Tocan ‘última canción’ para la Banda San Juan Bautista, tras accidente fatal
Los miembros de la Banda San Juan Bautista fueron recibidos en sus hogares donde los despidieron con música de banda y muchos aplausos
Luz Zárate
Celaya.- Con música de banda, aplausos y decenas de personas esperando su llegada a sus pueblos natales, fueron recibidos en sus hogares los restos de Olegario Rodríguez, Jaime Hernández, Federico Carreño, Eduardo Mandujano y Juventino León. Integrantes de la Banda San Juan Bautista, originaria de Rincón de Tamayo, quienes fallecieron el viernes pasado en un accidente ocurrido en Tarimoro.
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Fue la noche de este sábado que arribaron los cuerpos de los cuatro jóvenes músicos y del señor Juventino, quien era el chofer del camión que transportaba a la banda y quien apenas tenía 15 días en la agrupación.
Olegario era originario del Sauz de Villaseñor, Eduardo de Tarimoro, mientras que Jaime, Federico y Juventino de Rincón de Tamayo. Estos dos últimos eran yerno y suegro.
“Mi esposo todavía les alcanzó a gritar que se protegieran, que se había quedado sin frenos. Él sabía que se iba a llevar todo el golpe de frente y así fue. Ahí falleció de manera instantánea. Todavía la vida fue chofer de camión. En la banda tenía apenas 15 días y como unas 8 o 10 tocadas”, platicó la esposa del señor Juventino León Nava.
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Desde muy temprano, este sábado ya estaba todo listo en los domicilios de cada uno de los músicos. A Federico y Juventino los velaron juntos, pues eran yerno y suegro.
Este domingo tendrán su misa de cuerpo presente, cada uno en las comunidades donde vivían.
En el caso de Jaime, Federico y Juventino, los tres originarios de Rincón de Tamayo, se juntarán los cortejos fúnebres alrededor de las 4 de la tarde en una de las calles. Caminarán rumbo al Panteón Nuevo de esta comunidad.
Se prevé que vayan acompañados de sus compañeros de la Banda San Juan y de otras que ya han expresado sus condolencias.
Queridos, reconocidos y preferidos por muchos
Los integrantes de la Banda San Juan Bautista eran muy queridos, reconocidos y preferidos por muchos. En redes sociales varias agrupaciones musicales de renombre han expresado sus condolencias hacia sus familias y amigos.
En Rincón de Tamayo hubo una mezcla de aprecio y dolor de parte de los habitantes. Desde la mañana de este sábado, todos estaban pendientes de la hora en que arribarían los cuerpos a sus domicilios y participar en la velación. Fue hasta las 7 de la noche que llegaron.
Se rezó un rosario y acto seguido la música de banda comenzó a sonar, una de las primeras melodías fue ‘Mi gusto es’.
En la comunidad de El Sauz de Villaseñor, en donde también desde temprano esperaban a Oligario, se presentó una situación similar, sus familiares y amigos lo esperaban desde temprano.
Su cuerpo llegó casi a las 8 de la noche y este domingo se le dará el último adiós en el panteón de la comunidad.
Los cuatro músicos coincidieron en que empezaron a tocar desde que eran adolescentes, entre los 12 y 14 años, y aunque se dedicaban a otras actividades entre semana, su pasión y amor en primer lugar estaba su familia y en segundo la música.
Cabe recordar que la madrugada del viernes viajaban en el camión los 19 integrantes de la banda, venían de tocar en Huapango, una de las comunidades en la parte alta de Tarimoro.
Olegario amó la música desde pequeño
Olegario Rodríguez Mandujano, originario de la comunidad El Sauz de Villaseñor, falleció a la edad de 33 años de edad. En la banda tocaba el trombón.
Desde chico tocó este instrumento en varias agrupaciones musicales, pero luego se fue a Estados Unidos durante unos 4 años. Cuando regresó otra vez se incorporó a la música e ingresó a la Banda San Juan Bautista, ya tenía 13 años ininterrumpidos.
Él sabía tocar porque los tíos de su mamá le enseñaron a tocar música de banda y su papá músico de un norteño.
Sabía tocar el acordeón, la trompeta, el clarinete, la tuba, la armónica, pero su pasión era el trombón y a veces lo invitaban otras bandas a tocar la tuba.
Tenía una hija de 11 años y otra de 3 años.
“El año pasado mi esposo se enfermó de Covid, y mi hijo Olegario era el que le traía el oxígeno y era quien me daba fuerza. Su sueño y su todo era estar con su familia, su pasión era la música, mucha gente los prefería a ellos. Era muy trabajador, muy responsable, estaba muy al pendiente de su familia”, platicó su mamá.
Jaime dejó a su bebé
Jaime Hernández Rodríguez, murió a la edad de 35 años y era uno de los vocalistas de la Banda San Juan Bautista en la que tenía alrededor de 4 años, pero desde los 12 años empezó a tocar.
Tiene tres hijos, de 11 años, 7 años y una bebé de seis meses, apenas estaba por cumplir 13 años de matrimonio.
“Mi esposo era muy trabajador. Andaba aquí, andaba allá buscando oportunidades. Andaba en el tianguis vendiendo ropa, o de albañil, a todo le hacía. Era muy trabajador y siempre pendiente de su familia, los fines de semana se iba a las tocadas y entre semana le buscaba y trabajaba en lo que hubiera. Ahorita el pesar lo traemos todos, por mi esposo Jaime, pero también por don Juventino y Federico, porque toda la vida fuimos vecinos”, platicó su esposa.
Federico amaba el clarinete y el saxofón
Federico Carreño Montoya, murió a la edad de 36 años. Él tocaba el clarinete en la Banda San Juan Bautista y tenía 4 años en la agrupación. Era yerno de Juventino León Nava, chofer del camión.
Toda su vida fue músico, desde que estaba en la secundaria ya pertenecía a varias agrupaciones musicales. Tocaba el clarinete y el saxofón.
Él trabajaba entre semana, era chofer y traía una camioneta de carga, y los fines de semana se iba a las tocadas.
“Era lo mejor, un hombre fantástico, un gran esposo, un gran padre, él era mi motor de a diario, de todos los días. Federico es mi esposo y Juventino es mi papá, es un doble golpe, doble dolor, perdí a mi papá y a mi esposo”, dijo la esposa de Federico.
Tenía tres hijos de 17, 13 y 6 años.
“La verdad él nunca aspiró a una banda como la Recodo. Para él su prioridad era su familia, traer el pan de cada día de su familia. Él no aspiraba a fama, él aspiraba en traerle lo mejor a su familia, tocaba por gusto, pero también por necesidad. A él le encantaba tocar pero también por la necesidad”, dijo su esposa.
Juventino tenía apenas 15 días como chofer
Juventino León Nava era el chofer, él es originario de la comunidad de Santa María del Refugio, pero vivía en Rincón de Tamayo. Tenía apenas 15 días como chofer y llevaba entre 8 y 10 tocadas, fue chofer de toda la vida,
“Toda la vida fue chofer de camión, el camión no agarró los frenos y como venían de bajada ya no pidieron detenerlo. Un sobrino nos contó que mi papá todavía les dijo que se cubrieran y él llevar todo el fregadazo. Ese día en la mañana estaba bien el camión y estaba bien de todo, quien sabe que falló, venían todos los de la banda”, dijo su hija.
EZM