Panteón de los Ricos en Mineral de la Luz en Guanajuato guarda historias entre sus ruinas
Panteón de los Ricos en Guanajuato. Foto: Héctor Almaguer
Guanajuato, Guanajuato.- Los pueblos mineros de Guanajuato guardan entre sus cerros y ruinas millones de secretos. Los siglos, al pasar por estos antiguos lugares, han ocultado en sus rincones, entre el empedrado de sus calles y el adobe de los gruesos muros de sus construcciones, un sinfín de historias que fascinan a quienes se atreven a explorarlos, relatos que la mayoría de la gente desconoce. Tal es el caso del antiguo cementerio abandonado de Mineral de la Luz.
Ubicado a un lado de la comunidad, a la vera del camino a Cristo Rey y junto a las ruinas de una antigua hacienda minera, se encuentra este panteón, que, aunque olvidado por los vivos, guarda los ecos de un pasado ostentoso y sombrío.
La gente lo conoce como el Panteón de los Ricos. Hoy en día sobreviven solo algunas tumbas, pero en ellas todavía se aprecia la ostentación y la opulencia que en vida disfrutaron las personas depositadas allí con la esperanza de encontrar el descanso eterno. Sin embargo, esa prerrogativa, que todo ser humano debería tener derecho a disfrutar, les fue negada. El sueño perpetuo de los que ahí yacían fue interrumpido: todas las tumbas de este camposanto fueron saqueadas y destruidas. Muchas aún muestran rastros del odio y la violencia con las que fueron destrozadas; en algunas incluso se pueden observar los impactos de bala disparados hace más de 100 años.
No se sabe con exactitud cuándo se construyó ni cuánto tiempo estuvo en funcionamiento, pero se especula que fue abandonado a principios del siglo XX, cuando la bonanza minera en la región terminó. El poblado de Mineral de la Luz, que alguna vez fue un municipio independiente de la capital y llegó a tener más de 30,000 habitantes, se convirtió prácticamente en un pueblo fantasma. Eran tiempos de guerra: primero fue la Revolución Mexicana y luego la Guerra Cristera. Así lo relata el cronista de la ciudad, Eduardo Vidaurri Aréchiga.
“La Luz padeció mucho los ataques de la Revolución Mexicana, particularmente los ataques de las gavillas de Cándido Navarro, que la asaltaron en repetidas ocasiones. Eso provocó que las tumbas de Mineral de la Luz fueran saqueadas. Pero sí fue una ciudad con una opulencia fuerte, con una economía poderosa. Evidentemente, había sospechas de que los muertos guardaban algo en sus tumbas, lo que provocó el saqueo. Fue un panteón verdaderamente importante”, mencionó el cronista.
Además, este lugar ha sido escenario y cuna de innumerables leyendas y mitos, como la del Charro Negro.
“Es un panteón que ha dado origen a muchas leyendas, como la del famoso Charro Negro. Este personaje, muy rico del Mineral de la Luz, fue enterrado con sus ropajes de charro y botonadura de plata. Entonces, los bandidos, en algún momento, saquearon su tumba”, explicó Vidaurri Aréchiga.
Así como esta, entre las calles y veredas de Mineral de la Luz, el primer pueblo minero de Guanajuato capital, hay miles de historias más.
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