el poder. En muy poco, aunque paradójicamente en los hechos cojeen de la misma pata de la incongruencia.
El evento de ayer en León fue una muestra de ello. Para empezar las contradicciones, una rueda de prensa en uno de los hoteles más “fifís” de León.
Con Mario Delgado, coordinador de los diputados federales morenistas a quien las encuestas ponen como puntero en la contienda, estuvieron personajes de chile, mole y pozole.
Delgado es apoyado por la dupla que forman Ricardo Monreal y Marcelo Ebrard. Por eso estaban ahí la senadora Martha Lucía Micher Camarena, eternamente afín al ahora canciller. Cercanos a Monreal están Ricardo García Oseguera, el diputado federal Miguel Angel Chico, el local Ernesto Prieto Gallardo y el “Chachis” Aurelio Martínez Velázquez.
Llamó la atención la presencia del diputado local Raúl Márquez Albo quien es incondicional del procurador Federal del Consumidor Ricardo Sheffield Padilla quien no había mostrado afinidad con proyecto alguno que incluyera a los personajes cercanos a Prieto.
Sheffield dice que apoya a Delgado quien se expresó positivamente de él. El exalcalde leonés dice que por prudencia, no estuvo presente porque es funcionario de la administración federal. Sus malquerientes advierten que es una estrategia no aparecer para no generar rupturas con sus otros vínculos: Alma Alcaraz que está hasta donde tope con Yeidckol Polevnsky.
Esta última, según las encuestas, tiene muy pocas opciones de ganar la contienda morenista.
Lo cierto es que el adversario a vencer para Delgado es Porfirio Muñoz Ledo quien fue tema en las reuniones privadas, primero ahí en el Crowne Plaza y después en el Holliday Inn. Particularmente se le cuestionó su cercanía con panistas que están otra vez de moda como Vicente Fox.
Todos tienen sus veladoras encendidas de cara a 2021. Por ejemplo, Ernesto Prieto no ceja en el empeño de ser el dirigente estatal Morena, vía los tribunales. Ayer, Delgado que no quería opinar sobre el litigio entre Alcaraz y Prieto, terminó diciendo que lo iba a apoyar.
Son los morenos en su jugo.
Y mientras tanto, los panistas de la vieja guardia también traen si show. Carlos Medina Plascencia critico el viernes en una videoconferencia a Vicente Fox Quesada y a Ricardo Anaya que quieren regresar por sus fueros en la política partidista. Medina les pidió humildad. Faltaba más.
El exgobernador, exalcalde y exsenador reafirma su tendencia a lucirse y aparecer más cuando el PAN vive crisis para pregonar su receta para la recuperación del rumbo del partido.
Medina Plascencia sigue teniendo adeptos y punch para la crítica interna. Hace unos años regresó como síndico a la política activa y probó las hieles de estar en la vitrina y ser torpedeado.
“Cuando encuentro oídos, ahí estoy”, dice Medina. Le encanta hacerla de incómodo y hacerse escuchar. Es más cómodo que meterse entre las patas de los caballos. Para él y para los panistas. Sino pregúntenle a Héctor López Santillana.