Scarleth PérezLeón.- Vivir entre las montañas es una experiencia muy bonita, dice Carmen, la irapuatense responsable del orden a bordo del Tren de la Salud. Sin ella y su equipo, las jornadas médicas no podrían iniciar sin contratiempos.“Es muy bonito vivir en el tren, es nuestra casa, es nuestro segundo hogar”, asegura Carmen.El Tren de Salud mejor conocido como Dr. Vagón ofrece unos 17 servicios médicos completamente gratuitos. El hospital móvil, iniciativa de Fundación México, ofrece las consultas médicas a bordo de los rieles. Recorre todo el país, incluso, sitios de poco acceso.Carmen es la supervisora, encargada del equipo de limpieza de Dr. Vagón. Ella junto a siete personas más, se aseguran de tener impecable los vagones y el espacio en el que se recibe a los pacientes.La jornada de la supervisora inicia a las 4:30 de la mañana. En punto de las 5 am ya está haciendo el primer rondín en los alrededores del ferrocarril. Baja las escaleras, abre los vestíbulos, checa que las sillas estén limpias y acomodadas. Cuando los médicos bajan a recibir a los primeros pacientes, Carmen y su equipo ya tienen todo listo.Por si no lo viste: Llega Doctor Vagón a Guanajuato; comienza en León con 500 personasEn punto de las 6:10 de la mañana el equipo de limpieza toma su primer alimento. Después van a poner orden al vagón de dormitorios. Las camas de las habitaciones se tienden, los baños se limpian y se surten de papel, la ropa del personal va la lavadora, así pasa Carmen y su equipo un mes a bordo del vagón. Por las tardes, toca el aseo de todos los consultorios y de los baños al servicio del público.El personal de Dr. Vagón lo conforman personas de diferentes estados, juntos viven 30 días sobre los rieles y otros 30 días regresan a sus hogares y sube otra cuadrilla.Mes a mes a bordo del Tren de la Salud, las rutas que Carmen recorre no siempre son las mismas, pero todas le regalan escenarios que jamás había visto.“Vivir entre montañas es hermoso, es bien bonito, ver el paisaje que el tren recorre, es muy hermoso. Son experiencias muy bonitas, conocer muchos lugares que a lo mejor nosotros no podemos y él nos lleva”, dice Carmen con una sonrisa de nostalgia en el rostro, al recordar los rincones que ha conocido gracias a su vida en el tren.Oaxaca, Veracruz, Sinaloa, Chihuahua y Durango son algunos de los estados por los que ha pasado, aunque asegura son muchos más.En su visita a León, Carmen dice sentirse tan cerca y tan lejos de su hogar en Irapuato, ciudad en la que sus cuatro hijos la esperan, aunque “ellos ya son grandes y ya no necesitan de mí, pero sí los extraño mucho”, asegura.En el equipo de limpieza, otras cuatro mujeres también son originarias de Irapuato. Silvia, Martha, Blanca y Jennifer, todas dejaron a sus familias atrás para emprender un trabajo con duración de 30 días, que recorrerá kilómetros de vías férreas por el país.“A la vez me siento feliz y a la vez triste, por no ver a mi niño, pero es bonito”, con lagrimas en los ojos, Silvia revive la nostalgia de la lejanía.Las chicas del orden, disfrutan de la vida en el ferrocarril, aprecian la labor que desempeñan, sintiéndose satisfechas de ayudar a quienes tienen poco acceso al servicio médico.“Ver que vamos ayudar a tanta gente, a tantas comunidades que están olvidadas y nosotros, aunque estemos en nuestro trabajo de este lado, nos sentimos bien de poder brindarle un servicio a toda la gente que viene”, apunta Martha.La labor del equipo de limpieza requiere trabajo constante, pero ahí arriba además de ser una gran familia, el paisaje les ameniza la vida.“Es una experiencia bonita, porque vas viendo el paisaje y son paisajes que no ves y la experiencia en el tren te da a conocer bastantes lugares que no habíamos conocido. Es una experiencia bonita andar aquí, las muchachas siempre están grabando”, dijo Martha.Con sus chalecos amarillos fosforescentes, Carmen y su equipo ponen orden en Dr. Vagón.