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Rocha Moya, una bomba de tiempo

El apoyo al gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha Moya, de la presidenta Claudia Claudia Sheinbnaum, del expresidente Andrés Manuel... 
Opinión

Raymundo Riva Palacio

 Rocha Moya, una bomba de tiempo

El apoyo al gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha Moya, de la presidenta Claudia Claudia Sheinbnaum, del expresidente Andrés Manuel López Obrador, de la mayoría de Morena en la Cámara de Diputados y de la maquinaria de propaganda del régimen, es lo que ha evitado su muerte política. No ha impedido, empero, que se haya podrido y que el apoyo incondicional del régimen esté infectando al gobierno. Rocha Moya es la cara más conspicua del poder del narcotráfico y de su control sobre el Estado Mexicano, por la fuerza y por la complicidad de miembros de la clase gobernante con el crimen organizado en el reino de impunidad y colusión en el que vivimos.

Culiacán lleva cuatro meses de guerra. López Obrador lo dejó a la deriva y Sheinbaum no ha podido evitar la guerra entre las facciones del Cártel de Sinaloa que luchan por su control. La desestabilización en la casa del cártel más podersoso del mundo se originó por la captura de su jefe histórico, Ismael El Mayo Zambada, en julio pasado en una operación realizada por la unidad internacional antiterrorista del gobierno de Estados Unidos. Cínicamente, el expresidente acusó a Estados Unidos de que haber detenido a Zambada causó la violencia, en franco reconocimiento de quién mandaba en el estado.

En estos tiempos de virulencia retórica y amenazas del presidente Donald Trump contra México por su tolerancia a cogobernar con los cárteles, y por haberles entregado el bastón de mando para apoderarse de cuando menos una tercera parte del país -de acuerdo a la Casa Blanca, el Departamento de Estado, el Pentágono y el Congreso-, el apoyo de Sheinbaum y del aparato del régimen a Rocha Moya no marcan diferencia entre ella y su predecesor, permitiendo el silogismo en la clase gobernante en Estados Unidos que si lo respalda es porque es cómplice.

No lo es. Las agencias de inteligencia estadounidense revisaron sus relaciones durante la campaña presidencial, y no encontraron vínculs con el crimen organizado. Los secretarios de Seguridad y Protección Ciudadana, Omar García Harfuch, y de la Defensa, general Ricardo Trevilla, tienen enlaces en Washington y una comunicación que no se ha detenido desde la Administración Biden. Dicho esto, la primera fase de la estrategia de restablecimiento de la seguridad de Sheinbaum, que pasa por la pacificación de Sinaloa, ha fracasado hasta ahora. Hay muchos generadores de violencia detenidos, pero no paran los tiros, los ataques, los asesinatos y los desaparecidos, ni tampoco la desesperación culichi.

Rocha Moya agrega desestablización política y lo sostienen en el poder pese a saber de su involucramiento con el Cártel de Sinaloa, como lo señalan dos informes de inteligencia que tiene el gobierno mexicano; uno detalla cómo los reyes del huachicol amafiados con líderes de Morena, financiaron campañas de al menos seis gobernadores, entre los que se encuentra Rocha Moya, y otro sobre la captura de Zambada y de Joaquín Guzmán López, el hijo de Joaquín El Chapo Guzmán, donde se subraya el papel central que jugó en la celada a El Mayo, en el asesinato de su acérrimo enemigo, el ex diputado y ex rector de la Universidad de Sinaloa, Héctor Melesio Cuén, y  en el encubrimiento de ese crimen. El ocultamiento de su participación lo hizo la Fiscalía General de la República, que abrió una investigación sobre el crimen donde exoneró implícitamente al gobernador, abierta como respuesta a una carta de Zambada publicada en las redes en agosto del año pasado, donde lo señalaba como pieza central en las relaciones con el Cártel de Sinaloa.

La carta de Zambada fue algo insólito para un capo que se mantuvo fuera del escrutinio público durante más de 30 años, que rompió únicamente cuando a través de Julio Scherer, que habló con él en la sierra, le envió un mensaje al entonces presidente Felipe Calderón a través de Proceso sobre el poder militar que tenía el Cártel de Sinaloa, para que fuera midiendo sus fuerzas. El Ejército, que era el responsable de combatirlo, no se le acercó. La carta de Zambada no iba sola.

Personas que conocieron cómo se dio la operación de captura de El Mayo y la forma como se ejecutó la operación, dijeron que fue acompañada de un documento de soporte que se entregó a las autoridades estadounidenses con sigilio, en donde se detalla la relación con Rocha Moya con el Cártel. Fue el primer guiño de Zambada por cooperar con Estados Unidos en el tema de la narcopolítica en México. No ha llegado todavía a un acuerdo con los fiscales en Brooklyn, pero están en negociaciones para evitar el juicio a cambio de información.

El respaldo a Rocha Moya de todo el régimen se explica en parte sobre lo que pudiera suceder si lo dejan a su suerte. Quienes lo conocen consideran que podrían intentar asesinarlo los grupos en conflicto -que sería un enorme golpe al gobierno de Sheinbaum-, o que fuera detenido por Estados Unidos, temiendo que que por débil comience a a cantar con la música que le pongan los fiscales en lugar de guardar silencio estoico y resistir su eventual juicio en prisión.

No sería extraño que los más altos personeros del obradorato vean este escenario con procupación, ante la incertidumbre de cuántos de ellos podría vincular con el narcotráfico, y decir todo lo que sabe de López Obrador como, por ejemplo, cómo se organizó su primera visita a Badiraguato para saludar a la madre de El Chapo Guzmán, y qué se negoció a cambio. Los fiscales en Brooklyn tiene pruebas de dos transferencias electrónicas que salieron de Culiacán al entorno del expresidente poco después de ese encuentro.

En todo ese entramado no participó Sheinbaum, y hasta donde se sabe, tampoco estaba enterada de lo que sucedía entre Palacio Nacional y Sinaloa. Pero la está afectando y dañando profundamente con la nueva Admninistración Trump. La putrefacción que le genera Rocha Moya se le va a ir subiendo si no la corta. Su dilema es cómo y hasta dónde, no el qué y el porqué, que es la contradicción en la que debe encontrarse.

rrivapalacio2024@gmail.com

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