A diez años de la gran inundación de Pénjamo: así fue la tragedia que marcó a toda una generación
Las calles quedaron bajo el agua. Foto: Especial
Pénjamo, Guanajuato.- Hoy, se cumplen 10 años de la peor catástrofe natural que ha vivido la ciudad de Pénjamo en la era moderna. La madrugada del 21 de septiembre de 2013, las sirenas alertaban de un desbordamiento del Río Huascato, inundando a más de mil viviendas dentro de la mancha urbana y algunas comunidades rurales. Al día de hoy, es una de las anécdotas más recordadas por los ciudadanos.
Todo ocurrió a consecuencia de una lluvia atípica que se registró en la zona de la comunidad El Tigre, en la parte baja de la Sierra de Pénjamo, durante la madrugada del 21 de septiembre de 2013.
El agua llegó directamente a la Presa La Golondrina, la cual estuvo vertiendo, por su vertedor de excedencias, miles de litros de agua por segundo, superando la capacidad de desfogue del Río Huascato, en su paso por la mancha urbana, el cual comenzó a desbordarse.
El Río Huascato cruza toda la cabecera Municipal y en su trayecto hasta entroncar con el Río Turbio, pasa cerca de las comunidades San José de los Sabinos, Estación de Pénjamo, La Granjena y Capilla de Márquez.
Dentro de la ciudad, una parte del río se encuentra pavimentado y su caja está delimitada por paredes de concreto y piedra. Fue justo ahí donde inició la emergencia, eran cerca de las 4:00 horas de la mañana de aquel 21 de septiembre, cuando el Cuerpo de Bomberos de la localidad recibió el primer reporte del desbordamiento del Río Huascato, en la esquina de las calles Carrillo Puerto y Margen del Río.
Ahí, la fuerza del agua derribó varios árboles que habían crecido dentro del cauce. El nivel del agua cubría el puente por completo, el agua comenzaba a salirse hacia la zona del Margen del Río, inundando a su paso viviendas desde la calle Carrillo Puerto hasta la Avenida Insurgentes.
Las llamadas de auxilio saturaban los servicios de emergencia, a las labores de auxilio a la población se unieron también personal de la Cruz Roja, Policía Municipal y Protección Civil. Incluso, los mismos ciudadanos se organizaban para tratar de ayudar a sus vecinos, cientos de personas subieron a las azoteas de sus propias casas o utilizaron las casas de sus vecinos para poder salir y ponerse a salvo de la emergencia.
Con el apoyo de una motobomba del Cuerpo de Bomberos, se realizaba entonces el rescate de las personas que estaban atrapadas en los techos de sus viviendas, en medio de la inundación. Acciones a las que se sumaron funcionarios municipales, como el entonces secretario del Ayuntamiento, Javier Pérez Cervantes, quien apoyaba a evacuar familias de la calle Mina de la Zona Centro de la ciudad.
Justo en esa zona se tomó una de las fotografías más memorables de la emergencia, una panorámica que mostraba el puente vehicular que une a las calles Aldama y Degollado, que tiene casi 5 metros de altura, totalmente rebasado por el nivel del agua, algo que no se presentaba desde hace más de 40 años.
El propio Gobernador del Estado, Miguel Márquez Márquez recorrió junto con el entonces Presidente Municipal, Jacobo Manríquez Romero, la zona afectada. Fueron testigos de cómo vehículos fueron arrastrados por la corriente y quedaron convertidos en chatarra, también observaron las millonarias pérdidas que dejó la emergencia en el hogar de las familias de Pénjamo.
Para atender los daños y comenzar con la reconstrucción, fue declarado el municipio como Zona de Desastre. Accediendo a los recursos federales del desaparecido Fondo de Desastres Naturales (FONDEN).
Esta ha sido sin duda la peor contingencia natural que se haya vivido en el municipio y su recuerdo, sigue fresco en la memoria de las personas que ayudaron, pero también quedó grabado en las miles de personas que sufrieron los estragos de la emergencia.
