Viernes, 29 Noviembre, 2024

19 ℃ Guanajuato

El Centro Médico del Bajío, sus 12 pisos de historia y su restauración en León

Tras 59 años de servicio, el Centro Médico del Bajío en León se renueva, preservando su legado de atención médica de calidad
León

Ivonne Ortíz

 El Centro Médico del Bajío, sus 12 pisos de historia y su restauración en León  El Centro Médico del Bajío, sus 12 pisos de historia y su restauración en León

El Centro Médico del Bajío, un ícono de la atención médica en León, experimenta una transformación tras casi seis décadas de servicio.

León, Guanajuato-. Los 12 pisos del Centro Médico del Bajío tendrán otra cara. Luego de 59 años de haberse construido y tener un aspecto de descuido y abandono, los socios de uno de los primeros hospitales privados de León están renovando la fachada de esta torre histórica que está en el bulevar Adolfo López Mateos.

El Centro Médico del Bajío, en la colonia Obrera, alberga historias, muertes de pacientes, recuerdos, noches de desvelo y enfermedad, pero también de niños que llegaron a acompañar a sus abuelos para atenderse en este hospital, y de leoneses que se recuperaron gracias a la ayuda de los reconocidos doctores que lo fundaron.

Le decían ‘El Gigante del Bajío’ porque fue una de las torres más altas de León y Guanajuato en la época de su construcción, que empezó en 1964 y culminó con su inauguración en 1970. Fue diseñado por el arquitecto Agliberto Llamas, un profesionista de renombre que proyectó múltiples edificios y casas en León durante las décadas de los sesenta y setenta, entre ellas las viviendas de la colonia Andrade.

 



Y es que los 12 pisos del Centro Médico del Bajío representaban la urbanización y modernidad que empezó a vivir León, según los mismos ciudadanos que crecieron durante esa época. Este hospital está compuesto por una recepción, un sótano, un estacionamiento y un auditorio que está en la parte más alta de la torre.

Las vistas, de acuerdo con quienes llegaron a acompañar a sus familiares, eran panorámicas e increíbles.

“Cuando era niño recuerdo que acompañé a mi abuelita Victoria a su cita con un especialista gastroenterólogo en el quinto piso, quedaba maravillado con la impresionante vista de nuestra ciudad, podía contemplar el Calvario, el Barrio Arriba, Catedral y toda la mancha urbana del León de los 80’s. Fue un momento muy significativo, pues meses después mi abuelita murió, quedando en mi memoria esos momentos que la acompañaba al Centro Médico del Bajío”, recuerda Luis Armando Salcedo, historiador de León y fundador del grupo de Facebook ‘León Restaurando su Historia’.


Enrique Arrieta, un abogado de León que vivió de cerca la construcción, evolución y época dorada del Centro Médico del Bajío cuenta su historia. Su padre, el Dr. Juan Manuel Arrieta Núñez, fue representante del Centro Médico ante la Secretaría de Salud y la COFEPRIS.

El edificio se construyó con la aportación de reconocidos doctores de León, que se volvieron socios fundadores, con la intención de echar a andar uno de los primeros hospitales privados de la ciudad, que en ese entonces y hasta ahora han mantenido costos más bajos que otros sanatorios particulares.

“De alguna manera en esa época era el mejor hospital particular del bajío, donde estaban los mejores médicos. Posteriormente, digamos en los noventas, empezaron a atender los hijos de los fundadores que son los que están actualmente, por ejemplo, del Dr. Mario Ontiveros está su hijo Ismael Ontiveros. Están Mario Sopeña hijo, Efraín Aranda hijo, el Dr. Cabeza de Vaca hijo, o sea siguió toda la tradición con los hijos ahí, aunque algunos tienen actividad en algún otro hospital como en el Ángeles”, detalla Enrique Arrieta a Periódico Correo.

 



Recordado como un hospital de primera clase durante las décadas de los setenta y ochenta, el Centro Médico se ganó la preferencia de los leoneses y guanajuatenses por la calidad de la atención médica, así como su modernidad e instalaciones.

Luego, con la llegada del Hospital Aranda de la Parra, también ubicado en el bulevar Adolfo López Mateos, y la repartición de espacios y escrituras por cada socio, el Centro Médico llegó a una etapa de declive, cuenta el abogado leonés Enrique Arrieta.

 

“Lo que pasa es que después del año 2000, no recuerdo muy bien la fecha exacta, se hizo una división de Régimen de Condominio del edifico. Se dividió, y varios dueños se hicieron propietarios de diferentes partes del hospital, por ejemplo, que una persona ya era dueño de todo el cuarto piso, otra persona del sótano, otra de la planta baja … entonces cómo había muchos dueños ya no se ponían de acuerdo para los mantenimientos y la imagen corporativa como antes, cuando era un todo”.

 
Este hospital privado ha sido testigo de innumerables historias y ha sido un punto de referencia en la atención médica en León. Foto: Carolina Esqueda


Cada socio tomó sus escrituras y se hizo cargo de su espacio. Incluso una sola planta, el cuarto piso, se volvió una clínica independiente dentro del mismo Centro Médico del Bajío, conformada por un grupo de médicos, calificados como los profesionistas con más experiencia y reconocimiento: Mario Sopeña, Efraín Aranda y Mario Ontiveros.

En palabras del hijo de uno de los administradores, la clínica del cuarto piso mantiene al Centro Médico del Bajío, además de la remodelación que están haciendo actualmente, pues “desde los setenta no se le metía nada”, enfatiza

Y es que la crisis económica del hospital les hizo rentar el edificio como un espacio publicitario en 1998. En ese año colgaron en la fachada la imagen gigante de la marca Coca Cola. Enrique Arrieta reconoce que el Centro Médico siga funcionando, superando las dificultades económicas, así como la pandemia.

“A fin de cuentas sigue funcionando, en las épocas de crisis salieron adelante. Y ahorita como que ya quieren retomar un poco otra vez ese proyecto porque el edificio está sano, fuerte, está muy bien ubicado. De hecho, se han ido haciendo estacionamientos a un lado de la clínica, es un punto a favor, ya hay dos o tres”.

 

“Todavía hay pacientes (que siguen yendo al Centro Médico del Bajío), aunque no es como un Aranda de la Parra, pero todavía tiene cierta tradición más que nada por el valor agregado de los médicos, eso se va pasando de generación en generación”.

 

“Lo que yo diría es que, si hay una buena coordinación, un buen director médico, un buen director en la parte administrativa, un buen marketing, yo creo que puede durar muchos años siendo una clínica referente en León (…) la verdad en los costos si son más económicos que un Aranda, un Ángeles (hospitales privados), y casi todo ellos (los doctores) operan también en estos hospitales. Mucha gente dice ‘mejor me opero en el Centro Médico’”.

Así, como un edificio histórico y un referente de la salud, el ‘Gigante del Bajío’ pretende retomar sus años abundantes.

Temas

  • León Noticias
  • Centro Médico del Bajío
  • Adolfo López Mateos
Te recomendamos leer