Una voz por ellos: así defiende Leonora Esquivel los derechos de los animales
Redacción
México.- “Tengo una tendencia natural al altruismo, no sé si esté equivocada, pero me gusta hacer cosas por las cuales no me pagan”.
“Me gusta que mi paso por este planeta no sea inadvertido, sino que haga una transformación positiva”.
Leonora Esquivel Frías, originaria de la Ciudad de México, cultiva desde pequeña hábitos para salvar a los animales. “Tuve la fortuna o la desgracia de darme cuenta de cosas que no me correspondían y no iban con mi edad, y creo que crecí pensando que yo era rara”, explica.
En la infancia ya sentía un rechazo por la carne, al enterarse de que provenía de criaturas muertas. Desconocía el término vegetariana, así que se autodenominó “quisquillosa”. Sabía que algo no andaba bien con los niños que mataban insectos, rompían ramas, o no respetaban la naturaleza. “Cuando uno tiene la capacidad de ver más allá, tiene la responsabilidad de hacer algo al respecto”, pensó desde entonces.
Fue así como desde muy joven tuvo la convicción de que sería activista y lucharía por los derechos de los animales. Su formación en psicoterapia, filosofía y ética ambiental, complementa su misión.
La gran mentira
Leonora señala que un gran sector de la sociedad aún no entiende sus acciones para dar voz a los desprotegidos.
“La gente no tiene muy claro que es un activista. Cuando entiendes cómo están armadas las industrias, para venderte una serie de mentiras, para que tú comas ciertos productos que a la larga te van a enfermar y luego venga la farmacéutica a venderte sus medicamentos, es todo un ciclo. Vivimos inmersos en una gran mentira”, explica.
Sabe que su personalidad sociable, incluso alegre (ama bailar y escuchar rock), podría chocar con la pasión (obsesión, considera) con que lucha por sus causas.
“Ser una activista es muy libre, por una parte, y por otra implica mucha responsabilidad porque nunca hay vacaciones. Dedicarse a los derechos de los animales no es nada más ver ¡ay mira los animales, pobrecitos, ¡cómo sufren! Es conocer toda una maquinaria que está perfectamente blindada para que tú no veas un montón de cosas”, detalla.
Empatía radical
Los animales no son para comer, ni para vestirse, ni para divertirse, advierte Leonora Esquivel.
Su principal misión es desarrollar empatía hacia las especies. A lo largo de los años ha organizado protestas en contra del uso de pieles, en contra de las corridas de toros, en contra del trato que reciben los animales para consumo humano, y promueve con fervor el vegetarianismo.
Las maneras en que Esquivel y sus seguidores buscan generar conciencia, son impactantes: “lo hacemos enjaulando gente, o con gente semidesnuda, o con gente ensangrentada, y cuando estoy ahí con el megáfono y arengando a los activistas o dando información a la gente, me siento muy viva”.
AnimaNaturalis
En 2003 Leonora fundó AnimaNaturalis junto a Francisco Vásquez Neira. Se trata de una organización no gubernamental y sin fines de lucro, que trabaja defender a los animales en España y Latinoamérica. Su principal objetivo es evitar el sufrimiento de las especies en las principales áreas donde son utilizados: la industria alimenticia, laboratorios, espectáculos y la industria de la moda.
El sitio oficial de la fundación muestra los avances, acciones, campañas y alternativas para sumarse a la causa de Leonora Esquivel.
Consejos navideños
Se acercan las fiestas decembrinas. En su blog personal, Leonora Esquivel ofrece 10 consejos para una Navidad compasiva con los animales.
- Adoptar mascotas, no comprarlas como regalo de Navidad o Día de Reyes.
- Donar a una organización defensora de los animales.
- Apadrinar a un perro o gato resguardado en refugios o santuarios.
- Evitar el consumo de plásticos y desechables.
- Arreglarse con productos no probados en animales.
- No utilizar pirotecnia durante los festejos.
- Elegir regalos libres de crueldad animal.
- No vacacionar en sitios donde otras especies sean transporte o atracción (camellos, elefantes, delfines, etc.)
- Consumir alimentos de origen vegetal en las reuniones.
- Dejar a los animales fuera de la cena navideña, tomando en cuenta que cada año mueren 1.3 millones de pavos para estos fines.