¿Qué pasó después de que Kerry y López Obrador se reunieron?
¿Qué pasó después de que Kerry y López Obrador se reunieron?
Es curioso, pero lo que se ve no se juzga. A la administración del presidente Biden le interesa tener buenas relaciones con México y con el gobierno de López Obrador. Por eso se reunieron en Sonora, el secretario John Kerry y el presidente mexicano se llevó al gabinete para participar en esta junta del más alto nivel. Del lado mexicano, se expusieron las intenciones de echar a andar el Plan Sonora sobre energía y litio, se les veía entusiasmados y hasta sonrientes. Al señor Kerry se le veía sumamente cansado.
Insisto en que las intenciones son claras: hay interés en estrechar relaciones, de otra forma el señor Kerry no habría abierto un hueco en su agenda tan apretada para pasarse por Sonora después de volar de Londres a Phoneix. El canciller Marcelo Ebrard, hizo énfasis en el nivel de compromiso que tienen ambas partes con este tema, ya que es de gran beneficio para el mundo pues se trata del legado para todas las generaciones venideras. Explicó que el presidente de México le encargó que: “Para el año 2024 el 98 % de gas metano que se produce con la producción de petróleo, se va a reutilizar”.
Los secretarios mexicanos andaban como abejitas trabajadoras en el panal. La secretaria de medio ambiente presentó las acciones y la estimación de cómo se reduceiran las emisiones de efecto invernadero, con miras a presentarse en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático 2022 que se llevará a cabo del 6 al 18 de noviembre de este año en Sharm El Sheikh, Egipto. Por su parte, la CFE presentó el avance de Puerto Peñasco que inicio obras en marzo de 2022 y para febrero de 2023 van a terminar siete circuitos en los que será la instalación más importante en América Latina de producción de energía solar. El director de LitioMex presentó los progresos para la exploración y explotación del litio y lo que será la producción estimada en Sonora.
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Así, pareciera que vamos viento en popa avanzando hacia los compromisos del milenio, que seguimos abrazando los compromisos de la convención de París sobre el cambio climático y que México ya decidió portarse bien, dejar de hacer cochinadas con el medio ambiente y hacer lo que nos toca. ¿Será? Porque si es así, el cansancio que se le notaba en el rostro al secretario Kerry le valió la pena y regresó a Washington con las manos llenas de buenos resultados. Por alguna extraña razón, a mí me parece que ahí hay gato encerrado.
De repente, toda esa vocación lopezobradorista de abonar por el petróleo, refinerías y energías no renovables da un bandazo y se va en la dirección opuesta para preferir la limpieza de la producción eólica. Seguro que el litio ya es más accesible y su extracción va a ser muy sencilla y todas las dificultades se cambiaron para convertirse en oportunidades que estamos dispuestos a aprovechar en México y a aplaudir y apoyar en Estados Unidos. Ojalá.
Pero, después de la reunión y las explicaciones del gabinete, hubo otra reunión privada a la que ya sólo se quedaron John Kerry, Ken Salazar, Marcelo Ebrard y López Obrador. Sospecho que esa fue la verdadera razón de que el viaje del señor Kerry tuviera una parada adicional en territorio mexicano. Entre estos dos países, más allá de amistad, la cooperación, el sincretismo cultural, el intenso intercambio comercial, hay una lucha permanente y constante entre dos identidades fuertes.
Se trata de una relación difícil, necesaria, interesada y, al final siempre fingida entre ambos lados para llevar una convivencia civilizada. Dos naciones que tienen prioridades distintas, dos mundos cuyos gobiernos nunca coincidirán en un objetivo común y, si acaso, vivirán eternamente necesitándose y soportándose. Y, en medio de todas estas complicaciones, hay compromisos que se tejen entre las administraciones a ambos lados de la frontera. Me temo que además que venir a hablar de energías limpias, el secretario Kerry traía temas de alta preocupación para la administración Biden.
Y mientras las fotos reflejan en cansancio de Kerry y las sonrisas de los mexicanos, hay una gran cantidad de migrantes que se quedan atorados en México, esperando a lograr su sueño americano. No sé, no es vana la pregunta. ¿Qué habrá pasado después de que se reunieron Kerry y López Obrador? Claro que se habló de energía. Creo que no fue el único tema que se abordó.
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