Sin perder la fe, don Sergio viaja a San Juan de Los Lagos desde hace casi noventa años
Don Sergio, peregrino de San Juan de los Lagos, comentó que su fe y su devoción ha crecido con el paso de los años
María Espino
Guanajuato.- Desde hace unas nueve décadas, el señor Sergio Álvarez cada año viaja desde el Estado de México a Dolores Hidalgo para ser parte del grupo de peregrinos que salen del poblado San Sebastián del Salitre, de la Lagunita, atravesando la Sierra de Santa Rosa, Guanajuato, Silao, León y otros lugares para visitar y celebrar a la Virgen de San Juan de Los Lagos y agradecer por los favores concedidos.
A sus 93 años de edad, don Sergio recuerda que desde niño acompañaba a su mamá quien lo encomendó a la virgen luego de que sufrió un accidente. Él se lesionó un pie y no se podía levantar.
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Don Sergio no pierde la fe
Aunque señala que su pie quedó ‘chueco’ asegura que la virgen le concedió el volver a caminar. Por ello, luego de que su mamá falleció, él con profunda fe continúa con la tradición.
Sergio Álvarez comentó que su fe ha crecido con el paso de los años. Asegura que es mucho lo bueno que ha recibido. Por ello, como parte de un grupo religioso, se convirtió en celador, que es de los que encabeza las oraciones y diversas actividades como la peregrinación a San Juan.
Entre las cosas que don Sergio lleva consigo en su andar destaca la imagen del Santísimo Sacramento. Una imagen que él asegura le pidió que lo llevara y por eso la puso en una mochila en la que llegará a San Juan de Los Lagos.
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Familia Yebra apoya a los peregrinos
En esta temporada de peregrinaciones que pasan por Guanajuato capital hacia San Juan, varias familias se unen para preparar alimentos que regalan a los peregrinos, víveres que obtienen con dinero que reúnen entre la población de manera especial para esta ocasión. Tal es el caso de la familia Granados Yebra que lleva medio siglo regalando comida a los viajeros.
En el 2019, esta familia cumplió 50 años de dar alimentos a los peregrinos. Suspendieron la actividad debido a la pandemia y este año lo retomaron, contó la señora
San Juana Yebra, una de las hijas del matrimonio de dona Benita y don Pedro, contó que sus papás iniciaron con esta obra de caridad en Gavilanes, San Javier. Lo inculcaron a sus hijos y con el tiempo se movieron a la ex Estación del Ferrocarril, zona a donde permanecieron muchos años brindando un taco a los peregrinos.
Hasta la fecha los hijos y sus familias continúan ayudando a los peregrinos que cada año se detienen en Guanajuato capital a descansar y saborear el alimento que la familia Granados Yebra les brinda.
EZM
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