Fallas geológicas amenazan 16 colonias de León; entre ellas Alfaro y Los Castillos

Aunque Guanajuato se considera una zona de sismicidad baja, en León se registraron cinco sismos entre 2012 y 2019

Ivonne Ortiz

León.- El temblor que se sintió este lunes en León pone bajo la lupa las fallas geológicas que hay en 16 colonias de la ciudad. Se trata de riesgos o inestabilidad de laderas, es decir, deslizamientos, flujos y caídas o derrumbes, de acuerdo con la Coordinación Estatal de Protección Civil.

De acuerdo con la Facultad de Ciencias, una falla geológica es una fractura en el terreno en la que dos bloques se mueven entre sí.

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Las 16 colonias asentadas con este tipo de relieves se evaluaron por la Unidad Municipal de León en el 2015. Entonces se presentaron en el documento Atlas de Peligros y Riesgos de los Municipios que conforman el Estado de Guanajuato. Ahí aparecen:

• Alfaro
• Comunidad de Alfaro
• Cañada de Alfaro
• Las Amalias
• Zarzihuiles
• Paseo del Río de los Castillos
• San Isidro Labrador
• Ojo de Agua de los Reyes
• Laderas de Ibarrilla
• Rivera de los Castillos
• Lomas de Guadalupe
• Cantaranas
• Castillo Azul
• Chepinque
• La Lomita
• Cumbres de Medina

Más de mil personas en riesgo

En estas 16 colonias, resultan afectadas cerca de 1 mil 010 personas que las habitan. La Coordinación Estatal de Protección Civil nombra las calles en las que se presentan las fallas, así como el número de habitantes que viven ahí. También la latitud y longitud del riesgo geológico.

“La zona urbana concentra la gran mayoría de sitios que representan inestabilidad y que tienen la presencia de sistemas afectables ya sea caminos, vivienda o infraestructura”, se lee en el Atlas de Peligros y Riesgos de los Municipios que conforman el Estado de Guanajuato.

“Guanajuato se ubica dentro de la “zona B”, de acuerdo con la Regionalización Sísmica de la República Mexicana, caracterizada por ser una zona de sismicidad baja, en donde se reportan sismos con poca frecuencia y las amplificaciones del suelo no sobrepasan el 70% de la aceleración de la gravedad”, añade el texto.

Hay registro de varios temblores en León

A pesar de esto, el 2012 al 2019, en León se han registrado cinco sismos registrados por el Servicio Sismológico Nacional (SSM).

El primero se dio el 12 de agosto del 2012 con una magnitud de 3.7 grados en la escala de Richter. El segundo el 4 de diciembre del 2014 con magnitud de 3.6. El 13 de junio del 2017 nuevamente hubo un temblor de magnitud de 4.0. El cuarto sismo ocurrió el 14 de junio del 2017 con magnitud de 3.7 y el quinto se registró el 5 de abril del 2019 con una magnitud de 3.9.

En septiembre del 2021 vecinos del Cerro del Gigante reportaron temblores y “crujidos en la tierra”. Por esta razón elementos de Protección Civil a instalaron un campamento para vigilar la zona.

El movimiento telúrico más reciente se sintió este lunes 19 de septiembre. Esto como consecuencia del sismo de magnitud de 7.7 con epicentro en Coalcomán, Michoacán, que afectó a otros 15 estados, entre ellos Guanajuato.

Aunque no se reportaron lesionados, sí hubo cuatro agrietamientos leves en muros verticales. Además hubo 19 atenciones prehospitalarias por crisis nerviosa, según la Dirección de Protección Civil.

El temblor sucedió 46 minutos después del Macro Simulacro Nacional en 118 establecimientos.

Este simulacro sirve para incentivar la cultura de la prevención tras el sismo que sacudió a México el 19 de septiembre de 1985. Este lunes el miedo revivió en una fecha que coincide con los terremotos de 1985 y 2017, una coincidencia en la que “no hay ninguna razón científica que lo explique o justifique”, de acuerdo con el Servicio Sismológico Nacional.

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Protección Civil llama a comprar y fincar terrenos regulados

Como conclusión a los riesgos geológicos detectados en 16 colonias de León, la Coordinación Estatal de Protección Civil subraya el apego a comprar o fincar en terrenos apegados a las regulaciones estipuladas en los Programas de Ordenamiento Ecológico Territorial del Municipio.

“El constante desarrollo poblacional a zonas no seguras y reguladas puede ocasionar que el número de personas en riesgo aumente”, finalizaron.

Explotación de acuíferos también provoca fallas en Celaya

Aunque Celaya no es sísmica, existen cavernas en algunas zonas de la ciudad por la sobre explotación de los mantos acuíferos. El riesgo es que éstas en cualquier momento pueden colapsar.

En el Atlas de Riesgo del municipio actualmente se tienen registradas 11 fallas geológicas que pasan por la zona urbana y la rural. Así lo informó el Director de Protección Civil, Marco Antonio Villa Corral.

Precisamente por la sobre explotación de los mantos acuíferos, se ha detectado la formación de una especie de cavernas en el subsuelo. Esto ha generado socavones de distintos tamaños en determinadas zonas de la ciudad.

Abasolo también se fractura por sobreexplotación

En el acuífero Pénjamo-Abasolo la extracción de agua para uso industrial, doméstico y para el campo es alarmante. Estimaciones de la Comisión Nacional del Agua establecen que el abatimiento de las aguas subterráneas es de 3 metros por año, lo que representa un déficit de 215 millones de metros cúbicos. La ciudad de Abasolo es la que está pagando los platos rotos, una serie de fallas geológicas han fracturado la ciudad y amenaza con derribar viviendas aún habitadas, pese a esto siguen perforándose más aprovechamientos de agua.

Cada año, el acuífero Pénjamo-Abasolo pierde 215 millones de metros cúbicos de agua a consecuencia de la sobreexplotación, en 30 años, se perforaron casi mil nuevos pozos, tanto agrícolas como para la extracción de agua potable, que generan un consumo de 440 millones de metros cúbicos de agua al año.

Este fenómeno además de ocasionar escasez de agua, genera problemas de hundimientos que ya sufren en Abasolo, donde se han acentuado ocho fallas geológicas.

Fallas y grietas sacuden Huanímaro

Desde hace siete años, un extraño fenómeno ocurre en los límites entre Abasolo y Huanímaro y nadie ha podido explicar de lo que se trata. Extraños estruendos y temblores debajo de la tierra han ocasionado que se agriete el suelo, e incluso ha afectado a viviendas en zonas pobladas. Lo que comenzó en la Colonia Potrero de los Martínez en la cabecera municipal de Abasolo, se propagó a las comunidades Otates, Copales y Ojos de Agua, en el municipio de Huanímaro.

Sin saber lo que ocurre debajo de sus pies, los habitantes de estás zonas afectadas por dicho fenómeno, temen que su patrimonio esté en peligro o peor aún, que su propia vida se encuentre en riesgo.

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JRP