Entre malos olores y riesgo de incendios, cauce del río en Guanajuato queda en el abandono
Este es uno de los puntos más transitados de la ciudad de Guanajuato y ahora también es de los más contaminados en la capital
Alarman incendios y basura en el cauce del río de Guanajuato. Foto: Josué Castillo
Guanajuato, Guanajuato.- Cauce de río que cruza la ciudad de Guanajuato no solo desprende malos olores, se ha convertido en el punto de reunión nocturno para muchos grupos de personas quienes, según evidencia fotografiada por el Periódico Correo, acostumbran prender fogatas.
El monumento a los mineros es lo primero que encuentran los visitantes de la ciudad que llegan por la Dolores-Hidalgo; esta zona, además, es notable por su cercanía a la Unidad Deportiva Nieto Piña y hay una parada de autobuses muy importante para quienes bajan de las colonias que se encuentran hacia la carretera panorámica.
Este es uno de los puntos más transitados de la ciudad y también de los más contaminados.
Guanajuato enfrenta problemas ambientales en su cauce. Foto: Josué Castillo
Una de las primeras cosas que nota quien camina por esta zona son malos olores intensos que emanan ya no solo de los escapes de los muchos vehículos que por ahí pasan sino también, y sobre todo, del cauce del río que por allí pasa.
El punto donde más se concentran estos malos olores es bajo el pequeño puente que lleva de la Panorámica al monumento a los mineros: sobre la poca agua anegada se forma una densa capa de nata de un color entre gris y verde sobre la que revolotean miles de insectos que allí han encontrado un ambiente excelente para reproducirse.
El equipo de Periódico Correo siguió el cauce de este río en el tramo que va del monumento a los mineros hasta el hotel Real de Minas para conocer su estado. El recorrido mostró que la sequía y el calor no eran los únicos problemas que se asocian con este cuerpo de agua: el espacio se ha convertido, además de un tiradero, en punto de encuentro nocturno de muchas personas. Esto queda evidenciado por la cantidad de fogatas que pueden encontrarse en el recorrido.
La mayoría de estas fogatas son realizadas sin el menor cuidado, es decir, no cuentan siquiera con cortafuego y fueron apagadas superficialmente. A pesar de que palos secos en la zona abundan, la mayoría de estos fuegos son alimentados con papel y otros desechos como cartón.
Alrededor de estas fogatas se concentra la mayor cantidad de basura y entre ella resalta una inquietante cantidad de zapatos y ropa para mujer, mucha de la cual está parcial o completamente destruida.
En el contexto de la sequía y, sobre todo, los recientes incendios forestales que azotan a la entidad, es preocupante encontrar tantos indicios de fuego en esta zona, todavía más cuando desde el ayuntamiento se empieza a barajar la hipótesis de que muchos de ellos fueron iniciados intencionalmente.
Y es que la zona se presta para este u otros ilícitos debido a la penumbra total que la cubre por las noches y a que la visibilidad desde la calle es nula, pues esta queda bloqueada por los arbustos que adornan el paso de la Guanajuato-Dolores Hidalgo.
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