Abandonan el Templo de San Agustín en Celaya: pese a deterioro, no hay plan de remodelación
Celaya, Guanajuato.- El Templo de San Agustín es de los más antiguos y emblemáticos de Celaya, sin embargo, su deterioro es evidente, sigue creciendo y no hay probabilidades de que se les realicen mejoras a corto plazo.
Desde hace más de una década, los sacerdotes del Templo de San Agustín han intentado que el Gobierno Federal apoye la restauración del inmueble y atienda su denuncia sobre el deterioro y el mal estado del inmueble, pero hasta el momento no han tenido respuesta.
Y en el 2021 los sacerdotes agustinos pidieron al Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) la autorización y el apoyo para restaurar el Templo de San Agustín, el cual ya tiene graves filtraciones de agua, lo que provocó que en marzo pasado se cayeran trozos del repellado de la torre y de las paredes, el cual le pegó a una mujer que esperaba en el semáforo de la calle Ignacio Allende.
El sacerdote de la Orden de los Agustinos y responsable del Templo de San Agustín, Vicente Murillo, informó que desde el 2021 ha pedido la autorización del INAH para poder restaurar el templo y también se ha acercado a solicitar apoyo a Obras Públicas y Desarrollo Urbano del municipio, sin tener una respuesta positiva.
Murillo dijo que los sacerdotes e incluso los feligreses están dispuestos a colaborar económicamente, pero urge que el INAH de la autorización. Aunque también piden apoyo de los fondos federales y estatales, tal como se hizo con la restauración del Templo del Carmen. El sacerdote Vicente Murillo platicó que hace unos años se hizo una impermeabilización del inmueble y quedó muy bien, pero al poco tiempo nuevamente comenzó a gotear y avisaron al INAH y al municipio.
“En el 2021 avisamos de las condiciones en que está el templo, dijimos que urge la rehabilitación, nos dijeron que se iba a hacer la segunda etapa, pero no ha habido respuesta”, señaló.
El sacerdote dijo que sabe que los frailes también tienen responsabilidad en mejorar las condiciones del inmueble, pero el Templo de San Agustín es un inmueble catalogado por el INAH y por lo tanto también se requiere apoyo federal e incluso estatal y municipal.
“Se necesita la autorización del INAH para ver qué tipo de materiales se deben usar. La primera etapa fue la impermeabilización hace años, pero no duró mucho; segunda etapa es mejorar la torre, porque solo impermeabilizaron la bóveda y la tercera etapa es la restauración dentro del templo”, señaló el sacerdote.
Templo de San Agustín en Celaya, un patrimonio en riesgo
El padre dijo que los daños son sobre todo por filtración de agua, que al llover y con los fuertes vientos provocan que se caiga parte del enjarrado. Por su parte, el Director de Desarrollo Urbano, manifestó que hace cuatro años se hizo una solicitud de recursos al Fondo a Comunidades para Restauración de Monumentos y Bienes Artísticos de Propiedad Federal (FOREMOBA), sin embargo, no ha habido respuesta.
El funcionario municipal, dijo que se desconoce cuánto recurso se necesita para la restauración, pero si la federación no apoya se buscarían recursos municipales. Y por su parte, el Director de Obras Públicas, Marco Antonio Hernández, confirmó que no hay dinero este año para apoyar las reparaciones de San Agustín.
“No tenemos recursos para rehabilitar el Templo de San Agustín, desgraciadamente existe un programa federal que se llama Fondo de Apoyo a Comunidades para Restauración de Monumentos y Bienes Artísticos de Propiedad Federal (FOREMOBA), que en sexenios anteriores apoyaba para la restauración de los monumentos históricos pero este año no va a haber nada. Nosotros tenemos proyectadas ahorita cinco acciones de restauración, pero no son muy fuertes, solicitamos 500 mil pesos para cada una de estas cinco acciones, pero creemos que no va a llegar el recurso y San Agustín no lo tenemos para este año ya que requiere mucho trabajo y no tenemos recursos”, señaló el funcionario.
El templo de San Agustín fue construido con un estilo plateresco por el año de 1609 y cuenta con detalles moriscos y talaverescos. Hasta 1880 seguía funcionando como convento, pero fungió como cárcel hasta el año de 1961 y durante la Revolución fue tomada como cuartel y caballerizas para las fuerzas revolucionarias.