Domingo, 12 Enero, 2025

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Sonia García: ¿alcaldesa o PANdemia cultural?

Divisadero
Opinión

Eliazar Velázquez - Divisadero

Sonia García: ¿alcaldesa o PANdemia cultural?

La tentación autoritaria y su afán de controlar todo como si el poder público fuera patrimonio personal, están llevando a la alcaldesa de Santa Catarina a cometer frecuentes excesos. 

Su más reciente atropello estuvo relacionado con las festividades patronales. Desde hace 33 años,  primero por iniciativa ciudadana, luego coordinada por casa de cultura, el 24 de noviembre, víspera de la fiesta principal, se realizaba una tradicional Topada de Poetas. Llegando la noche y hasta el amanecer, en una calle entre la iglesia y el jardín se congregaba la gente para ese momento tan esperado. Al paso del tiempo se fueron combinando todos los ingredientes para que ahí sucediera el hechizo que el Huapango Arribeño provoca a los serranos.

Sin embargo, esta alcaldesa del PAN relecta con escaso margen y oriunda de Querétaro, desde la comodidad que le da un Ayuntamiento mayoritariamente pasivo, sin ningún argumento sensato cambió la fecha y lugar. Quitándola del centro del pueblo la mandó hasta las orillas, a las instalaciones de la unidad deportiva localizada en un llano donde hay polvo, arrecia más el frío y donde se concentraron puestos y bailes comerciales de feria. 

Solo la soberbia convertida en estilo de gobierno, combinada con la ignorancia, pudo llevar a Sonia García Toscano a ese modo de actuar que remite a caciques arcaicos. Cuando así conviene a la promoción de su imagen o para buscar beneficios económicos utiliza esa tradición, ya hasta proyecta el ‘Festival del pulque y el huapango’, pero en los hechos la pisotea. Ese patrimonio cultural que ella manosea y pretende ofertar al turismo como un mero cliché folclórico, en el circuito de la poesía oral improvisada del mundo de habla hispana, es considerada una expresión artística única y singular por el modo como combina la décima espinela, el canto, música, baile, y por la complejidad de esos combates poéticos-musicales cuyas raíces se remontan hasta el medioevo europeo.

…Y le cayeron en la mentira

Es conocido en los corrillos políticos locales, que para salirse con la suya y acalambrar a sus interlocutores en alguna acción o planteamiento, García Toscano suele recurrir al dicho de que son “indicaciones” del gobierno estatal. 

Por eso no extraña lo que consigna el acta del 4 de noviembre en relación a la maniobra con la Topada: “se contempla la unidad deportiva municipal considerando que es un lugar abierto y de acuerdo a las recomendaciones de salud es adecuado…”.  

Sólo que luego de un trienio, ya no todos se la compran. La regidora María Llerena Nieto, una de las pocas voces discordantes en el cabildo, exhibió que esa decisión no se sustentaba en nada concreto, en el acta escribió con su propia letra: “firmo esta acta bajo protesta, debido a que la presidenta en su argumento sobre su propuesta menciona que es por recomendación del estado, y al preguntarle sobre algún escrito oficial sobre lo que menciona no lo presenta, argumentando que se lo mencionaron en una video llamada”.

Como ya es costumbre muchos en el pueblo agacharon la cabeza y se resignaron, pero también hubo quienes expresaron decididos cuestionamientos hasta en verso decimal, la molestia escaló al grado que para no dejar pasar la fecha y mostrar su inconformidad, un grupo de personas realizó una huapangueada independiente. 

Fue tan burda la falta de respeto a esa tradición, que en la publicidad de presidencia los músicos aparecen como si fueran zurdos, además se piratearon de la peor manera una fotografía tomada por un visitante europeo que ha registrado aspectos diversos de la emblemática Topada del fin del año en Xichú. Luego, uno de los trovadores potosinos originalmente invitados, tuvo que ser sustituido de último momento, ha trascendido que declinó al enterarse de una marrullería que le pretendían hacer. 

Aunque muy a su estilo, cabe la posibilidad de que ante el desastre la alcaldesa salga a declarar que el responsable de todo fue algún  subalterno. 

¿Cabildo ingenuo o cómplice?

Alguien debería informar al síndico y regidores de Santa Catarina que tratándose de la organización de la feria sus tareas prioritarias son en el orden legal, les corresponde velar porque el dinero público se aplique sujetándose a las normas, y en cuestión de programación de los eventos garantizar se definan con los criterios y mecanismos institucionales correspondientes, pero no es su función nominar grupos musicales al modo de jurado en ‘La academia’. 

En el acta de la sesión donde se aprobó el presupuesto para los espectáculos, se observa una hábil pirueta de la presidenta municipal, pues en lugar de poner a  consideración del Ayuntamiento la empresa o proveedor, sólo sometió a votación el nombre de las agrupaciones “el grupo musical Banda Prendida y Juan Gómez Capaz, con un costo de 780 mil más IVA…” 

Ya con impuestos, será un total de 900 mil pesos los que el cabildo aprobó por mayoría, sin que en el acta esté consignado a quién se le contratarán esos servicios.  

Aunque en la localidad ya se sabe que para ese tipo de negocios la alcaldesa suele tener entre sus favoritos a un empresario de Peñamiller, y a un “amigo” funcionario (estatal) oriundo de San Luis de la Paz. 

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