Domingo, 12 Enero, 2025

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REGRESO A CLASES Y EVENTOS MASIVOS EN PUERTA: ¿COMBINAR ES BUENO?

Pólvora e infiernitos
Opinión

Miguel Zacarias - Polvora e Infiernitos

REGRESO A CLASES Y EVENTOS MASIVOS EN PUERTA: ¿COMBINAR ES BUENO?

SE VALE. La estrategia de la autoridad estatal de mantener en el discurso, invariable, el regreso a clases presenciales para el próximo 30 de agosto parece sensata. Siempre habrá oportunidad con una fecha programada a mediano plazo de cambiar de decisión sobre la marcha.

RETAR AL DESTINO. El punto es que en el ínter, con varios eventos masivos en puerta, Guanajuato podría “quemar” ese bono que hoy le da la pandemia con pocos escasos y reducción importante de fallecimientos en los últimos dos meses en la contingencia por covid-19.

LA TÉCNICA. Los expertos advierten que la temida tercera oleada podría presentarse justo en el mes de septiembre. Y ya sabemos que los efectos en la pandemia se resienten con dos o tres semanas de diferimiento a la realización de un evento.

NUEVA NORMALIDAD. La Feria de Verano de León, desde ya, es uno de los eventos más polémicos porque implica la realización de conciertos bajo la modalidad de ‘islas’ o núcleos de espectadores que permiten una suerte de sana distancia grupal, algo que, según los propios expertos minimiza el riesgo.

A VER. Y ese riesgo, de cara al regreso a clases presenciales es justamente que en uno de esos eventos se pueda generar el incremento de contagios que daría al traste con los sueños del retorno.

EN PLATA. No hay que olvidar que la inmensa mayoría de los que regresen, niños y adolescentes, no estarán vacunados todavía. La Feria de Verano y su autorización están sujetas al comportamiento de la pandemia.

La estrategia de vacunación avanza y se espera que, por ese lado, se contribuya a la ansiada inmunidad de rebaño de manera suficiente para blindar ese retorno con todo y el reto ya citado: que los alumnos, que serán mayoría en los planteles educativos, no estarán inmunizados.

LA DEL ESTRIBO…

Interesante resultó ayer la mesa de trabajo de diputados locales con el director de la Comisión Estatal del Agua, Francisco García León quien presentó un panorama completo de las fortalezas, las debilidades y los retos en materia hidráulica para el estado.

En León, el acueducto El Zapotillo se ha vuelto un calvario, pero también una obsesión por el avance técnico que registra y los obstáculos políticos y legales que enfrenta.

Pero hay otros retos como el del reuso del agua, las crisis de no pocos organismos operadores y, desde luego, la sequía que pone contra las cuerdas a las autoridades.

Como ocurre en varios frentes, en el tema de organismos operadores de agua hay desniveles de miedo en Guanajuato. Municipios como León que tienen organismos sólidos, pero no exentos de problemas y otros más que se convierten en un lastre para las autoridades. La crisis toca la puerta desde diversos flancos en esa materia, aunque los usuarios seamos los que menos lo entendamos: mientras abramos la llave y tengamos el vital líquido, no se verá en toda su dimensión la magnitud del problema.

GUZMÁN ACOSTA: LAS CRÍTICAS DE AYER, LAS DEUDAS DE HOY

Lo que son las cosas. Hace un año, cuando estaba a punto de fenecer el plazo para contratar créditos que ofreció el gobierno de Diego Sinhue a empresas de Guanajuato para enfrentar los efectos de la pandemia, el actual director de Fondos Guanajuato, Antonio Guzmán Acosta cuestionaba la razón del desdén de empresarios que no habían solicitado ni la mitad de los tres mil millones que había dispuesto la autoridad.

Los críticos del método elegido decían que la falla estaba en las reglas de operación que no fueron las adecuadas, pero también porque se debió usar el sistema financiero comercial para dispersar el crédito. O lo que es lo mismo, es el resultado natural de la intentona del gobierno para hacerle el banquero.

Ya se habían colocado 800 millones de pesos sin problemas. Pero tres mil millones, avanzaban lentamente.

Y en ese entorno, Guzmán Acosta quien ha sido presidente del IMEF capítulo Guanajuato, contador de profesión y especialista en el tema (por cierto, militante panista) prendía la mecha en Twitter.

“En mi óptica los empresarios no desairan el crédito, simplemente lo están adquiriendo y no con quien improvisó reglas inadecuadas, hechas por personas muy bien intencionadas, pero sin experiencia en el sector financiero”.

Y agregaba: “en un estado como Guanajuato, con un banco local fuerte, la cooperativa más fuerte de América Latina más la tercera del país más una infinidad de SOFOMES, SOFIPOS y arrendadoras, no suena lógico, armar un esquema paralelo de dispersión del crédito”.

“Es momento para preguntarnos si no más bien debería el gobierno del estado dejar de ser jugador en la intermediación y volverse catalizador en la relación entre las empresas y las instituciones financieras por ejemplo con un esquema de garantías complementarias de crédito”.

Al día siguiente; en la misma red social, Sánchez Castellanos, todavía líder del CCE, respondía a los cuestionamientos que hizo Juan Antonio Guzmán Acosta.

“Todo mundo señala que hubo reglas de operación deficientes o mal diseñadas, pero nadie dice cuáles… de hecho las reglas son muy laxas, a menos que alguien quiera que el gobierno le preste dinero a quien ya antes no le había pagado a los bancos, o le preste dinero a quien no ha pagado sus impuestos, si a eso se refiere Juan Antonio pues está muy equivocado”.

“Dice (Guzmán Acosta) que se debió de haber utilizado a la banca comercial, ese comentario es el tamaño de su ignorancia pues, ¡sí se utilizó a la banca comercial! El programa de reembolso en tasa hace precisamente eso, fomentar que las empresas en lugar de solicitar un crédito al gobierno lo soliciten a la banca y el gobierno le pague los intereses, ah pero evidentemente si la empresa tenía un mal expediente crediticio esto no iba a funcionar, pero en este escenario de quién es la culpa ¿de la empresa o del gobierno?”.

LAS VACUNAS Y LA TORMENTA PERFECTA

Algo ocurrió con la segunda dosis de vacunas Pfizer que se convirtió en un punto crítico en Guanajuato y en León en concreto, cuando hasta ahora todas las jornadas, salvo algunos problemas aislados, marchaban sin problema.

Y no es sólo por lo ocurrido ayer frente a la Deportiva del Estado donde se vivieron momentos de caos y desorden, sino por el origen planteado en la conclusión de la jornada de vacunación el domingo por la tarde para adultos de 50 a 59 años, cuando no se advertían aglomeraciones y algunos centros de inoculación reportaban en horas previas un nivel bajo.

Es lógico pensar que si un grupo poblacional como es el de los 50 a los 59 años de edad pudo aplicarse la primera dosis sin aglomeraciones ni contratiempos a finales de mayo, la segunda debería ser más sencilla de implementar en logística. Ya estaba prefigurado cuántos se vacunarán. Pero no fue así.

Primero, cuesta trabajo entender cómo viernes, sábado y domingo del pasado fin de semana, en ninguno de los 13 puntos habilitados, se dio una afluencia del nivel que se apreció ayer en la Deportiva del Estado. Filas de cientos de personas que rodeaban el enorme complejo deportivo y que no cesaban después de horas.

El domingo al mediodía, de forma súbita, se anunció que las dosis se habían terminado mientras cientos de personas se quedaban sin aplicarse la vacuna. Es de entender que se acabó la dotación reservada para una jornada aunque ninguno de los días previos observó las aglomeraciones de ayer. ¿Desidia de usuarios? ¿Mal cálculo de la demanda de la autoridad?

Se anunció la jornada de ayer, única y con límite de horario y de dosis y entonces aparecieron las filas kilométricas. La tormenta que cayó en la zona de la Deportiva del Estado, inundó una parte de las instalaciones donde se aplicaron las vacunas y ahí se precipitó el caos.

La lluvia, las horas que permanecieron las personas formadas y las complicaciones logísticas fueron, literalmente, la tormenta perfecta que desató la furia de cientos de personas que hasta amagaron con bloquear el bulevar López Mateos.

Tras varias señales cruzadas, se reanudó anoche mismo la vacunación en la misma sede.

Y del “ya no hay vacunas” pasamos al “sí hay”. Y ahora estamos en el escenario de que podría haber uno o dos días más en León.

Es evidente que no salieron las cuentas a las autoridades que entienden que no pueden dejar sin segunda dosis (Pfizer) a quienes ya tienen la primera, como ocurre con los de 50-59 años en León y al mismo tiempo, aplicar la primera (del mismo laboratorio) a los de 40-49 en este y otros municipios, porque eso sí es un contrasentido.

Y, en efecto, son gajes del oficio. Lo de ayer fue la jornada más compleja para autoridades federales y estatales por la alta demanda de los biológicos y la reacción de cientos de personas. Ojalá la lección haya sido aprendida.

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