Le cobran 13 mil dólares…Por donar riñón

Meses después de haberle donado un riñón a un pariente lejano, el hombre recibió una factura de miles de dólares en la que le cobraban por el procedimiento, cuando ya estaba cubierto

Redacción

Estados Unidos.-  Después de varios meses de haberle donado un riñón a un pariente, Elliot Malin, recibió una factura por 13 mil dólares, que le causó más molestias que las de la recuperación postoperatoria.

En el 2022, Scott Kline, de 28 años de edad, se mudó por trabajo a Fort Worth, Texas, nunca esperó que durante un chequeo rutinario, se descubrió que padecía una insuficiencia renal terminal, pues sus riñones solamente funcionaban al 17%.

Debido a que la espera de un nuevo órgano a través de un centro médico, se hubiera alargado hasta 5 años, la familia de Scott contactó a todos sus conocidos con la intención de encontrar un donador; finalmente Eliott Malin, amigo y pariente del joven se inscribió como posible donante y en junio de 2021 se confirmó que había compatibilidad orgánica.

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Tras completar todas las etapas burocráticas del procedimiento, en julio Malin y Kline fueron sometidos a la operación en el Centro Médico Baylor Scott & White All Saints, en Fort Worth.

Según contó Malin, la operación costaba unos 160 mil  dólares. Sin embargo, el personal del hospital le aseguró que él no debería pagar ni un centavo, ya que la aseguradora de Kline autorizó la cirugía y se hacía cargo de los costes.

“El hospital estuvo increíble y se esforzó para que todo fuera lo más fácil posible”, señaló Malin a la revista ProPublica este viernes.

No obstante, al volver a casa le esperaba una factura. Al ver la suma —tan solo 19,15 dólares—, no se preocupó y avisó al hospital. Un tiempo después, llegó otra por análisis de laboratorio, esta vez por 934 dólares. Como en el caso previo, notificó al centro médico. Lo mismo hizo a finales de septiembre con la tercera factura, por 13 mil 064 dólares, de la empresa NorthStar Anesthesia, que era responsable de la asistencia anestesiológica de la operación.

Pero en diciembre Malin halló en el buzón un documento que le asustó: un aviso que exigía pagar la suma lo antes posible. “¡Notificación final! Su cuenta se considera morosa. […] Es importante que tome acciones inmediatas”, advertía la carta.

“Los llamé y los regañé un poco. Les expliqué de qué se trataba, que era una donación de riñón y que yo no era la parte responsable”, recuerda Malin. Sin embargo, desde la compañía no hubo respuesta hasta el 19 de enero, cuando ProPublica se puso en contacto con la aseguradora para conocer su versión.

“La directora financiera de NorthStar acaba de llamarme y me dijo que se ha hecho cargo de la factura”, escribió Malin al reportero de la revista.

Al día siguiente, recibió un correo electrónico de la empresa, que finalmente confirmó que él no debía pagar la factura. “En nombre de NorthStar, les pido disculpas por la confusión y la preocupación causadas con respecto a este asunto y les aseguro que ya ha sido resuelto”, indicaba el mensaje firmado por la directora financiera de la aseguradora, Kate Stets.

Malin expresó su preocupación por la posibilidad de que casos similares les ocurran a personas con menos capacidad para enfrentar tales situaciones, que, opina, pueden representar un obstáculo para los trasplantes. No obstante, indicó que está feliz de que todo acabara bien.

“Es un asco, pero no habría cambiado nada de eso. Quiero a mi pariente. Quiero que esté sano”, dijo.

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