Sábado, 11 Enero, 2025

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El cerrojazo temprano de la Navidad

Este año los locales comerciales tuvieron que cerrar antes. El regreso a semáforo rojo, los vuelve a obligar a cortar sus ventas
León

Pilar Muñoz

El cerrojazo temprano de la Navidad El cerrojazo temprano de la Navidad

Redacción

León.- Una empleada joven se estira lo más posible para alcanzar el límite de la cortina; cuando la alcanza, da un jalón y deja prácticamente cerrado el local que atiende en la zona centro de León. Es un negocio de bufandas, guantes, ropa y muchos productos que bien podrían venderse durante esta época hasta altas horas de la noche. Pero este año no fue así.

El que atiende la joven, no es el único local de la zona centro de la ciudad que ha bajado la cortina (al menos tres cuartos) alrededor de las 7:00 de la noche. Antes, en años pasados, los locatarios esperaban hasta después del horario habitual para atender la demanda de los clientes; se llegaba por regalos de última hora para intercambios laborales o familiares, así como para cumplir uno que otro ‘antojo’ respaldado por el frío: guantes, chamarras y bufandas, principalmente.

Ahora, la pandemia de coronavirus, que este pasado 15 de diciembre cumplió ya 9 meses que arrecia con fuerza en Guanajuato, ha evitado que los comerciantes puedan ‘explotar’ sus negocios en el primer cuadro de la ciudad.

Incluso, la dinámica es diferente; por el lado derecho se entra siguiendo flechas o cartulinas fluorescentes sobrepuestas con indicaciones en las tiendas, y por el lado izquierdo, se abandonan la mayoría de los negocios. Los empleados portan cubrebocas, y es visible en los pequeños locales, los grandes botes de gel que les respaldan en las fiestas decembrinas.

Pero no sólo eso. Gigantescos locales ubicados en los portales principales de la ciudad, de la ‘noche a la mañana’ han sido puestos en renta, y con ello, la zona se debate entre comercios entrecerrados, para nuevo uso, y los locales que aún permanecen abiertos, principalmente de las marcas transnacionales pero que no lucen con gran afluencia.

Renta, para firma a nivel nacional”, se lee en una lona sobrepuesta sobre un local del Portal Aldama que oferta 900 metros cuadrados para un nuevo negocio. Sin embargo y aunque ni siquiera eran las 8:00 de la noche, la zona ya no tenía la afluencia acostumbrada de visitantes.

Como éste, yacen algunos otros locales -grandes y pequeños- en renta dentro del primer cuadro de la ciudad. Tiendas de chocolates, e incluso de manualidades que parecieran fundamentales para la época decembrina, lucen también cerrados. Ni se diga de los restaurantes de los hoteles céntricos sobre la zona peatonal, donde normalmente, por las mañanas se daban cita viejecillos para entablar larguísimas charlas, y por la noche, la afluencia de personas no disminuía. Ahora, lo único que ha disminuido es la cantidad de mesas colocadas y el movimiento -casi nulo- de meseros.

Ahora, por las noches céntricas de León, sólo yacen familias que optan por pasar el rato; “Vamos a sacar todo lo de tu alcancía para pagar lo de tus camiones”, le dice con fuerza y a manera de regaño un padre a su hijo frente al atrio que se encuentra ante la Presidencia Municipal. Ambos, van con el cubrebocas mal colocado y discuten por alguna ‘maldad’ hecha por el niño.

Del otro lado, una pareja de jóvenes también discute, pero por la originalidad de unos tenis Nike blancos recién comprados; les dan vueltas, los miran con detenimiento y explican por qué se diferencian éstos a otros tenis tipo ‘clon’. Mientras los padres jóvenes discuten esto, su hija, de unos 3 años se arrastra por el piso de la zona peatonal mientras persigue una pelota. Se tira y se levanta, atrapa la pelota y en momentos, interactúa con el padre. Todos, van sin cubrebocas.

Pareciera que la Navidad es diferente en la ciudad. Lo más impropio en las últimas décadas; no hay largas filas -al menos de momento- en los pequeños locales que ofertan tres bufandas por 100 pesos, así como calzones rojos y amarillos, y tampoco hay restaurantes saturados con celebraciones de cierre de año.

Sólo, de fondo, yacen las imágenes navideñas que iluminan como ninguna otra cosa, el edificio de la Presidencia Municipal de León y la hilera de la calle Madero. Además de estos pasajes luminosos, sólo se mantiene una seguidilla de ángeles de led en el bulevar Adolfo López Mateos, la principal arteria de la ciudad. Fuera de esas formas iluminadas, lo demás no denota lo acostumbrado en una Navidad. Y pareciera, por ahora, que esas luces son las únicas que salvan este diciembre en León.

DM

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