Sin atención en 15 años, río Turbio distribuye metales pesados por Guanajuato
La contaminación del río Turbio lleva más de 15 años sin atención; el cauce atraviesa hasta siete municipios carga consigo metales pesados
Manuel Arriaga
Pénjamo.- El río Turbio es uno de los cauces más contaminados de Guanajuato y su situación es el reflejo del daño que ocasiona la industria. Sobre todo, la proveniente de León que descarga sus aguas residuales sin el control ambiental necesario.
Durante más de 18 años, los municipios por donde cruza efectúan reuniones para buscar el saneamiento del cauce. Sin embargo, ni un sólo resultado se puede palpar. Así, para los habitantes que viven en la rivera la contaminación y los malos olores de sus aguas, sobre todo en temporada de calor, resulta insoportable.
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El arsénico y otros metales pesados de la industria de León y San Francisco del Rincón son los contaminantes más peligrosos que llegan a la región suroeste de Guanajuato por el río Turbio. Así lo visibiliza Un estudio de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) donde establece la proliferación de ambas industrias como las responsables.
Asimismo, pone al cauce con un requisito urgente e inmediato de saneamiento. Pero en más de 15 años, las autoridades municipales, estatales y federales poco han hecho para aminorar la problemática y así figura como el sexto río más contaminado de Guanajuato.
De los 27 ríos y cuerpos de agua que tiene Guanajuato, siete —como el río Turbio— presentan indicios de raticidas, plomo, níquel, mercurio, arsénico, solventes, petroquímicos y desechos industriales. Todos ellos puntualmente potenciales para los seres vivos y de peligro mortal para el consumo humano.
Los cuerpos de agua y ríos más contaminados de Guanajuato son: Temascatío, Turbio, Batán, Laja y Lerma, así como la presa La Purísima.
Los minerales en la contaminación del río Turbio
En el 2005, un estudio de la UNAM confirmó la presencia de metales pesados en el Turbio. El trabajo del Instituto de Geología figura bajo el nombre ‘Monitoreo de contaminantes en las cuencas de los ríos Guanajuato, San Juan de Otates y Turbio y su impacto en el río Lerma, estado de Guanajuato, México’.
En este se establece que el río tiene cantidades de metales pesados por encima de lo permisible, incluso encima de los límites internacionales. En el estudio se demuestra la existencia de arsénico, cadmio, cobalto, cobre, cromo, hierro manganeso, mercurio, níquel y zinc.
De acuerdo a las conclusiones del estudio, los contenidos de cobre están por arriba de 100.0 mg•kg-1, fuera de los rangos medios mundiales considerados normales. Estos se ubican en la terraza de inundación del río Guanajuato y del arroyo Yerbabuena, probablemente asociados con actividades mineras.
En el sur de la cuenca el contenido alto de cobre se relaciona con las actividades industriales de Irapuato. Probablemente exista un transporte moderado de cobre a través de los sedimentos del río Guanajuato, movimiento que puede llegar hasta el inicio de la presa La Purísima.
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En el caso del manganeso, las concentraciones que se encuentran por arriba del rango medio mundial se restringen a áreas relacionadas con actividades mineras.
Además, señala que la mayor parte de los metales pesados entraron al sistema del río Turbio desde los años 50. La fecha coincide con el inicio de la industrialización de León, San Francisco del Rincón y Purísima de Bustos.
Por si fuera poco, las 79 comunidades de entre mil y dos mil 500 habitantes situadas a lo largo del cauce también vierten sus aguas residuales al río. La contaminación del río Turbio ha llegado a un punto de extrema preocupación.
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