¿Conoces la belleza del Callejón de los Angelitos en Guanajuato? Te acercamos los detalles
Vista del empedrado del Callejón de los Angelitos, mostrando su inclinación pronunciada. Foto: Francisco García
Guanajuato, Guanajuato.- El Callejón de los Angelitos encierra el misticismo de una tradición guanajuatense arraigada desde la construcción del Panteón Municipal de Santa Paula. Se utiliza como vía por familiares para llevar a su última morada a niñas y niños, motivo del nombre de este lugar.
Lo que un día fuera una vereda se fue convirtiendo en un callejón gracias a la construcción de casas a su alrededor. La vialidad comienza desde el primer tramo de la Subida de Tepetapa, en sentido hacia Cerro Trozado, y concluye en la calle Transversal del Panteón de Santa Paula. La cuesta que presenta el callejón es complicada debido al empedrado del lugar y la pronunciada subida.
¿Los orígenes de su nombre?
“Desde el siglo XIX se convirtió también en una costumbre que a los muertos niños, a los muertos que morían en gracia, aquellos que no habían alcanzado a recibir ningún sacramento se les empezó a denominar angelitos”, comentó el Cronista Municipal de Guanajuato, Dr. Eduardo Vidaurri Aréchiga. Explicaba que estos “angelitos” se trasladaban en una cajita muy pequeña, cargada por el padre en la cabeza, acompañados por familiares y amigos. “Es costumbre también, que en la medida que van avanzando, alguien de los que acompañan esta procesión, para darle sepultura al pequeñito, pues vaya tronando cuetes”.
La razón de esto es representar de alguna manera la algarabía, emoción o actitud traviesa propia de los niños. Para conducirse de una manera más rápida y evitando la tradicional subida a Santa Paula por la Calzada de Tepetapa, que también es utilizada por familiares para trasladar a sus difuntos de mayor edad, tradicionalmente cargándolos desde el inicio de la calle hasta el Panteón, a las niñas y niños difuntos: “que te conduce de una manera más rápida hasta la puerta del callejón de Santa Paula, pero solamente se utilizó para los niños y las niñas que morían en condición de angelitos”, de ahí su nombre.
Una vez que se llega a la puerta principal del Panteón de Santa Paula, se transportaba al “angelito” rumbo hacia el lado derecho de la primera sección al interior del recinto. Caminaban todo el pasillo hacia unas escaleras donde doblaban a mano izquierda, en donde se encuentra una sección conocida como “La Recamarita”:
“un área especial del Panteón para sepultar a los niños, y probablemente es obvio por el tipo de sepultura de tumbas que se ubican ahí, pues se convierten en un espacio muy triste. Produce una experiencia muy triste estar ahí porque es muy común que las mamás, los papás, los hermanitos, vayan a visitar a los niños muertos a su tumba y les lleven dulces, juguetes, naranjas, frutas”, narra el Cronista.
Restauración del lugar
Se dio a conocer que el Callejón de los Angelitos tendrá una rehabilitación que incluirá la aplicación de pintura escénica en sus escalones y la instalación de rampas para facilitar el acceso a personas con discapacidad. Estos trabajos forman parte de un proyecto integral que abarca un total de 11 callejones, programados para ser intervenidos a lo largo del año 2024, con una inversión global de 15 millones 291 mil pesos. En esta restauración, el Cronista Eduardo Vidaurri destaca la importancia del rescate de estos lugares significativos para el patrimonio cultural y social de la ciudad de Guanajuato, pues:
“Volverlo a comentar, de compartirlo, es un ejercicio contra el olvido”.
