Así era Silao hace más de 30 años: conoce estas fotografías inéditas del municipio
Fotografías de Silao en 1990. Foto: Especial
Silao, Guanajuato.- Una serie de fotografías inéditas que reflejan el acontecer del municipio de Silao en la década de 1990 ha sido compartida en redes sociales. Entre estas imágenes destaca una de las últimas visitas que el reconocido pintor José Chávez Morado hizo a la ciudad.
Las fotografías son autoría del artista silaoense Gerardo Velázquez y forman parte de su archivo personal. Utilizó la plataforma de Facebook para que la juventud conozca visualmente cómo lucían las calles y personajes del centro de la ciudad, así como del Barrio Nuevo.
"Estoy contribuyendo a que la gente joven de Silao conozca lo que ocurría en décadas pasadas, y que los silaoenses de hoy reconozcamos al Silao que se nos fue", comentó Velázquez.
En mayo de 1996, Gerardo se encontró con el ilustre artista plástico José Chávez Morado, nacido en Silao y reconocido internacionalmente por su obra monumental. En aquel entonces, Velázquez tenía 21 años y Chávez Morado, con más de 85, era llevado en silla de ruedas mientras observaba la Parroquia de Santiago Apóstol.
Otra de las imágenes relevantes muestra al "Mano Negra", un legendario policía de Silao que recorría las calles para mantener el orden. La fotografía data de octubre de 1994.
También sobresale la figura del maestro Pedro Gasca Rivera, músico que encontró en el ex cuartel militar en ruinas el lugar para fundar la Escuela de Bellas Artes de Silao, hoy conocida como Casa de la Cultura "Isauro Rionda Arreguín".
Entre otras imágenes, se encuentra el pintor Alfredo Rodríguez Contreras dibujando con gis pastel en su casa de la calle Juárez, en octubre de 1994.
El "Archivo Gerardiano" también incluye personajes cotidianos como "El Camote", recordado por caminar en muletas y hablar atropelladamente para conseguir unas caguamas, o Doña Juana, conocida por dar palazos a los niños con su bordón fuera de la Parroquia de San Judas en La Joyita.
Otros personajes son Cayetano, apodado "Tano", quien realizaba la ordeña de sus vacas en la esquina de las calles Industria y Rayón; "El Chiquilín", un joven que perdió la vista por ingerir bebidas adulteradas; y "Simón El Cacahuate", quien recorría las calles con su carrito de madera y metal vendiendo semillas y enseñando catecismo.
Gracias a la cámara de Gerardo Velázquez, estos personajes y escenas de Silao han despertado la memoria colectiva para evitar que sean borrados de la historia local.
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