Tres mil devotos dejan su destino a San Judas Tadeo y a Dios
Fotos: Martín Rodríguez
Luz Zárate
Celaya.- Hace un año Feliciano Cruz, de 42 años, estaba desahuciado por unas ramas contaminadas con las que se picó un ojo y que le provocaron una fuerte infección, pero su fe en San Judas Tadeo fue tan grande que se encomendó al santo y salvó su vida. Este jueves como cada 28 de mes acudió a honrarlo a la ermita que se ubica a pie de carretera en la comunidad La Concepción.
Feliciano es sólo uno de los 3 mil devotos a San Judas Tadeo que acudieron este jueves a visitar al patrono de las causas difíciles o imposibles, a la pequeña capilla ubicada en la carretera Celaya-Comonfort. La mayoría llegó caminando desde Celaya o municipios vecinos.
La mayoría de los devotos sostienen que su fe en San Judas Tadeo es muy grande y por ello no temen al coronavirus Covid-19, aseguran, que si es voluntad de Dios y del santo permanecerán sanos y si “les toca enfermar o morir es porque es la voluntad de Dios”.
“A mí sí me la sentenciaron, me dijeron que me despidiera de mis hijos porque no iba a salir de la operación, yo me encomendé mucho a San Juditas y aquí estoy, perdí el ojo pero estoy vivo. Tengo 15 años viniendo, cada mes aquí estoy, vengo de Comonfort y cada mes no falló. Yo le tengo un chingo de fe, yo siento que ya cuando Dios quiere pues ya, cuando te toca aunque te quites, cuando no te toca pues no, y yo le tengo mucha fe”, contó Feliciano.
También la señora Senaida Martínez es devota de San Judas Tadeo, a quien encomendó a su pequeño hijo de 9 años, que se puso muy grave desde principios de enero pero ya se recuperó, por lo que este jueves lo llevó vestido con el atuendo del santo para agradecerle el favor recibido. Ella y su familia salieron a las 8 de la mañana de Comonfort y se fueron caminando a la Concepción a donde llegaron pasadas las 13:00 horas.
El encargado de la ermita, Rafael Urbina, platicó que a raíz de la pandemia ha bajado mucho la afluencia de asistentes, anteriormente cada 28 de mes acudían unas 7 mil personas.
Rafael platicó que en algún momento se pensó en cerrar la ermita, pero debido a que es una pequeña capilla ubicada a pie de carretera y que sólo la delimita una reja, era imposible impedir que las personas no acudieran a visitar al Santo de las causas difíciles, así que decidieron abrirla cuidando las medidas de higiene. Aunque para el siguiente mes sí prohibirán que acudan las personas a regalar comida a los peregrinos.
Y es que a pesar de la contingencia derivada del coronavirus, este jueves unas tres mil personas acudieron a venerar al santo de las causas imposibles en la comunidad de La Concepción, en donde se festeja a San Judas Tadeo cada día 28 de mes, aunque su fiesta se celebra en grande cada 28 de octubre.
El encargado de la ermita contó que a raíz de la contingencia, muchos acuden a pedir por la salud de sus familiares que enfermaron de coronavirus, otros que hacen mandas para que mejoren sus seres queridos que han sido intubados y venzan al coronavirus y otros que ya es tradición visitarlo.
“Aquí en la comunidad sí hay enfermos de coronavirus, y sí son muchas personas que vienen a pedir por sus familiares que están enfermos de Covid, están intubados, encamados o ya salieron y quedaron con las secuelas de la respiración. Sí son menos los que vienen pero aunque cerremos van a seguir viniendo, mientras esté el Semáforo Rojo yo creo que vamos a estar en la misma cantidad, pero siguen viniendo los que tienen muchísima fe o que su problema es muy grande”, dijo Rafael Urbina.
El nicho dedicado a San Judas Tadeo está a pie de carretera, en el kilómetro 7 de la Celaya-San Miguel de Allende, es un espacio pequeño en donde las personas acuden a venerarlo. Son sólo instantes los que duran frente a él pues por la pandemia no les permiten permanecer mucho tiempo, pero el rito de agradecimiento es “lo que llena su corazón y su alma”, según contaron los asistentes.
“En estos momentos es cuando uno tiene que recurrir a Dios, va a pasar lo que Dios y San Juditas quiera que pase, yo le pedí que nos proteja a todos del coronavirus, ese es el milagro que pido cada mes desde que llegó la enfermedad, espero librarla para venir el próximo mes y ahora venir a agradecer”, señaló José Cano.
LC