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Fernando, Telesforo y Luis Miguel se volvieron leyenda como los ‘Niños Toreros de Acámbaro’

Trascendieron en varios países y torearon en plazas como la México, en países como Guatemala, Perú, Ecuador, entre otros
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Fernando, Telesforo y Luis Miguel se volvieron leyenda como los ‘Niños Toreros de Acámbaro’ Fernando, Telesforo y Luis Miguel se volvieron leyenda como los ‘Niños Toreros de Acámbaro’

Onofre Lujano

Acámbaro.- Por los años de 1950 a 1955, don Irineo Acevedo y doña Marina Garduño vivían la felicidad que marca la vida de esta familia que procrearon a siete niños, tres de ellos tomaron la difícil carrera de ser toreros, de ahí el mote que recibieron de la afición, los ‘Niños Toreros de Acámbaro’. Fueron Fernando, Telesforo y Luis Miguel quienes trascendieron en varios países y torearon en plazas como la México, en países como Guatemala, Perú, Ecuador, entre otros, siempre bajo la mirada de su padre Irineo Acevedo, quien en los años 50’s fue un auténtico matador con triunfos en plazas importantes de la república mexicana.

Don Irineo Acevedo no solo enseñó a sus hijos sus habilidades como torero, también los encaminó para que supieran hacer sus vestimentas y arreos que se usan dentro de la fiesta brava, tres jóvenes que destacaban en el ámbito nacional e internacional.

A principio de este mes se ofreció una misa en la parroquia de San Antonio, para recordar el quinto aniversario de la muerte del más pequeño de los ‘Niños Toreros’, Luis Miguel Acevedo Garduño, quien recibió un gran homenaje por parte de su familia. Ahí estaban sus hijos Luis Josué y Eréndira Acevedo Rubio, su esposa Estela Rubio Ibarra, su hermano Fernando (Niño Torero) y su hermano Manolo, entre otros familiares que lo recuerdan con cariño.

Los tres niños toreros fueron inseparables cuando actuaban en plazas del mundo.

Cuenta Fernando y lo ratifica Manolo, que cuando los ’Niños toreros’ viajaban por Ecuador se encontraron en el aeropuerto al equipo Necaxa, que había jugado en Quito, en el momento alguien dijo que ahí estaban los ‘Niños toreros de Acámbaro’, entonces el hombre mexicano que metió el primer gol en el estadio Azteca, Roberto ‘Caña Brava’ Martínez, quien nació en Acámbaro, escuchó que estaban ahí los acambarenses y se acercó sin protocolos a los toreros.

Luis Miguel, el más joven recientemente fallecido, según los conocedores era el más aventado y se acercaba mucho y prendía a la gente, al tanto de la corrida sus hermanos, quienes estaban listos y dispuestos a hacer los quites correspondientes.

Cabe mencionar que cada uno de los Niños Toreros tiene un nicho, al que le llaman rincón taurino, donde cada uno guarda con amor y cariño desde sus vestimentas, estoque y capote, hasta chaquetilla, zapatillas, machos, montera, fotos de sus mejores faenas, fotos con personajes de la época, los carteles donde se anunciaban en las mejores plazas de toros y banderillas.

La historia de los ‘Niños Toreros de Acámbaro’ sin duda queda para la eternidad, sus hijos aunque ninguno se dedica a el toreo, conservan y aprecian la actividad que mostraron sus padres de la mano del abuelo don Irineo Acevedo y doña Marina Garduño, quienes siempre se sintieron orgulloso de la fama de sus pequeños que heredaron la sangre taurina.

Martínez se alista para pelear con canadiense

Paulina Martínez, la joven boxeadora acambarense se internacionaliza, tendrá su primera pelea con una rival canadiense en tierras de San Miguel de Allende. Martínez enfrentará a Jill Douncent, de la mano de su manager Adrián Luna Arreola entrena ‘a todo vapor’ para llegar bien preparada a esta pelea que la ilusiona para mantenerse dentro de este deporte como una de las protagonistas.

La pelea de la acambarense está pactada para el 29 de enero. Martínez, una mujer todo pundonor arriba del ring, tanto se faja con cualquiera de sus rivales pero también sabe caminar en el encordado.

Paulina empezó desde muy jovencita en este deporte que le ha traído muchas satisfacciones a base de sacrificio en el gimnasio y en la montaña para acondicionarse y aguantar los embates en peleas donde ha salido adelante.

La deportista confiesa que en su última pelea del año no se dio como todos esperaban, “pero estoy muy contenta con el trabajo que se hizo, sabíamos que era una rival fuerte y sin embargo no tiramos la toalla, estamos hechos para competir solo con las mejores, por lo que agradezco a Alicia López, por esta gran pelea que brindamos y me llevo mucho aprendizaje pero sobre todo una muy bonita amistad”.

Comenta que se prepara para el combate este fin de mes ante la canadiense, con el apoyo del profesor José Adrián Luna, a quien agradece “por todo el apoyo brindado diario, por cada regaño en el entrenamiento, por todas las correcciones, sabemos que tenemos que trabajar todavía muchísimo pero las ganas de llegar bien preparada las tenemos”.

Señala que las oportunidades “buenas se nos están presentando solitas y claro que las vamos a tomar y aprovechar (…) quiero con ayuda de Dios hacer cosas grandes en el boxeo y con la canadiense saldremos con todo”.

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