¿El narco vigila Celaya con cámaras? Ya lo hizo en 2015, ¿volvió en 2024 o nunca se fue?
En 2015 ya se habían detectado cámaras del Cártel Santa Rosa de Lima.
Guanajuato, México.- Que el narco esté vigilando la ciudad de Celaya con cámaras “no oficiales” no ha sido confirmado. Sin embargo, el fenómeno ya se ha presentado en la misma ciudad desde el 2015 y sorprende que nuevamente en 2024 se detecte el mismo problema sin que se hable más al respecto.
Fue hace 9 años cuando una docena de cámaras, adjudicadas al Cártel Santa Rosa de Lima, fueron desmontadas en el municipio de Celaya. En ese entonces estas cámaras estaban fijadas en el tendido eléctrico y enviaban “la señal a través de internet a un operador del grupo que las colocó”.
Claro está que estos operativos criminales no son exclusivos de Guanajuato. Ya en los años anteriores se han detectado y desmantelado centros de vigilancia C5 y C4 desde la frontera hasta el sur de México.
Estas supuestas redes de monitoreo criminal se han presentado en territorios clave para los cárteles de la droga y, a decir de expertos en seguridad nacional, como el investigador Javier Oliva de la UNAM, “pueden ser un tema para facilitar el trasiego de drogas”.
Y es que estas cámaras criminales se han adjudicado a células aliadas al Cártel Jalisco Nueva Generación y del Cártel de Sinaloa que controlan el trasiego en diferentes entidades. Mayormente, en la zona de la frontera como Baja California, Sonora y Tamaulipas.
Pero las “cámaras del narco” no es un problema ajeno a Celaya
Fue en mayo del 2023 cuando en la colonia Lindavista incluso detectaron que los criminales tenían su propio C4. La red de vigilancia entonces era utilizada para “halconeo” por parte de sicarios y narcomenudistas.
Entonces incluso los criminales difundieron la toma tratando de desacreditar a los elementos acusándolos de robo del equipo. Más tarde las autoridades aclararon el hecho y llamaron a denunciar la instalación de los aparatos “sospechosos”.
Fue ya cuando ingresaron a un domicilio de la zona que incautaron lo que parecía el primer C4 ilegal en Celaya. Justo en el corazón de una de las colonias más peligrosas de la ciudad.
Entonces fueron solamente 12 cámaras ilegales las que se retiraron de la ciudad. Ahora en 2024 se habla de decenas. Otros dicen que son mil 400.
El número se lleva en secrecía.
Si bien las autoridades no han confirmado hasta el momento que se traten de grupos delincuencia, el mismo alcalde no descartó que pudiese tratarse de relación con el crimen:
“Una gente que se meta a vivir con ellos y que tenga esa información porque incluye lugares, una calle, dos calles, que tienen un monitor y están monitoreando todo; muchos les llegan a sus teléfonos la información. Por eso les pedimos que confíen en nosotros y, si quieren volver a tenerlas, tienen que hacer un procedimiento”, señaló.
La sospecha sigue en curso, mientras las autoridades aseguran que el patrullaje y la investigación se intensificarán en conjunto con las autoridades federales y estatales.
¿Qué hay detrás de la instalación de “narco cámaras” en México?
El narcotráfico ha hallado en la tecnología una nueva herramienta para llevar a cabo sus labores ilegales. Con la instalación de cámaras de seguridad en puntos clave monitorean los despliegues de las fuerzas federales, estatales y locales.
Incluso, se tiene registro de que el uso de estos aparatos también tiene su fin en monitorear labores de subcomandantes de la Policía para realizar asesinatos. Así, la tecnología sustituye a los “halcones”, según expertos como Víctor Hernández:
“Lo que vemos es que los criminales se están sofisticando. Esto de alguna forma es una manera de sustituir a los tradicionales halcones que antes estaban afuera de las comandancias de policías y de los cuarteles militares”, mencionó Hernández en entrevista para MVS Noticias.
Sin embargo, en todo México el problema para acabar con este tipo de vigilancia ilegal es el mismo: las pueden retirar de zonas públicas, pero no de inmuebles privados. En este sentido, hay espacios donde los criminales ofertan a propietarios de ciertos predios instalar las cámaras a cambio de un pago mensual.
Desde el 2015 el problema solo se ha intensificado en todo México.
“El uso de cámaras operadas por internet es sólo el último ejemplo de cómo los grupos criminales de México aprovechan la tecnología para cometer delitos”, indicó Insight Crime en un reportaje sobre el uso de estos aparatos, entre los que también se encuentran los drones, los cuales son empleados para trasladar la droga de un punto a otro.
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