Causa pánico surgimiento de grieta en la comunidad Ojos de Agua de Huanímaro
Manuel Arriaga
Huanímaro.- La calle principal de la comunidad Ojos de Agua, en el municipio de Huanímaro, se quebró y levantó aproximadamente 30 centímetros, justo por dónde cruza un arroyo de aguas negras. Este fenómeno causó temor en un sector de la población, quienes temen que se replique lo que ocurre en la comunidad vecina Copales, donde sufren de agrietamientos en viviendas y en las calles.
En Ojos de Agua, no hay viviendas afectadas por esta falla y tampoco perciben los movimientos de tierra que se viven en la localidad de Copales. Aquí, solo presenciaron como en una noche, el pavimento de la calle principal se quebró y de levantó, formando un desnivel de casi 30 centímetros.
“Todo esto pasó una noche, no tuvimos terremotos ni nada, tampoco escuchamos los estruendos que oyen arriba del cerro, en Copales, no sabemos qué fue lo que pasó, pareciera como si el concreto de la calle se hubiera movido”, dijo uno de los lugareños sorprendido.
El desnivel de la calle dificulta ahora el tráfico vehicular por la zona, carros chicos y camionetas, alcanzan a pegar, al pasar por está grieta que se abrió en el pavimento. Incluso, peatones y ciclistas, que tienen que pasar forzosamente por esta área, deben sortear el desperfecto para poder continuar su camino, de momento, la falla solo se encuentra en el arroyo vehicular de la calle, no ha causado daños en banquetas ni en las viviendas construidas a los lados de esta área.
Informaron que personal de Protección Civil solo acordono el lugar por algunas horas pero, de momento, esta restricción vehicular ha sido levantada y la calle sigue abierta al paso de vehículos y personas.
Un problema creciente
Apenas el día de ayer, periódico Correo informó que, desde hace seis años, un extraño fenómeno ocurre en los límites entre Abasolo. Extraños estruendos y temblores debajo de la tierra han ocasionado que se agriete el suelo, e incluso ha afectado a viviendas en zonas pobladas. Lo que comenzó en la Colonia Potrero de los Martínez en la cabecera municipal de Abasolo, se propagó a las comunidades Otates, Copales y Ojos de Agua, en el municipio de Huanímaro.
Este fenómeno paso algunos desapercibido para muchos hasta que, en el año de 2019, en la comunidad Otates del municipio de Huanímaro y colindante con el vecino municipio de Abasolo, comenzaron a reportar lo mismo. La gente de ahí atribuyó el fenómeno a la explotación de material pétreo en un banco de tierra que hay en las cercanías, pero las autoridades no han podido confirmar esta versión.
El pasado 6 de octubre un total de 250 habitantes de la comunidad Copales del municipio de Huanímaro, fueron evacuados ante el temor de que se registrara un hundimiento a consecuencia de una serie de estruendos en el suelo, que se agudizaron la madrugada del martes y que causaron temor entre la población.
Ante esta situación, la Comisión Estatal del Agua (CEAG) inició un estudio geofísico mediante sondeos electromagnéticos para determinar la profundidad y continuidad de las fracturas identificadas en la localidad.
El objetivo fue realizar un estudio para determinar el riesgo de las viviendas asentadas en los lugares donde ocurre este problema y elaborar un dictamen técnico.
