Acámbaro conserva su legado cultural y arquitectónico en su acueducto, conócelo
Fotografía panorámica del acueducto de Acámbaro, destacando su majestuosidad y antigüedad. Foto: Lourdes Juárez
Acámbaro, Guanajuato.- En Acámbaro se cuenta con 128 monumentos de los cuales 105 son catalogadas como casas antiguas el resto son monumentos así lo manifestó la C. P. Yola Ríos Bernal presidenta de la Comisión Local para la Preservación y Conservación del Patrimonio Cultural en la exposición denominada "Nuestro Acueducto" impartida en el Museo Dr. Luis Mota Maciel.
El acueducto es uno de los monumentos que representa una de las primeras obras hidráulicas levantadas al inicio de la época colonial, el cual está casi completo, una compañía telefónica retiró una de las alcantarillas, que se encontraba a un costado del Santuario de la Virgen de Guadalupe. La obra fue realizada por los frailes franciscanos Antonio de Bermul, Quemada y San Miguel sirvió para dotar de agua a la población de Acámbaro, el vital líquido lo substraían de los manantiales que se encontraban en la comunidad de Tócuaro.
La construcción del monumento inicio el 1° de diciembre de 1791 tardando 17 años en su construcción la obra les costó a las autoridades de esa época 15 mil 467. 21 pesos de aquellos tiempos. El Acueducto cuenta con 40 arcos, considerando el agregado el cual se elaboró para dar acceso a un domicilio el monumento histórico tiene 233 años de que se construcción.
“Todo parte de la toma de agua, el agua se trajo Acámbaro a una visita que realizaron los franciscanos a Tócuaro a dar los servicios religiosos a los pobladores llegando a un acuerdo con los frailes de que ellos acudirían a dar servicios religiosos a cambio de dotar de agua a los habitantes de Acámbaro”.
De la toma de agua se entubo, a lo largo del tiempo se han caído varias estructuras del Acueducto en la parte que se encuentra en la localidad. Una de las cajas revolventes que se encuentra al inicio del monumento ayudaba a bajar la velocidad de agua de 50 o 60 kilómetro por hora de acuerdo a la velocidad del terreno. La ventosa es el primer control del agua del acueducto la cual tenían a su cargo los otomís, esta contaba con tres piedras en el centro las cuales hacían que subieran y bajaran para que saliera más agua.
A partir del templo de la Soledad esta una de las alcantarillas la cual se conocía de San Antonio y servía para dar servicio al rastro el cual se encontraba en la calle Hidalgo en lo que actualmente es el Prescolar Félix C. Vera. El acueducto cuenta con 8 arcos chicos 4 grandes y 2 con aplanado. A partir del arco de San José son 22 arcos los cuales tiene 7 formas diferentes.
A través de un estudio que realizara el Arq. Leonardo Amezcua Ornelas se sabe que a partir del arco de San José son 22 arcos antes de llegar a la Pila de la Cruz o Humilladero, no es casual que sea la misma cantidad de arcos a las 22 las letras del alfabeto hebreo antiguo, 10 de los primeros arcos a partir del arco que se conoce como de San José tienen formas diferentes arcos de medio punto arcos que les falta la piedra clave etc., a lo cual el concepto es que es la representación arquitectónica del árbol de la vida que manejaban los pueblos hebreos antiguos. Cada uno de los arcos en número se puede traducir al alfabeto hebreo los cuales forman palabras para traducir lo que dicen se necesita un especialista en hebreo.
Se busca ser pueblo mágico y los monumentos y casa antiguas con las que se cuenta en el municipio no se cuidan y conservan, eso debe ser trabajo de las autoridades municipales finalizo Ríos Bernal.
