Miércoles, 12 Marzo, 2025

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Familia de León quiere ponerle Lucifer a su hijo, pero no se los permiten ¿Tú los dejarías?

El peculiar caso de la pareja Eduardo y Alejandra, que vive en León, ha llamado la atención a los trabajadores del Registro Civil 
León

Ivonne Ortíz

Familia de León quiere ponerle Lucifer a su hijo, pero no se los permiten ¿Tú los dejarías? Familia de León quiere ponerle Lucifer a su hijo, pero no se los permiten ¿Tú los dejarías?

En caso de no llamarlo Lucifer, la pareja optaría por el nombre de Samael. Foto: Especial

León, Guanajuato.- Eduardo y Alejandra quieren registrar a su hijo con el nombre de Lucifer. La pareja está compuesta por dos jóvenes 32 años: él, satanista y originario de la Ciudad de México, y su esposa de León, que práctica el agnosticismo, es decir que no tiene creencias. Ambos planeaban desde antes de su nacimiento llamarle así al bebé, pero ahora se enfrentan a los argumentos legales del Registro Civil de Guanajuato para no cumplir su voluntad. 

El peculiar caso de esta pareja que vive en León ha llamado la atención a los trabajadores del Registro Civil. Eduardo contactó a Correo para narrar la situación que atraviesan desde este lunes en el Hospital General de León, donde para dar de alta a su bebé y regresar a casa tienen que ponerle nombre, y Lucifer no es una opción, les dijeron. 

Luego de complicaciones en el parto, su bebé nació el martes 24 de octubre en el Hospital General de León. 

 
Eduardo y Alejandra quieren registrar a su hijo con el nombre de Lucifer. Foto: Especial 

¿Por qué lo quieren llamar Lucifer?

Eduardo describe su nacimiento como un “milagro”, pues a Alejandra no le daban la posibilidad de ser madre. En agradecimiento a Satanás, de acuerdo con las creencias del joven, la pareja busca registrarlo con este nombre. 

“En sí le queremos poner Lucifer porque para nosotros es un bebé de milagro. Mi esposa no podía tener bebés, estuvimos intentando y no se pudo, ahora se nos hizo el milagro”. 

En caso de no llamarlo Lucifer, la pareja optaría por el nombre de Samael, que significa ‘Veneno de Dios’. En la búsqueda de llevar al niño a casa, tienen que hacer el trámite de su registro en el Hospital General de León, donde les piden el nombre para expedir el acta de nacimiento, pero el Registro Civil no acepta ninguno de estos dos nombres solicitados por los jóvenes. 

 

 

 
Eduardo contactó a Correo para narrar la situación que atraviesan desde este lunes en el Hospital General de León. Foto: Especial

Este 31 de octubre su pequeño será dado de alta, y desde que nació tuvieron problemas para escribir el nombre en los cuneros, pero luego las enfermeras lo aceptaron. Ahora se enfrentan al argumento legal, pero también moral, que les dio el Registro Civil.  

“Tuvimos algunos inconvenientes en el inicio porque no querían aceptar el nombre en los cuneros, pero las enfermeras después hasta le pusieron su letrerito, a nuestro bebé nos lo han tratado súper bien las enfermeras (…) Luego pasamos al Registro Civil y se pusieron muy altaneros, nos dijeron que no (registrarán al niño como Lucifer) porque Guanajuato es un estado católico, y pues Lucifer es un nombre denigrante y conlleva bullying. Creo que estas cosas no son ciertas, no es un nombre denigrante”, defiende Eduardo. 

¿Qué dice la ley del Registro Civil?

En agosto del 2022, el Registro Civil de México anunció una lista con 61 nombres prohibidos para nombrar a los bebés en el país, justificando que podrían propiciar a la burla o al bullying. Entre estos nombres destacan los de superhéroes, productos, marcas, personajes de películas, personajes políticos que causaron dolor a la humanidad, albures y nombres de redes sociales. Sin embargo, Lucifer no aparece en la lista. 

Correo solicitó la postura del Registro Civil de Guanajuato, quienes aclararon que “de acuerdo a la ley vigente hay restricción para insertar nombres que sean peyorativos, discriminantes o generen algún prejuicio al menor. Misma normativa con fundamento en los artículos, 62, 63, 66 fracción VI y 68 del Código Civil para el Estado de Guanajuato”. 

 
Nombres prohibidos en México. Foto: Especial 

Una de las reglas a las que debe sujetarse el registro según la dependencia es que “el nombre propio no podrá denigrar la dignidad de la persona, por lo que no podrá integrarse o contener abreviaturas, diminutivos, claves, números, apodos, nombres inventados que pueden ser motivo de burla o mofa”, puntualiza el Registro Civil de Guanajuato

Eduardo pide no ser discriminado por sus creencias. Aunque no quiere irse por la vía legal, advierte que hará hasta lo imposible por nombrar a su hijo Lucifer.

“Tengo que hacer valer mis derechos porque es el derecho a la libre expresión, no es un nombre que denigre, humille, como me dijeron. No porque la gente no tenga esas creencias no me van a dejar”. 

El joven de la Ciudad de México lidia con la religión católica que atañe a Guanajuato. La gente lo ve mal por su creencia en el satanismo, y también por sus tatuajes. En sus manos tiene pintados al Ángelito Negro, un culto al diablo en forma de un ángel negro vestido de mariachi, con un tequila en la mano. O Baphomet, una estatua diabólica con cabeza de cabra. 

“Es un lugar muy católico, de por si yo tengo al Ángelito Negro y a Baphomet tatuados en las manos, y eso me ha conllevado a mucha discriminación por la religión, no tanto por los tatuajes sino por lo que representa”.  

La historia de su culto en Lucifer y cómo lo vivió en Tepito

Eduardo es satanista, cree en Lucifer y en el Diablo desde los 16 años. Nació en la Ciudad de México, pero ha vivido en León por años. El barrio de Tepito, donde emerge el culto al Ángelito Negro, ha sido su refugio para respaldar sus creencias. 

“El satanismo es una filosofía de vida que lleva 11 mandamientos, entre los cuales están respetar al prójimo, no dar una opinión que no te pidieron, es decir, son leyes más concretas a la vida diaria, que los mandamientos católicos que son más morales. Aquí es más de respetar a tu persona, y a los demás. Es una filosofía más humana. Ahí en Ciudad de México yo iba al altar del Ángelito Negro en Tepito, estuve viviendo unos años allá, y lo estuve visitando como dos o tres años seguidos. Y si hay veces que se reúnen congregaciones, hay iglesias satanistas enfocadas en la filosofía (…) todo depende de la zona de Ciudad de México donde te encuentres, porque hay desde Templos satanistas hasta altares dónde puedes dejar ofrendas, así como las capillas católicas, básicamente es eso. En el altar de Tepito a donde iba cada mes o dos meses, con las ofrendas monetarias que se juntan se compran despensas, cobijas, se va donar dinero a hospitales, a orfanatos. Siempre es en pro de la gente no en buscar ayuda o que te estén reconociendo, de hecho, las donaciones son anónimas”.

 
Eduardo describe su nacimiento como un “milagro”, pues a Alejandra no le daban la posibilidad de ser madre. Foto: Especial 

Eduardo es chef de profesión, hace música del género rap y además se dedica a fabricar productos cannábicos. Asegura que a pesar de ser satanista no practica rituales de este tipo, más bien lo ve como una filosofía de vida. Es el único integrante de su familia con esta singular creencia. Ahora busca nombrar a su bebé en honor a quien considera concedió el milagro de su nacimiento.

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