Alumbrado, panteones y pestes: los temas del periodismo del siglo XIX en León
Óscar Jiménez
León.- Un siglo después de haberse iniciado la Independencia de México y en lo que significaría la antesala de la Revolución Mexicana, a la ciudad de León aún le preocupaban algunos temas sociales importantes como el alumbrado público, la construcción de panteones e inclusive, enfermedades y espacios de esparcimiento.
De acuerdo con los documentos que se guardan en el Archivo Histórico de León, diferentes tópicos aún ‘quitaban el sueño’ a los citadinos de la que a la postre, sería la ciudad de León, la más grande del estado de Guanajuato. Uno de aquellos temas era la manera de iluminar, dado que hasta 1835 aún se utilizaban las denominadas pajuelas, que eran conformadas por paja de centena o algodón y que servían para arder y propiciar la luz.
“Quedó establecido el alumbrado de manteca para toda la ciudad”, se narra en un documento en el que se especifica la manera de operar en León previo a la Independencia. Sin embargo, esto cambiaría para 1866 cuando el alumbrado se cambió por el de petróleo, al menos para el primer cuadro de la ciudad, y 22 años más tarde se estrenaría la luz eléctrica en la ciudad.
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Otro de los temas que preocupaba por entonces, incluso de manera ‘colateral’ a enfermedades mortíferas e inundaciones, era la situación de los panteones. Particularmente, el nuevo Panteón de San Nicolás se inauguraría durante el 17 de agosto de 1899 pero “Desde entonces guarda el mismo estado de abandono”, se especifica en el recuento del suceso periódico El Obrero, quien editó un número especial como recuerdo del primer centenario de la Independencia de México durante el 16 de septiembre de 1910.
Durante aquel año, había otros cambios considerables en la dinámica de la ciudad, dado que, en el mes de junio, el Ayuntamiento avaló un reglamento de cantinas, en el que se especificaba la forma en que se podía llevar a cabo la venta de licor. En el, se hacía hincapié en que se limitaban las horas y los días de venta, mismos que se habían aceptado tanto por la parte de gobierno como de los interesados en la venta; “Algunas disposiciones que da la jefatura para hacer cumplir el reglamento son del agrado de varios comerciantes que ocurren al gobernador del Estado en demanda de justicia”, se narraba.
También se demandó -y señaló- en 1904 la construcción de la Presa de los Castillos, de la que se puso la primera piedra del dique durante el 07 de abril de aquel año; habían acudido entonces el gobernador del estado Joaquín Obregón González, al tener como jefe político a Archibaldo Guedea. Pero no todo fue viento en popa ante los señalamientos de la sociedad civil, que al final, evidenció el estancamiento de la obra; “Se ocupa por mucho tiempo la prisión en los trabajos, se gasta mucho dinero sin ningún resultado, y al fin se abandona la obra”, se dijo.
Cabe señalarse que aquel periodo fue de muchos cambios para el país, que se reflejaron y dividieron previo y post independencia, pero también, luego se incluirían los propios conflictos, y avances, de la Revolución Mexicana, que mantenían asuntos sociales de principal relevancia en los municipios de Guanajuato.