Don Ignacio busca justicia en León: fue atropellado en Duarte y quedó con secuelas
La señora Eva posa junto a su esposo, Don Ignacio, que quedó postrado tras el accidente. Foto: Ivonne Ortiz
León, Guanajuato.- La vida de Ignacio Soto Luna, de 54 años, cambió en un instante. Un hombre que aparentemente conducía a exceso de velocidad lo atropelló en el Eje Metropolitano el pasado 4 de enero. Hoy, desde la cama de su casa y en un estado prácticamente inmóvil, la víctima lucha por sobrevivir. Por si fuera poco, el presunto responsable está libre y no ha reparado el daño.
Don Ignacio, vecino de la comunidad de Duarte, venía de trabajar en su bicicleta sobre el bulevar Eje Metropolitano cuando un vehículo de la empresa de materiales para la construcción Aceromex, lo embistió.
A Eva, su esposa, le avisaron una hora después del accidente. Al llegar a la escena, vio a Ignacio inconsciente, pues en ese momento ya había perdido mucha sangre.
“Me platican que (el conductor) venía a mucha velocidad. Lo que quiero es que se haga justicia porque lo dejó en malas condiciones. (…) Ahí cerca hay cámaras, ojalá las chequen, para que vean que sí lo atropelló. Él quedó mal por su operación de la cabeza, no quedó bien”.
Accidente dejó postrado a Don Ignacio
A cuatro meses del atropello, Ignacio padece secuelas de inmovilidad y falta de razonamiento tras ser sometido a una craneotomía, que es una cirugía en la que le abrieron el cerebro, y que a consecuencia le trajo afectaciones neurológicas que en ocasiones le hacen perder el conocimiento y “portarse como un niño”, dice su esposa.
Además de la operación en el cráneo, uno de sus pies quedó gravemente afectado y no puede caminar. La víctima usa una ortesis en el pie, un aparato para poder apoyarse y practicar la movilidad, pero debido al prolongado tiempo que lo tuvo sufrió humedad y heridas. Actualmente necesita una silla de ruedas para ser trasladado a sus citas médicas, pues la que tiene es prestada.
Ignacio es atendido en el Hospital General de León. Su familia ha gastado cerca de 50 mil pesos en el intento de su recuperación, aunque las secuelas son muy fuertes y el panorama de salud no ha sido muy positivo. Lo que sí ha mejorado, en palabras de sus familiares, es que al menos ya ingiere alimentos por la boca y no a través de sondas.
De tener una vida aparentemente normal, laborando en la construcción, Ignacio ahora está postrado en una cama. Depende de su esposa e hijas, quienes lo asean, lo cuidan y le dan de comer. Constantemente lo trasladan al Hospital General para dar continuidad a su atención con chequeos generales: lo pesan, le toman la presión y le cambian la sonda urinaria.
El culpable está libre
En medio de este panorama, el presunto responsable no ha sido detenido. De acuerdo con los familiares, el conductor ya fue identificado gracias a que la hija de la víctima tomó fotografía de las placas del vehículo. A pesar de esto y de la denuncia interpuesta ante el Ministerio Público, las investigaciones no han avanzado mucho.
“Solo me dicen que están revisando los videos y ya”, cuenta la señora Eva para referirse a las declaraciones que le han dado los agentes de investigación. Hasta ahora la familia no ha visto los videos captados por las cámaras de seguridad al momento del accidente.
La única información que tienen sobre el conductor es que se movía en un vehículo de Aceromex, el 4 de enero. Ahora están a la espera de la declaración de uno de los testigos que presenció el accidente.
El conductor no solo afectó drásticamente la vida del hombre de 54 años, también la su esposa Eva, quien dejó su labor como trabajadora doméstica para dedicar su vida a sus cuidados. Muchas de las veces no duerme porque la víctima no lo hace, y tiene que estar pendiente de que no se retire las sondas o no tenga comportamientos fuera de sus facultades mentales.
“Que se hagan responsables de lo que hicieron. Nadie se ha acercado a decirme: ¿qué necesitas?”, dice Eva.
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Ciclistas y peatones en peligro mortal
En los últimos meses los casos de peatones o ciclistas atropellados han sido constantes. Muchos de ellos no reciben justicia y terminan en la muerte de la víctima.
Este fin de semana, Valente Jesús, de 17 años, murió atropellado cuando conducía su bici de montaña sobre el bulevar Timoteo Lozano, esquina con Francisco Villa. El responsable, que conducía un auto Volkswagen Passat color gris, huyó.
Entre los casos más mediáticos está el del excamarógrafo Enrique Sosa, quien murió atropellado en julio del 2022, por un conductor ebrio en el restaurante Rincón Gaucho. El responsable, un empresario de Guanajuato, lo atropelló tras una discusión por no querer pagar un boleto de estacionamiento, ya que Enrique, en ese entonces, trabajaba como cuidador del lugar. A casi un año de su asesinato, el responsable está libre, y aunque la Fiscalía General del Estado (FGE) anunció que tenía identificadas varias de sus propiedades, pero no lo han detenido.
En el caso de Ignacio, se repite la injusticia. Su esposa Eva pide que el responsable pague por el destrozo que le causó a la víctima y a su familia. Por lo pronto, solicitan de manera urgente una silla de ruedas, pues entre tantos gastos no ha podido costear una. La familia de Duarte buscará también el apoyo de la presidenta municipal de León, Alejandra Gutiérrez, acudiendo al Miércoles Ciudadano para exponer su caso.
JRP
