¿Cómo fue enfrentar incendio de Santa Rosa? Jefe de Bomberos SIMUB cuenta su experiencia
Guanajuato, México.- Andrés Quesada Olmos, Jefe de la Brigada Forestal de Bomberos SIMUB de Guanajuato, combatió cara a cara junto con sus compañeros el incendio que se suscitó en la Sierra de Santa Rosa, donde parte de ella fue consumida por las llamas.
Andrés comenta que atender este tipo de desastres genera un poco de preocupación, pues al principio no se tiene el conocimiento de cómo se encuentra el incendio o el terreno al que se tiene que acudir:
“Desde que se da la primera alerta, aviso a los compañeros, y ahí es donde se empieza a sentir la preocupación porque no sabes en realidad cómo se encuentra la zona, ya que es muy diferente a cómo se recibe el reporte. Dicen ‘no, sí se está quemando’ y a lo mejor te lo pintan a veces muy grande y en realidad no es tan así”.
Comentó que en esta ocasión fue diferente, pues al acudir al primer incendio que les fue reportado en la zona de Rancho de En Medio, se dieron cuenta de la magnitud.
“Lo pintaban bastante feo, entonces llegando estaba bastante complicado, más que nada por el tiempo atmosférico que es el que más nos afecta”.
Quesada comenta que otra situación a la que hace frente es la responsabilidad de llevar a su cargo vidas. En esta ocasión estuvo al frente de la brigada de SIMUB e iban acompañados de la Brigada CHUINES, quienes han sido compañeros y aliados en otros sucesos e incendios.
“Llegamos y nos entrevistamos en el puesto de mando con Protección Civil Municipal y generamos una estrategia, pero igual ya vamos con los nervios porque a donde íbamos era prácticamente una cañada y sabemos que es complicado, y los vientos estaban muy fuertes”.
Comentó que en SIMUB se cuenta con capacitación y siempre están monitoreando el tiempo atmosférico. Diariamente tienen el reporte puntual en sus grupos de este dato. Ese día del incendio en Rancho de En Medio se sabía que el viento sería uno de los factores más complicados a enfrentar.
“De 28 a 35 kilómetros por hora (...) Yo ya sabía ese dato, sabía que iba a ser muy difícil, iba a ser muy difícil la bajada. Entonces generamos una estrategia, llegamos ahí a la zona, dejamos el enlace con el puesto de comando que se encontraba en Protección Civil (campamento) y empezamos a descender”.
¿Cómo lograron apagar el incendio?
La estrategia, explica, fue anclarse en una peña y cerrar en cerradora hacia otra peña: “Y funcionó”. Las adversidades iban desde la hojarasca que existía en la zona, representando un combustible para que el fuego siguiera su rumbo, el cual fue poco a poco retrocediendo.
Otra situación es con respecto al llamado “fuego antorcha”, que es cuando un árbol se incendia y suelta pedazos de carbón encendidos los cuales pueden rodar provocando que el fuego se expanda a más terreno.
“Pero esa no era nuestra preocupación, nuestra preocupación era el viento; teníamos dos ventajas cuando hicimos la evaluación, una de ellas era el fuego en retroceso, que quiere decir que el fuego va hacia atrás, va a avanzar a lo que era la cola del incendio, y va un poco más lento, esa era una de nuestras ventajas, y la otra el viento, que lo teníamos a nuestro favor, entonces no estaba soplando hacia el fuego, sino hacia adentro. Pero pues en la cañada, cambia todo”.
Explicó que los árboles que se caían eran un gran riesgo pues además de todo rodaban y los obligaban a regresar a zonas controladas previamente.
“Tuve mucho riesgo con caída de árboles; estos árboles se quemaban de la base por la hojarasca, se debilitaba la base y se caían los árboles, y se generaban rodamientos que son pedazos de carbón ya prendidos y prendían más abajo. Entonces pues estuvo muy complicado porque era regresarse otra vez, y ya estábamos abajo haciendo zanja para los rodamientos y se brincaba arriba, estamos hablando de 200 metros arriba, y regresarse otra vez, fue complicado, nos regresamos varias veces”.
Dos días estuvieron en Rancho de En Medio, el incendio se liquidó, sin embargo, quedaba otro por enfrentar en Cañada de la Virgen, este representó otros retos para los Bomberos de SIMUB.
En este último llegaron a la zona y se pusieron a disposición de Protección Civil del Municipio de Guanajuato, en el lugar ya se encontraron con elementos de SEDENA.
En esta zona se hizo una estrategia muy similar a la de Rancho de En Medio: “Subimos alrededor de 800 metros para llegar a trabajar, nada más que ahí era muy complicado (...) Había una profundidad de entre metro, metro y medio de hojarasca (...) Caminamos como una 1:20 para llegar ahí (al río de la zona) y luego caminamos 800 metros”.
Una vez en el lugar se trabajó con los compañeros que se encontraban en la zona, comenzaron a brechar. El fuerte viento volvería a ser un enemigo a vencer.
No tener vígía puede costar vidas de brigadistas
Andrés comenta que siempre se tiene contemplada la labor de un vigía, en este caso de la brigada de CHUINES un compañero de nombre Alan fue sus ojos en lo alto de otro cerro en frente.
“Nos estaba radiando cómo venía parte del otro retroceso, venía en varias partes, estaba formando una bolsa; entonces nos empezó a indicar por radio que sí teníamos que salir porque era riesgoso, nos iba a encerrar esa bolsa”.
Se hizo el brecheo con el anclaje, se contuvo el incendio y alcanzaron a salir a tiempo de una de las situaciones más riesgosas y el motivo de muerte más común entre bomberos que laboran en incendios forestales, el quedar atrapado en un círculo de fuego.
“Una de las principales causas de muerte de los bomberos es no tener unos ojos fuera que nos están ahora sí que checando. Nos está checando el vigía, estamos trabajando, y en eso ‘saben qué tienen que salirse porque los puede encerrar’ y te estoy hablando de que ya estaba anocheciendo (...) Era muy complicado, y es una de las reglas de los incendios forestales ‘no puedes trabajar en terrenos no conocidos’, entonces agarramos y descendimos nuevamente, pero lo dejamos anclado a otras peñas”.
¿Cómo se puede hacer frente a un incendio como el de Santa Rosa?
Andrés Quesada comenta que es una situación sumamente complicada, él es consciente de que las decisiones que se tomen deben ser las correctas:
“Siempre lo he dicho, teniendo buenas tomas de decisiones sobre la evaluación del mismo incendio y la topografía es como vamos a salir. Se siente, la verdad que, muy pesado porque llevas la presión de la gente, porque hay muchas opiniones, entonces llevas a esa presión, llevas la presión de si tomaste la decisión correcta, siempre pensando a favor de los compañeros, de la brigada; y pues, afortunadamente, siempre hemos tomado buenas decisiones y siempre nos hemos capacitado para el bien de la ciudadanía”.
Quesada comenta que se debe hacer consciente a la gente de que no tiren sus colillas de cigarro, que si realizan una fogata la paguen y se cercioren de que sea así:
“Que sean conscientes de que un pequeño daño, una pequeña llama, chispa o algo pueden desencadenar un gran incendio y son pérdidas inimaginables para la flora y fauna; en este caso no se perdió vidas humanas, pero pudo haber sido el caso igual en algunas comunidades”.
Agradeció a todas las personas y autoridades que brindaron apoyo para combatir el incendio. Al viernes 29 de marzo llevaba un 60% de liquidación y un 65% de control sobre el fuego, y se estima que 1845 hectáreas del polígono se vieron afectadas, con una superficie preliminar calculada de 500 hectáreas, información brindada por el Presidente Municipal Alejandro Navarro:
“Yo estoy muy agradecido con la gente de las comunidades de allá (zona del incendio en Santa Rosa) porque se nos acercaron, nos prepararon tortas, estuvieron al pendiente de todos nosotros, bajamos y nos ofrecían agua o en el mismo camino había gente que ofrecía hidratación”.
¿En qué consisten los anclajes?
Quesada explica que es un perímetro que se realiza, sobre una peña raspa la brecha: “se le llama anclaje, raspamos la brecha y es a suelo mineral, tienes que quitar todo lo que sea vegetación dejar prácticamente pelón, hasta la tierra, y empezar a hacer todo esto al rededor del incendio”.
Diferencia entre un incendio controlado y liquidado
El jefe de brigada de incendio forestales de SIMUB explica que un incendio controlado es cuando este se encuentra contenido o delimitado en una zona de donde ya no podrá salir: “lo que hicimos, que lo anclamos, brechamos y es un incendio contenido. Y está después la liquidación que es cuando ya se apagó pero tienes el riesgo por que tienes las pavesas, que es los carbones o los rodamientos y esos te pueden generar otros puntos de incendio entonces hay que liquidarlo”.
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