Viola UG tratados internacionales al no reinstalar a Paula, mujer despedida injustificadamente


Guanajuato, Guanajuato.- El rector de la Universidad de Guanajuato, Luis Felipe Guerrero Agripino, incurrió en diversas violaciones a la Ley Federal del Trabajo, a la Ley Orgánica de la Universidad y a tratados internacionales, en perjuicio de la trabajadora Paula, a quien se le negó la reinstalación en la Prepa de Silao.
La trabajadora Paula obtuvo una sentencia favorable, ante un despido injusto del que fue objeto, misma que la Universidad ordenó no acatar. Según el Rector, la sentencia no ha causado estado, lo cual es inexacto.
Así se desprende en la resolución de fecha 17 de enero del año en curso, donde la Presidenta de la Junta Especial de Conciliación y Arbitraje para Asuntos Universitarios, resolvió no conceder en favor de la Universidad de Guanajuato, la suspensión de la reinstalación de la trabajadora.

Sólo concedió la suspensión del pago de prestaciones laborales reclamadas a que fue condenada; tal y como consta en la resolución, lo cual demuestra la falsedad con la que se conduce el Rector.
No obstante lo ordenado por la Presidenta del Tribunal, en dos ocasiones el Rector ha girado instrucciones, para que Paula no sea reinstalada.
De acuerdo con dos abogados consultados, el Rector incurre en responsabilidad laboral, al haber inobservado los artículos 939 y 992 de la Ley Federal del Trabajo.
El artículo 939 establece las disposiciones que rigen la ejecución de los laudos dictadas por las Juntas de Conciliación y Arbitraje.
En tanto que el artículo 992 cita que las violaciones a las normas de trabajo cometidas por los patrones o por los trabajadores, se sancionarán de conformidad con las disposiciones de este Título, independientemente de la responsabilidad que les corresponda por el incumplimiento de sus obligaciones, sin perjuicio de las sanciones previstas en otros ordenamientos legales y de las consecuencias jurídicas que procedan en materia de bienes y servicios concesionados.

Viola UG tratados internacionales y Ley Orgánica de la UG
El Rector Luis Felipe Guerrero también violenta el artículo cuarto la Ley Orgánica de la UG, que establece que:
“en la Universidad se procurará la formación integral de las personas y la búsqueda de la verdad, para la construcción de una sociedad libre, justa, democrática, con sentido humanista”.
El rector inobservó el espíritu humanista que todo universitario debe tener, máxime al tratarse de la principal Autoridad Gubernativa Universitaria Unipersonal y transgredió la dignidad personal de la trabajadora.
Violentó los derechos humanos de Paula
La conducta inhumana desplegada por un conocedor de los derechos humanos, no solo en materia del trabajo, sino en materia penal, constitucional, de amparo, de control de constitucionalidad y administrativo, como catedrático y como investigador en la propia Universidad de Guanajuato, y además, como celebrante de los contratos colectivos de trabajo que rigen en la Universidad; desatendió, omitió, no acató lo que tutelan y protegen los tratados internacionales en favor de las trabajadoras que se encuentran embarazadas.
Por ejemplo, el Artículo 10, numeral 2 del Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, en lo conducente dice:
“Los Estados partes en el presente Pacto reconocen que: se debe conceder especial protección a las madres durante un periodo de tiempo razonable antes y después del parto”.
Durante dicho periodo a las madres que trabajen se les debe conceder licencia con remuneración o con prestaciones adecuadas de seguridad social.
Así también, el artículo 9, numeral 2 del Protocolo Adicional a la Convención Americana de Derechos Humanos en Materia de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, conocido como el “Protocolo de San Salvador”, que en su parte conducente cita que: “cuando se trate de personas que se encuentran trabajando, el derecho a la seguridad social cubrirá al menos la atención médica….y cuando se trate de mujeres, licencia retribuida por maternidad antes y después del parto”.
Por tanto, se violaron los derechos humanos de una madre trabajadora de la Universidad de Guanajuato.