Guadalupe González, artesana de catrinas en Salamanca, lucha por su pasión y sustento familiar
Salamanca, Guanajuato.- Guadalupe González es una artesana que aprendió el oficio de la cartonería y elaboración de catrinas desde hace ocho años, de manera particular las elabora y vende desde su domicilio para apoyar el sustento familiar al presentar dificultades para caminar, sin embargo lamenta que la mayoría de las personas no valoren el trabajo y el amor de cada pieza al considerar “cara” la artesanía y tener que bajar el costo.
Guadalupe González, ama de casa de 64 años de edad, nunca se imaginó que acudir a un curso de cartonería específicamente de catrinas en la biblioteca pública de su colonia , detonaría su creatividad que la ha llevado a ir perfeccionando cada una de sus creaciones, las catrinas que realiza previo al “Día de Muertos” para que las familias puedan colocarlas en sus altares.
Ante las dificultades que tiene para movilizarse luego de un problema de salud en sus pies, la artesana se mantiene activa con esta actividad en el comedor de su vivienda, ahí va vistiendo con papel y engrudo cada uno de sus moldes que también creó con plastilina, dando forma e imaginando la vestimenta, los colores y el tema que saldrá de sus manos, aventurándose ahora con la creación de alebrijes.
“En mi mente voy pensando cómo la vestiré, si lleva trenzas, los detalles del vestido, partes de la cabeza, los detalles, hasta lograr ya terminarla, normalmente me llevo dos días en hacerla porque le dedico todo el tiempo porque en la casa por mis pies no puedo hacer nada, esto es lo que me alienta”.
Sin embargo al tratar de vender las piezas se dan cuenta que no todos están dispuestos a pagar el valor de cada catrina que va desde los 350 a 500 pesos dependiendo el tamaño y los detalles, y el recurso que se genere es de apoyo al gasto familiar, anteriormente vendía a las afueras de las escuelas.
Lo que también compartió Gabriela Pérez, hija de Guadalupe y quien apoya difundiendo las artesanías en redes sociales:
“Hay interés, pero cuando preguntan el precio ya no contestan, y es triste porque no solo con esta artesanía, en la mayoría de las ocasiones el trabajo de los artesanos no es valorado y siempre es el regateo, sin contar el esfuerzo, los detalles y lo que existe en cada una de las piezas”.
Gabriela se dice orgullosa de su mamá y las ganas que tiene para salir adelante con el apoyo de si papá quien es panadero, mientras que ella presenta un problema visual que no le permite salir sola,
“No nos hemos acercado a la casa de la cultura porque mi mamá no puede moverse mucho y además se desanima porque dice que sus piezas no son tan buenas como las que se exponen, pero son muy bonitas y están hechas con mucho esfuerzo y cariño”.
Finalmente, Guadalupe González espera que en esta ocasión la mayoría de sus piezas sean vendidas y puedan destacar en sus altares de muerto o en sus casas, y a quienes deseen comprar alguna de las catrinas puede hacerlo a través del teléfono 4641759297