Extorsiones obligaron a Juan Carlos a huir de Celaya; pero murió cuando cruzaba a EU
Juan Carlos tenía una taquería muy aclientada, pero las extorsiones lo obligaron a migrar a Estados Unidos, donde perdió la vida
Luz Zárate
Celaya.- Juan Carlos Gómez Pérez de 39 años, se fue a Estados Unidos para huir de la inseguridad y violencia que persiste en Celaya. Sin embargo, perdió la vida al cruzar la frontera. El joven celayense vendía tacos en la esquina de la calle cerrada 20 de Noviembre en el Barrio de San Antonio y era uno de los cientos de comerciantes que son extorsionados en la ciudad.
Juan Carlos tenía cinco años vendiendo tacos. Empezó con una pequeña parrilla y poco a poco su negocio creció y se hizo de clientes. Al tiempo fue amenazado y por temor huyó a los Estados Unidos. Pero no aguantó el pesado camino y murió por deshidratación cerca de Eagle Pass, Texas.
Su papá, el señor Juan Gómez Mendoza, platicó que su hijo no buscaba “el sueño americano”, sino que fue forzado por las circunstancias de inseguridad. Incluso nunca pasó por su mente ser migrante.
“Desafortunadamente no se fue por el sueño americano, eso tal vez eso lo hubiera alentado más. Él se fue por ponerse a salvo de la inseguridad que vivimos en nuestra ciudad, se fue para sacar los compromisos (económicos) que ya tenía, pues se debe la casa donde vivimos. No iba precisamente con la mira de hacerse rico, pues su meta no era irse a los Estados Unidos. Él lo hizo orillado y forzado por las circunstancias complicadas (de inseguridad) que se están viviendo aquí en Celaya y que nos puso en dificultad a todos. Nosotros también tuvimos que dejar la ciudad”, dijo el padre de Juan Carlos.
Hoy sus familiares lo único que piden es que las autoridades mexicanas los ayuden a que sea repatriado el cuerpo de Juan Carlos. Él salió de Celaya el domingo cinco de junio rumbo a Querétaro.
De ahí partió a Piedras Negras, Coahuila, y ahí emprendería el camino a los Estados Unidos. Sus familiares creen que lo hizo caminando por una zona cerril y falleció el martes siete de junio por deshidratación.
“Él sale del estado de Querétaro el domingo cinco de junio por la noche, sale rumbo a Piedras Negras en un camión. Lo que supimos es que llegaron a Piedras Negras la tarde del lunes, descansaron unas horas y luego caminaron. Nos comentan que el martes quedó a pie de carretera cerca de Eagle Pass, ya que al ver que ya no podía caminar y tampoco podían cargarlo, lo sacaron a pie de carretera para que lo descubrieran y le dieran auxilio, porque él estaba vivo en ese momento, estaba respirando con dificultad, pero finalmente ahí murió”, platicó su papá.
Su éxito atrajo las extorsiones
Juan Carlos trabajó durante varios años en una empresa dedicada a la comercialización de chicles y era uno de los mejores vendedores. Sin embargo lo despidieron. Entonces decidió emprender su propio negocio y puso un puesto de tacos en el que daba trabajo a otras siete personas.
Por un tiempo trabajó tranquilo, pero luego comenzaron los problemas.
“Se fue por la inseguridad, pasaron cosas. Era un sábado cuando nos dijo: es el fin de la historia. Al otro día salió rumbo a Estados Unidos. Anímicamente se fue desanimado, iba moralmente y mentalmente desecho, él no quería irse, él tenía muchos planes, muchas metas, era muy emprendedor, pero se tuvo que ir”.
“Él se va con una esperanza. Cuando se fue todos estábamos con la esperanza de que lograría pasar y que lucharía por establecerse. De repente te dan la noticia de que él está muerto, es un giro totalmente de 180 grados, la verdad es difícil de describir”, platicó el señor Juan Gómez Mendoza.
Su familia perdió contacto con Juan Carlos y lo empezaron a buscar. Finalmente confirmaron su deceso el jueves nueve de junio. Desde ese momento comenzaron a pedir apoyo a diferentes instancias, pero no avanza el trámite de repatriación.
Comienza la lucha para repatriar su cuerpo
Sus padres y hermanos comentaron que lo único que piden a las autoridades mexicanas, sobre todo al consulado, es que los apoyen en “presionar” para repatriar el cuerpo del joven. Esto porque el caso de los migrantes fallecidos en el tráiler en San Antonio, Texas, ocurrió después, y ya todos están de regreso en sus lugares de origen.
Inicialmente el cuerpo de Juan Carlos estaba en Eagle Pass Texas y actualmente está en la oficina forense del condado Weld.
“Nos dijeron que esto se hace de autoridad a autoridad, de condado a condado. Nosotros tenemos casi cinco semanas con este asunto y aun no hay información de que sea para tal fecha. Por eso queremos hacer un llamado a las autoridades que tengan competencia en esto, que nos ayuden a agilizar. No pedimos otra cosa, sólo que nos liberen el cuerpo de nuestro hijo para poder hacer los trámites de repatriación. Sabemos que no lo vamos a revivir con esto, que esta situación pues ya pasó, sólo queremos que regrese a casa para despedirlo como debe de ser”, indicó.
Juan Carlos era muy conocido. Su puesto de tacos tenía cinco años ubicado en la cerrada de 20 de Noviembre, por lo que sus amigos le colocaron un altar afuera de su casa, a unos pocos metros de donde instalaba su carrito de tacos. Ahí colocaron una fotografía del joven y la leyenda “relájense vatos”, que era lo que les decía a sus empleados cuando se sentían estresados por el trabajo.
A Juan Carlos lo recuerdan como un joven trabajador, entusiasta, alegre y emprendedor. En varias ocasiones le propusieron que se fuera a Estados Unidos, pero él les contestaba que “había muchas cosas que hacer en Celaya”. Hasta que no pudo más con las extorsiones y decidió emigrar.
“Hemos tenido apoyo de muchas instituciones: el Consulado Mexicano, Secretaría de Relaciones Exteriores, Secretaría del Migrante. Desafortunadamente cuando llega a la autoridad máxima, este trámite está atorado por las cuestiones de la legislación estadounidense. Decía el forense que esto ya es de consulado a consulado. Pedimos que nos agilicen el trámite de entrega, él no estaba descompuesto, llevaba su identificación, ya cumplimos con todos los documentos que nos pidieron, con las pruebas, descripción de marcas y señas del cuerpo, algunos trabajos dentales que les hizo un dentista, ya mandamos todo pero no avanza el proceso. Lo único que pedimos es a mi hijo de regreso”, señaló el padre de Juan Carlos.
Te puede interesar: Comerciantes de Celaya claman por un alto a la violencia tras visita de la Virgen del Carmen
Además de la pena, padecen la burocracia
Los familiares de Juan Carlos platicaron que recurrieron a la Oficina de Relaciones Exteriores ubicada en San Luis Potosí con la finalidad de solicitar orientación y apoyo en el trámite de traslado del fallecido. En esa oficina confirmaron el fallecimiento y que el cuerpo se localizaba en Carrizo Springs, en Texas.
Les hicieron varias solicitudes, entre ellas que algún familiar ubicado en Texas pudiera acudir a su identificación.
Ya ha pasado más de un mes, y no hay mucha información al respecto, pero tienen conocimiento que hay muchos cuerpos de personas fallecidas que también intentaron cruzar a Estados Unidos y cuyos cadáveres se encuentran retenidos en el lado estadounidense. Como se puede ver, su repatriación no es la prioridad.
Ya han recurrido a múltiples instancias, como organizaciones sociales, Secretaría de Relaciones Exteriores, senadores, a la Presidencia Municipal, funerarias, entre otros. Sin embargo las respuestas siempre han sido las mismas: que se encuentra en manos de los médicos forenses americanos y que deben ser pacientes en el proceso.
Los familiares mencionaron que el proceso debe ser más ágil, ya que a Juan Carlos lo encontraron recién falleció, es decir, su cuerpo no estaba en descomposición y era fácil reconocerlo. Mandaron evidencias fotográficas, dentales y su identificación, pero no ha sido suficiente para las autoridades estadounidenses, que tal vez soliciten la prueba de ADN y con ello el trámite de repatriación puede durar de seis meses hasta un año, o incluso más.
Extorsiones asolan a Celaya
Mientras las autoridades municipales difundieron que “en Celaya se dice no a la extorsión” y piden a los ciudadanos que denuncien, comerciantes de diferentes giros señalaron que muchos optan por no denunciar por miedo.
De enero a mayo, se han abierto ante la Fiscalía General del Estado (FGE), sólo 54 carpetas de investigación por el delito de extorsión. Esto representa un incremento de 390% con relación al mismo periodo del año pasado, en el que sólo 11 personas denunciaron ante el Ministerio Público.
Aunque las autoridades municipales y estatales se muestran optimistas porque aumentó el número de denuncias, los directamente afectados opinan que son muchas más las personas que no denuncian que las que sí lo hacen.
“Lo de la extorsión no es nuevo. Nosotros pagamos desde hace unos años, pero antes no estaba así de feo. Sí vi que dicen que denunciemos, ¿ustedes creen que vamos a ir a denunciar quiénes son? De ahí mismo les van avisar quienes ya los fueron a denunciar. La gente no va por miedo. Esas 54 denuncias que me dice no son ni la mitad de los que pagamos aquí”, dijo una vendedora de un tianguis de la ciudad.
Así como ella, hay decenas de personas que prefieren cerrar su negocio antes que ceder al pago de cuota y mucho menos prefieren denunciar.
“Yo era gerente en una empresa, hubo recorte de personal y como soy bueno cocinando, me anime a poner un negocio de hamburguesas. Me empezó a ir bien, pero más tarde en animarme a emprender que lo que tardaron en llegar a pedir cuota. Decidí mejor cerrar, eso de denunciar, aunque dicen que puede ser anónimo, no me da confianza”, dijo Pedro.
Según las cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, de enero a mayo del presente año se han denunciado 54 extorsiones; mientras que en el mismo periodo del 2021 fueron 11. En el 2020, 2019 y 2018, hubo una por año.
En enero de este 2022 se interpusieron en el Ministerio Público seis denuncias por extorsión; en febrero ocho; en marzo 17; en abril 15; y en mayo ocho, sumando así 54 en los primeros cinco meses del año.
Para el 2021 se denunciaron en el Ministerio Público 56 casos de extorsión. Mientras que en el 2020 sólo se abrió una carpeta de investigación por ese delito.
Miedo a denunciar: el común denominador
No se conoce la cifra exacta de los negocios que pagan extorsión o derecho de piso, ya que muchos no denuncian por temor a represalias. Sin embargo, la Coparmex estima que al menos un 70% de las víctimas no interpone una denuncia ante la Fiscalía y tampoco informa a las autoridades municipales.
El martes el alcalde Javier Mendoza dijo que muchos negocios justifican el cierre de su negocio acusando que es por motivos de extorsión y en realidad es por malas ventas. Esto generó fuertes críticas hacia el munícipe. Ese día también pidió a los ciudadanos que denuncien y a los comerciantes y empresarios que avisen los motivos de los cierres de sus negocios.
Por si te lo perdiste: En fotos: dan último adiós a José Guadalupe en Celaya, migrante muerto en Texas
Mientras que el secretario de Seguridad Ciudadana, Jesús Rivera Peralta, señaló que el incremento en las denuncias de un año a otro, es debido a la confianza que los ciudadanos tienen en las autoridades.
Quizás te interese:
- Piden ayuda para dulce, estudiante de la UG, lesionada en accidente en Nayarit
- Famsa se despide de Guanajuato: clausura 4 sucursales más
- Guanajuato sumó 466 suicidios durante 2022; 38 casos fueron de menores de edad
JRP